Familiares del cabo primero de Policía Roberto Lucena, quien fue asesinado el miércoles al mediodía cuando le robaron la moto, marcharon en silencio, entre el dolor y la bronca, llevando las cenizas del uniformado al barrio "El Sifón", donde fue víctima del crimen.
Por el hecho están siendo investigados cuatro menores de 17 años, quienes sabían que Lucena era efectivo de la fuerza de seguridad.
En medio del pesar, la familia del policía resolvió esparcir sus cenizas en el lugar donde fue asesinado, como símbolo de la necesidad de pacificar el barrio. Caminaron por el lugar llevando una imagen del uniformado.
Lucena, de 42 años, estaba charlando con un amigo en la esquina de República del Líbano y Ecuador el miércoles pasado. Iba en camino a la casa de una de sus hijas. De pronto, fue rodeado por cuatro jóvenes. Él se identificó como efectivo de la Policía. Recibió al menos tres disparos.