El diputado nacional por Tucumán Carlos Cisneros (Frente de Todos-PJ) insistió con firmeza en su reclamo para que la Cámara Baja "trate cuanto antes" la prórroga del Régimen de Biocombustibles -puesto en vigencia en 2006 por un plazo de 15 años-, con el objetivo de "proteger a los trabajadores de las provincias".
"Es una cuestión energética, productiva, ambiental y federal", destacó el oficialista sobre la ley nacional 26.093. Además, valoró la normativa. "Apunta a trabajar en un nuevo régimen que busque impulsar la producción y el uso sustentable de biocombustibles para ayudar a salir de la crisis en la que se encuentra el país creando puestos de trabajo de calidad, protegiendo al medio ambiente y reduciendo la dependencia de la importación de petróleo", analizó Cisneros.
El diputado aliado al gobernador Juan Manzur celebró que "recientemente" la Nación haya decidido actualizar los precios de los biocombustibles. Advirtió sin embargo sobre la "suma importancia" de que se evite el vencimiento del programa, algo que sucederá en mayo de este año.
"Sobre todo, para cuidara los 50.000 trabajadores de los ingenios tucumanos y más de 100.000 puestos de trabajo indirectos que sostiene el sector en la provincia de Tucumán", sostuvo Cisneros.
El referente del gremio bancario recordó un hecho histórico que generó una profunda crisis en la provincia. "No se puede permitir que las provincias sean víctimas nuevamente de cierres de ingenios como sucedió en 1966 cuando dictadores intervinieron los ingenios tucumanos con el aval de grandes terratenientes que luego se quedaron con las tierras de los pequeños cañeros. Se cerraron 11 ingenios, se perdieron 50.000 puestos de trabajo y 200.000 tucumanos (un cuarto de la población de ese entonces) tuvieron que migrar. La mayoría de ellos se instalaron en villas miserias del gran Buenos Aires. Y esos ingenios cerrados, luego, funcionaron como centros clandestinos de detención", enumeró el diputado.
En ese sentido, Cisneros instó a "no olvidarnos" de lo sucedido con el sector azucarero de la provincia. "Hoy en día sin embargo Tucumán es la principal productora de bioetanol de caña de azúcar del país, lo que demuestra la capacidad
productiva de la provincia", remarcó.
"Un nuevo régimen, con reglas claras"
El diputado nacional aseguró que "si lo que se quiere es un país federal, que proteja al ambiente, que no dependa de la importación del petróleo, que apueste a las energías renovables, Tucumán está en condiciones de hacerlo".
"Para eso, no sólo es necesaria la prórroga del régimen actual, sino que se debe implementar un nuevo régimen con las reglas del juego claras ", interpretó Cisneros.
"¿Por qué hay una resistencia al cambio en la matriz energética? ¿Cuáles son los intereses que se están defendiendo? En 1978 se creó el plan Alconafta, que no perduró porque, durante el gobierno de (Raúl), Alfonsín, el Secretario de Energía Conrado Storani impulsó lo que él denominaba la 'Revolución del Gas' ya que él era el representante de las empresas de GNC", señaló el peronista. Y aseveró que entonces se impulsaron "políticas para hacer crecer al sector que representaba y duplicó en cinco años y medio la cantidad de usuarios". "Mientras, dejó de dar los cupos para el bioetanol y no implementó políticas para el sector alegando que era un costo para el Estado. Así cayó el Plan Alconafta, cuando en Brasil el Plan Proálcool fue un éxito", planteó Cisneros.
En ese sentido, el diputado nacional advirtió sobre la situación actual en el Congreso. "Las petroleras se esfuerzan por presionar a legisladores y funcionarios para que no se trate la prórroga del régimen de biocombustibles. Hay sectores económicos que miran a los biocombustibles como competencia y reconoce que la lucha no será fácil, pero es necesario un cambio en la matriz energética en donde los sectores se fusionen", manifestó el diputado nacional.
Ante esto, Cisneros afirmó que no se dejará "presionar" por las petroleras. Y sostuvo que trabajará "para cuidar y generar puestos" de empleo en el sector. "Apostar a los biocombustibles es una política ambiental. Durante el año pasado, más que nunca, se ha aprendido que la salud está relacionada con la protección del ambiente. El bioetanol de caña de azúcar es el biocombustible que menos emite gases con efecto invernadero (entre 70% y 90% menos) en comparación con combustibles fósiles", indicó.
Por último, el oficialista llamó a generar "una nueva Ley de Biocombustibles" que sea "federal, ambiental y reparadora". Consideró que debería contener tres aspectos clave: a) definir una política de aumento del corte previsible en el tiempo, b) determinar parámetros para la actualización de precios y c) resolver "criterios reparatorios para el NOA en la asignación de cupos". "No es justo que los cupos de venta se asignen con discrecionalidad según el gobierno de turno", indicó.
Según los datos expresados por el diputado, "en los últimos años se estuvo asignando más al etanol de maíz que al de caña de azúcar". Además, señaló que "sería óptimo que cumplamos la Ley que ya tenemos". "El régimen se creó en 2006 y todavía no se creó la Comisión Nacional Asesora de Biocombustibles prevista en la Ley 26.093. Esta comisión es importante para el asesoramiento en la regulación de los precios de adquisición del biocombustible, asignación de cupos de venta, regulación de los porcentajes de biocombustibles para mezclas, control de calidad, etcétera", expresó.
"La aprobación de la prórroga con unanimidad en el Senado dio esperanzas a los trabajadores del sector y el diputado Cisneros espera que se trate cuanto antes en diputados. Confía en que la aprobación de la prórroga será el puntapié inicial para dejar de tenerle miedo al cambio de matriz energética y a la sinergia entre sectores. Señala que debemos mirar hacia adelante y que existe la oportunidad de generar puestos de trabajo, salir de la crisis, reparar a las provincias del NOA y proteger al ambiente, a través del sector de biocombustibles", cerró Cisneros.