CIENCIA FICCIÓN

CRÓNICAS MARCIANAS

RAY BRADBURY

(Minotauro – Barcelona)

Se cumplen 70 años de la primera edición de esta joya literaria del llamado “poeta de la ciencia ficción”. Una obra que no pierde su vigencia. El libro reúne una serie de relatos, estructurados temporalmente, que mantienen su referencia contextual a lo largo del libro: el arribo del hombre a Marte.

Crónicas Marcianas narra distintas historias con el eje puesto en la colonización del planeta rojo luego de que la Humanidad padeciera una guerra atómica con consecuencias devastadoras, teniendo que abandonar la Tierra. A pesar de la posibilidad fundacional que abre esta nueva etapa -y un hipotético nuevo comienzo- se arrastran viejas mochilas; la estigmatización del diferente, la pulsión del hombre por la dominación, el racismo, el consumo compulsivo, o el abuso de los recursos naturales.

También están presentes los interrogantes existenciales que han acompañado al ser humano desde siempre, con una fuerza renovada por el abrupto cambio de hogar: la relación siempre compleja entre el ser humano y la naturaleza, su lugar frente a la inmensidad del universo, o la existencia de un Dios son algunos de los temas que atraviesan a los cuentos reunidos en este libro.

Crónicas Marcianas nos brinda fascinantes historias sobre el encuentro con el otro; la imposibilidad de la comunicación que se manifiesta, muchas veces, en la relación con un otro diferente. Nuestro punto de vista puede verse modificado cuando son los marcianos del planeta Marte quienes vivencian, experimentan y sufren la conflictiva llegada del hombre a su mundo. Este inesperado arribo, que se revela en sueños anticipatorios, altera su modo de vida y la cosmovisión sobre su propio planeta y el universo. Esta caracterización precisa de las percepciones y sensaciones de los habitantes originarios de Marte es la que nos permite desplazar nuestro punto de vista, muchas veces naturalizado por el antropocentrismo, dejando al descubierto las miserias históricas del ser humano. Los marcianos padecen la “invasión” que se les impone desde afuera por un visitante desconocido.

El estilo narrativo bello y directo de Bradbury, lleno de metáforas, nos atrapa desde las primeras páginas. Estos cuentos fantásticos sobre el descubrimiento y la exploración de otro planeta, que en realidad nos hablan de nuestra propia vida, nos invitan a su lectura una y otra vez.

© LA GACETA

Ezequiel Mario Martínez

Fragmento de Crónicas marcianas

Por Ray Bradbury

“Tenían en el planeta Marte, a orillas de un mar seco, una casa de columnas de cristal, y todas las mañanas se podía ver a la señora K mientras comía la fruta dorada que brotaba de las paredes de cristal, o mientras limpiaba la casa con puñados de un polvo magnético que recogía la suciedad y luego se dispersaba en el viento cálido. A la tarde, cuando el mar fósil yacía inmóvil y tibio, y las viñas se erguían tiesamente en los patios, y en el distante y recogido pueblo marciano nadie salía a la calle, se podía ver al señor K en su cuarto, que leía un libro de metal con jeroglíficos en relieve, sobre los que pasaba suavemente la mano como quien toca el arpa. Y del libro, al contacto de los dedos, surgía un canto, una voz antigua y suave que hablaba del tiempo en que el mar bañaba las costas con vapores rojos y los hombres lanzaban al combate nubes de insectos metálicos y arañas eléctricas.”