Durante muchísimo tiempo, los científicos se han preguntado por qué los antiguos pobladores de Rapa Nui (Isla de Pascua, en Chile) construyeron sus monumentos ceremoniales, conocidos como ahua, especialmente las inmensas estatuas (moai) talladas en piedra, en los lugares de la isla donde fueron encontrados, considerando cuánto tiempo y energía se requería para construirlos (no hay canteras cercanas).
Según informa Europa Press, un equipo de investigadores, incluido el antropólogo de la Universidad de Binghamton Carl Lipo, parece haber hallado una respuesta: desarrollaron un modelo espacial cuantitativo para explorar las relaciones potenciales entre lugares de construcción de ahu y recursos de subsistencia, como huertos agrícolas, recursos marinos y fuentes de agua dulce, los tres recursos más críticos en Rapa Nui. Sus resultados sugieren que la ubicación de los ahu se explica por su proximidad a las limitadas fuentes de agua dulce de la isla.
“El tema de la disponibilidad de agua (o la falta de ella) ha sido mencionado a menudo por investigadores que trabajan en Rapa Nui/Isla de Pascua -dice Lipo-. Cuando comenzamos a examinar los detalles de la hidrología, empezamos a notar que el acceso al agua dulce y la ubicación de las estatuas estaban estrechamente vinculados”. “No resultaba obvio cuando se caminaba por ahí. Pero cuando comenzamos a observar las áreas alrededor de ahu, encontramos que esas ubicaciones estaban exactamente vinculadas en los lugares donde emerge el agua subterránea fresca, en gran parte como una capa difusa que fluye hacia el borde del agua. Cuanto más miramos, más consistentemente vimos este patrón”, subraya.
Y añade: “Los lugares sin ahu/moai no mostraron agua dulce. El patrón fue sorprendente en su consistencia. Incluso cuando encontramos ahu/moai en el interior de la isla, encontramos fuentes cercanas de agua potable. Hemos logrado demostrar que este patrón es estadísticamente sólido y no solo nuestra percepción”.