Desde hace varios años, especialmente cuando las lluvias del verano provocan derrumbes, se habla de la “urgente” necesidad de tener una ruta alternativa a la 307 que conduce a los Valles. Sobre todo, porque Tafí se ha convertido en la principal atracción de la provincia y ocupa los desvelos de nuestros gobernantes. El año 2021 comenzó con una decisión gubernamental de materializar el camino por la Quebrada del Portugués.
Manzur anunció el acuerdo de construcción de la ruta, con el ministro de Obras Públicas de la Nación y el decano de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Tucumán. La obra unirá Monteros con Tafí del Valle a través de la Quebrada del Portugués. Se argumenta que habrá un impulso económico y una mejora en la calidad de vida de aquellos habitantes de la zona. Sin embargo, este proyecto no es nuevo, durante la gestión de Alperovich, la iniciativa fue presentada en la Federación Económica de Tucumán. En 1993, en la administración de Ramón Ortega se realizaron las pericias y planes para el proyecto, pero la iniciativa quedó en la nada. Durante la última dictadura militar, el entonces mandatario Antonio Bussi dispuso que se abriera el camino, pero la obra quedó paralizada, y la naturaleza se encargó de cerrar nuevamente la senda.
“Tener esa ruta alternativa es un desafío y una necesidad. Sería una obra sin precedente que además de impulsar el turismo, traería mejoras en las conexiones dentro de la provincia y en materia sanitaria porque cuando actualmente hay problemas con la ruta debemos volver a través y eso conlleva una considerable distancia y tiempo”, dijo el intendente monterizo. Según el funcionario, el nuevo camino dinamizaría y brindaría mayor seguridad al tránsito hacia El Mollar y Tafí del Valle porque tiene escasas pendientes y el recorrido es más reducido y menos riesgoso. El administrador de Vialidad de la provincia le dijo a LA GACETA que por el costo la obra es “inviable” para ese organismo, porque demandaría alrededor de un millón de dólares por kilómetro, y el trazado recorre 32,8 km. Consideró además que no era una prioridad en materia vial. En junio pasado, una doctora en Ciencias Geológicas señaló que en la zona del Fin del Mundo, en la ruta a Tafí del Valle, la roca dura está alterada por la humedad, por la vegetación. “En esas rocas se han degradado los minerales que la conforman, transformándose en otros que son más débiles -como arcillas- y entonces pierden la cohesión primaria, la dureza que tenían. Pasa lo mismo en la zona de la Quebrada del Portugués. Intentaron hacer un camino para el que se invirtieron millones y apenas completaron unos pocos kilómetros.
En esa zona, cada vez que llueve, hay derrumbes, porque hay roca dura, pero está sumamente alterada”, expresó. Si se encarara la construcción de esta nueva vía, sería importante que se efectuaran los estudios geológicos del caso para no repetir errores y gastar los dineros públicos en iniciativas inconclusas como la ruta Hualinchay-Colalao del Valle, a la que solo le faltó construir un puente para terminarla, y que era una alternativa a la 307. El argumento para no reanudar los trabajos fue que no era una prioridad. Si la nueva 38, la N° 9 y la N° 157 son rutas nacionales, las más importantes que surcan nuestra provincia, ¿cuáles serán las prioritarias, aparte de la 307, cuando se sabe que Tucumán no es un ejemplo de redes viales en buen estado?