Aunque ya pasaron 40 años, a Juan José Meza todavía le cuesta asimilar lo que vivió cuando integró aquel plantel del seleccionado argentino que en 1979 en Japón consiguió el título mundial juvenil. Los memoriosos recordarán que los amantes del fútbol se tenían que levantar temprano para admirar el juego que desplegaba el equipo dirigido por César Luis Menotti y que tenía como máximos intérpretes a Diego Maradona, Ramón Díaz, Osvaldo Escudero, Gabriel Calderón y Juan Ernesto Simón, entre otros.
A poco de viajar hacia Buenos Aires para participar de algunos homenajes que le realizaron al plantel, “Ñato”, que hoy tiene 59 años, recordó ante LG Deportiva lo que fue esa experiencia que lo marcó para el resto de sus días. “Lo que es la vida, aunque estaba jugando a un muy buen nivel en Central Norte, nunca me imaginé que iba a formar parte de un plantel donde se alistaban semejantes monstruos. Hoy me puedo dar cuenta que Dios estuvo de mi parte y me ayudó a cumplir el sueño que tiene cualquier jugador: defender la camiseta de su país y yo a los 18 años me pude dar ese gusto”, dijo Meza.
El “Ñato”, que era un enganche por naturaleza, en aquel equipo se tuvo que adaptar a jugar por la derecha. “Cuando Osvaldo Crosta, que fue técnico de Central Norte, me recomendó ante Menotti, me anticipó que la N° 10 ya tenía dueño y nada menos era un tal Maradona y que si quería jugar tendría que adaptarme a otra función dentro del campo de juego. Y como yo quería jugar le hice caso. Por eso, empecé a jugar como volante por la derecha y por los resultados que vinieron luego, no me fue para nada mal”, dijo quien también jugó en Instituto, Vélez, Racing y el fútbol japonés.
Los chicos mágicos, con Maradona y el tucumano MezaComo compartía habitación con él, Meza se hizo muy compinche de Maradona. “Desde el Sudamericano que jugamos en Uruguay nos hicimos muy amigos. En ese tiempo, ya despertaba la admiración de todos. Su figura era magnética en cada lugar al que íbamos. Además, a pesar de su juventud, era una persona muy ubicada que te daba consejos. En esos años, ya era un fuera de serie dentro y fuera de un campo de juego”, comentó quien está casado con Mirta Alicia D’Andrea (hija del ex presidente de Central Norte, Alfonso D’Andrea) y tiene cuatro hijos varones: Ariel, Federico, Mauricio y Gabriel.
“Ñato” es un confeso devoto de la Virgen del Valle. Ese sentimiento lo cultivó desde su niñez. Por eso, cuando surgió la chance de integrar el plantel que luego viajaría a Japón, le hizo una promesa a la Virgen. Cuando regresó con el título, fue a Catamarca a cumplirla. En el atrio de la Virgen le dejó la camiseta y los botines que usó en el partido final contra Unión Soviética. “Es una virgencita que siempre ayudó a la familia. En lo personal, desde los 10 años, en cada 8 de diciembre fui junto a mis padres a Catamarca. Por eso, como estaba tan entusiasmado en poder darme el gusto de jugar en la Selección es que decidí hacerle una promesa. Si tengo que ser sincero, antes del viaje a Japón, no sabía qué le obsequiaría por haberme hecho cumplir mi sueño. Eso recién lo resolví cuando regresé a Tucumán luego de salir campeón”, señaló.
Juan José Meza fue parte de aquel plantel memorable que, en 1979, se dio el gusto de darle a la Argentina el primer título mundial juvenil. A 40 años de esta consagración, el “Ñato” recuerda esa época con la misma emoción que lo embargó en esos días de bonanzas. Como es un confeso devoto de la Virgen del Valle, cuando regresó de Japón viajó a la ciudad de Catamarca para cumplirle la promesa que tenía con ella. En el atrio de la catedral catamarqueña quedaron la camiseta y los botines que usó en la final del torneo.
El broche de oro de un equipazo
El 7 de septiembre, en la final, derrotó 3-1 a Unión Soviética, en un partido que se jugó en el estadio Olímpico de Tokio. Hugo Alves, de penal -foto-, Ramón Díaz y Maradona fueron los goleadores argentinos. A los 49’, Juan José Meza ingresó en reemplazó de Osvaldo Rinaldi.
Al maestro con cariño
El jueves a la noche, en la escuela de fútbol que tiene en Buenos Aires, César Luis Menotti -izquierda- agasajó al plantel que logró el título mundial en 1979 en Japón. Juan José Meza -centro- se reencontró con uno de los mejores técnicos que tuvo en su carrera. “Fue una velada inolvidable”, dijo el “Ñato”.
Un regreso con toda la gloria
Toda la emoción reflejada en los rostros de José Justo Meza y Elsa Genoveva Romagnoli, padres de Juan José Meza cuando recibieron al nuevo ídolo en el antiguo aeropuerto tucumano, a su regreso de la inolvidable excursión a Japón.
Un salto a la fama
Juan José Meza, en base a esfuerzo y su convicción, se ganó un lugar en un plantel de ya figuras consagradas. Viniendo desde el banco de relevos, fue uno de los jugadores preferidos de César Luis Menotti. Estuvo presente en los seis partidos que Argentina jugó en ese certamen. Desde su Central Norte querido pegó el salto a la fama con una consagratoria tarea en Japón.
Un merecido homenaje
“Fue una enorme emoción que luego de tantos años de aquella conquista nos hayan distinguido en el Senado”, dijo Meza que en la foto aparece junto a los senadores Julio César Catalán Magni y Alfredo Héctor Luenzo.
Un cierre de grupo con cosecha ideal
El 28 de agosto de 1979, Argentina derrota 1-0 a Yugoslavia con tanto de Osvaldo Escudero. A los 41’ Meza ingresó por Calderón. El 30 de agosto de 1979, vence 4-1 a Polonia con tantos de Maradona, Gabriel Calderón (2) y Juan Simón. Meza es titular por primera vez en el certamen.
Derrotero ganador y goleador
El 2 de septiembre por cuartos de final con goles de Díaz (3), Maradona y Calderón, Argentina vence 5-0 a Argelia. Meza ingresó a los 54’ por Maradona. En semifinales, el 4 de septiembre, Argentina vence 2-0 a Uruguay, con tantos de Ramón Díaz y Maradona. Meza ingresó por Escudero.