Por Hernán Carbonell
PARA LA GACETA - SALTO
¿Por qué se escriben Diarios? Baste leer a Pavese, a Castillo, a Piglia, ejemplos por antonomasia. Pero cuando la coyuntura oprime, la escritura íntima busca el rumbo colectivo, y el Diario se convierte en una estructura narrativa conforme al inmediato social. Como el aire de un micrófono radial, huele un destino efímero, pero la circunstancia podría convertirlo, de algún modo, en una estampa de esta experiencia humana de principios del Siglo XXI.
Las dos pestes
Narrador, epistemólogo y poeta portugués (aunque nacido en Angola), Gonçalo Tavares eligió para su “Diario de la peste” (clara correspondencia con la novela Diario del año de la peste, de Daniel Defoe) enunciados breves, máximas urgentes, versos, plegarias sueltas apenas fechadas, como quien libera desamarra impresiones o tira una botella al mar:
“Sólo los médicos se acercan a los enfermos. / Sólo los curas se acercan a los muertos. / Dos formas de valor (...) Un médico en España dice: no le deseo esto a nadie. / Y se echa a llorar (...) Ambulancias y ataúdes. / Mucho sonido y después poco sonido. (...) Hay un espacio secreto alrededor de los muertos que parece impedir que otros humanos den un paso hacia el interior de ese círculo. / Pero también hay un espacio alrededor de los vivos. / Recuerdo la película de Buñuel, El ángel exterminador.”
Sus columnas son publicadas originalmente por el semanario Expresso de Portugal y, traducidas por la mexicana Paula Abramo, tomarán forma de libro en un futuro a través de Interzona. En Argentina basta entrar al link de www.infobae.com/cultura/
Y hablando de links, el escritor, ensayista, catedrático e investigador Daniel Link lleva el suyo en su web https://linkillo.blogspot.com/?m=1, para el cual eligió, coincidencia mediante, el mismo título: “Diario de la peste”. Se trata también de un análisis contextual, ligado a los hechos del presente -economía, política nacional e internacional, relaciones personales, fraseos íntimos-, con enlaces a noticias de medios de comunicación varios.
Viajes sin salir de casa
Christian Kupchik es traductor, poeta, periodista cultural y experto en literatura de viajes. Lo de él puede verse en https://www.facebook.com/christian.kupchik y no remite estrictamente a la pandemia en sí, sino a lo que eso dispara en una fuga asociativa: referencias al Amarcord de Fellini, Herzog, la música, los recuerdos de juventud, citas sobre el mar (Borges, Arenas), otra vez Buñuel, algún poema (“Nada sucede. / Permanezco de pie durante días”); la idea, sí, de que “vivimos aferrados a certezas de cristal”. “Dado que este proceso promete ir para largo y las horas tienen la plasticidad del Hombre Elástico”, escribió el Día 1, “me impuse, a falta de spinning, la obligación de contribuir cada día con un escrito por este medio. “
Bajo el título “Diario de la pandemia”, https://laagenda.buenosaires.gob.ar/ convocó a algunos colaboradores habituales para que escribieran “sobre la omnipresencia del coronavirus en nuestras vidas, sobre la cuarentena, el encierro y la forzosa adaptación”.
Con títulos pop como “Yendo de la cama al living”, “Michael Jackson tenía razón” o “Contra la grasa de las capitales”, ahí están tecleando Alan Pauls desde Berlín, Edgardo Scott desde Saint Satur, Francia, Juan José Becerra desde Gonnet y Rafael Gumucio desde Nueva York, entre otros.
Coda
Empecé el diario el primer o segundo día de cuarentena obligatoria. En medio de la profusión de plataformas, elegí el viejo y querido blog. La idea inicial, que continuó su línea, era que fueran entradas breves, regidas por la fuerza de lo privado frente al abandono de lo colectivo, la constante readaptación del arte a estas circunstancias, esa cualidad profética que maneja el rock nacional, con vínculos a YouTube y Wikipedia, el humor como salvavidas, las ocurrencias de los niños (¿por qué los espejos no hacen ruido?), la velocidad de la quietud, lo que arrebata. Se puede ver acá: https://epg-elpoetadelagacetilla.blogspot.com/search/label/Diario%20de%20cuarentena
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Hernán Carbonel – Periodista y escritor.