La victoria de Nigeria sobre Islandia le abrió una puerta a la Selección Argentina y tras el duro golpe de este jueves ante Croacia los jugadores y Jorge Sampaoli entendieron que no pueden dejar pasar otra chance, la última. Este viernes, en la concentración de Bronnitsy hubo una cumbre clave para definir el futuro del equipo en la Copa del Mundo y empezaron a limar asperezas.
En la noche rusa, después de la cena, se juntaron Sampaoli, sus ayudantes de campo, Sebastián Beccacece y Lionel Scaloni, con los 23 futbolistas del plantel. También estuvo el presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia. En la reunión se miraron a la cara y se dijeron lo que hacía falta. Como conclusión se juramentaron tirar todos juntos para adelante, para salir rápido del pozo y lograr la clasificación a octavos de final.
"Hay una vida más y hay que aprovecharla y dejar todo", fue una de las frases que más se escuchó en Bronnitsy, y todos coincidieron. Ante Nigeria, el martes, la Selección saldrá unida y con el compromiso asumido. El objetivo está fijado y podrán o no lograrlo, pero quedó claro que la intención es no autoboicotearse.
Antes, durante la tarde, se empezaron a sacar la bronca mientras seguían por televisión el triunfo de Nigeria por 2-0 sobre Islandia. Los jugadores lo vieron cada uno en su habitación, mientras que Sampaoli lo miró en la cocina; los sparrings fueron los que coparon el living. “El palazo todavía se siente fuerte, pero con este resultado al menos se vieron las primeras sonrisas desde la derrota”, le confió a Clarín una voz de peso en el plantel.