Ambos forman parte de la historia grande de Atlético. Los hinchas, cada vez que pueden, se losrecuerdan. Ángel Antonio Guerrero (66 años) y Francisco Ruiz (68), volvieron una tarde a pisar el césped del Monumental “José Fierro”, un terreno que fue escenario en la década del 70 de grandes epopeyas de los dos, vistiendo la camiseta de los “Decanos”.
Ante una iniciativa de LG Deportiva, el “Negro” y “Pancho” se reencontraron para recordar el primer partido en el historial de los enfrentamientos oficiales de River y de Atlético, del cual ambos participaron. Fue el miércoles 17 de diciembre de 1975. El partido se jugó en horario nocturno en el estadio de Huracán, pues en esos días el Monumental de Núñez estaba siendo remodelado para ser sede del Mundial de 1978 que se jugó en nuestro país. El duelo terminó con victoria de los “Millonarios” por 2-1, con tantos de Daniel Alberto Passarella (de penal) y Oscar Más, de tiro libre para los entonces dirigidos por Ángel Amadeo Labruna. Mientras que Jorge Ghiso, también de penal, había igualado transitoriamente el partido.
La presencia de ambos en el club de 25 de Mayo y Chile causó un revuelo entre la gente que ayer a la tarde estaba en el mítico escenario. “Siento una enorme satisfacción con poder compartir estos momentos con Ángel, alguien que supe admirar en mis épocas de jugador. Era una verdadera garantía cuando formaba dupla con José Demetrio Solórzano. ¡Qué jugadores, por Dios!”, dijo Ruiz, mientras se saludaba con un hincha que recordaba parte de las alegrías que le regaló cuidando los tres palos de los “Decanos”.
Guerrero no pudo disimular la sensación de emoción que le dio admirar desde el césped al imponente escenario “albiceleste”. “Es que acá pasé los mejores momentos de mi vida; por eso puedo decir que es mi segunda casa”, dijo.
“Fue una injusticia la victoria de River”
Francisco “Pancho” Ruiz, que fue uno de los mejores arqueros que tuvo Atlético en toda su historia, tuvo relevante protagonismo en las jugadas previas a los dos goles en ese primer partido.
El ex golero, mostrando buena memoria, recordó cómo fue la jugada previa al primer gol, que Daniel Passarella anotó de penal. “Fue a poco de iniciarse el partido. Desde el medio campo partió un pelotazo para Jacinto Leopoldo Luque, que arrancó en clara posición adelantada. Cuando salí a atorarlo, él inteligentemente -al sentir mi toque-, se tiró y el árbitro Abel Gnecco sancionó el penal. Ya en esos tiempos, la camiseta de los grandes tenía un peso específico muy especial a la hora de sancionar las infracciones”, dijo quien se inició en Tucumán Central y que durante 12 temporadas jugó en el “Decano”.
En tanto, en la jugada que definió el pleito, Ruiz recuerda que “fue a los 47 minutos del complemento. Fue un tiro libre cercano al área, sobre el sector izquierdo de nuestra defensa. Oscar Más ejecutó el disparo con mucha fuerza y con tanta suerte, que rozó en Ángel y me sorprendió por el efecto que tomó luego de rozar en él. Cómo será que la pelota entró tan despacio, que no alcanzó a tocar la red. Fue una verdadera injusticia porque no merecimos perder”, aseguró.
“Demostramos que podíamos jugarle a cualquiera”
Ángel Antonio Guerrero fue uno de esos jugadores que enfrentaba a sus rivales con galera y bastón. Más allá de la categoría del adversario de turno, siempre el “Ángel negro” sacaba a relucir toda su inalterable capacidad. Una prueba cabal de ello la dio en ese recordado partido frente a River, en el que enfrentó a delanteros de los quilates de Pedro Alexis González, Jacinto Leopoldo Luque y Oscar Más.
“Sabíamos a la calidad del rival que enfrentábamos; pero sin llegar a ser soberbio, puedo decir que Atlético tenía los argumentos para no achicársele a nadie. Si esa vez nos ganaron fue porque la diosa fortuna estuvo de parte de ellos. Para nada había hecho méritos para quedarse con la victoria”, explicó Guerrero, mientras se saludaba con Juan Vázquez, canchero desde hace varias décadas del “Decano”.
Ese penal que a los pocos minutos del partido les “regaló” el árbitro Abel Gnecco, para Guerrero fue una prueba de personalidad para un equipo que en esa temporada sólo perdió dos partidos. El citado contra River, y otro contra San Lorenzo, que se jugó en el estadio de San Martín.
“Es que el partido no había empezado bien para nosotros, pero, a los 10’, también de penal, Jorge Ghiso estableció el empate. Estábamos haciendo un juego perfecto, hasta que llegó ese lamentable minuto 47 del complemento, cuando Dios se puso la camiseta de River y le permitió sacar una ventaja que para nada era justificada”, dijo el ex marcador central.
Guerrero, que es una persona que pregona el buen fútbol, tanto en su época de jugador como cuando trabajó como técnico, no olvidará jamás la actuación que esa noche en el estadio de Huracán le cupo a Raúl Francisco Agüero. “Fue una noche mágica de un jugador que maravillaba a todos con su juego. El “Negro” volvió locos a defensores de la calidad de Roberto Perfumo y Daniel Passarella. Mostró la desfachatez de un jugador distinto, de esos que les gustaba divertirse dentro de un campo de juego. Esa clase de futbolistas que te llenan los ojos, ya no nacen más. Se rompió el molde”, aseveró Guerrero.