Hacia fines de abril del año que viene comenzará a regir el nuevo sistema de tipificación de la carne bovina. Así lo establece una resolución publicada en el Boletín Oficial, que precisa, no obstante, que los frigoríficos no estarán obligados a adherirse. “Es algo novedoso en relación a que habla de calidad en carnes, que en la Argentina no existía. Fundamentalmente, fija condiciones objetivas de calidad que los privados pueden utilizar como parámetro para que al productor se le pague más o menos por sus animales”, indicó el vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), Daniel Urcía. Entre otros, buscan que el sistema sirva como idioma común y nexo entre la oferta (sistemas de producción, sanidad, genética) y la demanda (industria frigorífica, consumidores). Desde el Gobierno confían en que sumará incentivos económicos para que todos los eslabones apuesten a mejorar la calidad. “El sistema de tipificación permitirá el pago diferencial del producto por parte de los consumidores, y dicho precio se trasladará hacia atrás de la cadena, incentivando a todos los operadores -desde el productor hasta la venta minorista- a utilizar herramientas de selección objetivas que aumenten la cantidad y calidad de la carne”, subraya la norma.