Ya no es noticia que las personas alcancen los 90 años. Lo que puede llegar a serlo, especialmente en los países menos desarrollados, es que la longevidad vaya de la mano de buena calidad de vida. En nuestro país la expectativa de vida promedio es de 77,3 años. Y ya estamos viviendo, señala Silvia Gascón, directora del Centro de Envejecimiento Activo y Longevidad de la Universidad Isalud, de Buenos Aires, un fenómeno llamado “envejecimiento del envejecimiento”. Y en ese contexto, las acciones que encaremos a los 40 (o, mejor, desde antes) incidirán con fuerza en nuestra vida de adultos mayores.
“El envejecimiento es un proceso que cuesta aceptar -destaca Gascón-. A pesar de ser ineludible (de hecho, la curva de envejecimiento empieza alrededor de los 25 años) nadie quiere volverse viejo”, resalta. Hace además hincapié en que en esa falta de aceptación inciden miles de prejuicios, y que vejez no tiene por qué ser sinónimo de pasividad, dependencia, enfermedad... Pero, ¿cómo llegar a ser un viejo sano? La propuesta es lograr un “envejecimiento activo”, proceso que -se insiste- empieza cuando aún somos jóvenes.
“En las enfermedades del cerebro el familiar es parte del tratamiento”“Importa destacar que lo de ‘activo’ es válido para todas las edades y todas las situaciones. No implica actividad física solamente, y tiene metas preventivas, además de restauradoras y paliativas”, aclara.
Sencillo, pero ignorado
Hoy vamos a centrarnos en la prevención, que implica, en primer lugar, querer saber y ocuparse de ello. “Una de las variables que es clave para lograr un envejecimiento saludable es el control de la tensión arterial (HTA)”, destaca Florencia Waisman, cardióloga tucumana especialista en HTA, que, de hecho, hoy es considerada una de las causas principales de muerte prematura en el mundo.
“Sin embargo -agrega- muchas personas ni siquiera monitorean su presión regularmente; o, incluso sabiéndose hipertensos, no se ocupan por mantener su enfermedad bajo control”, destaca, y agrega: “estamos viendo cada vez más casos de hipertensión en adolescentes y jóvenes”.
“El control de la HTA es muy bajo; acá en la Argentina, y también en el mundo”, añade Waisman, y las cifras lo confirman: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 1.280 millones de adultos de entre 30 y 79 años están afectados, 46% de los cuales desconoce su condición. Un problema serio; y lo triste es que sería muy sencillo de manejar. Te contamos por qué y cómo.
Riesgo de discapacidad
Sucede que, además de ser el principal factor de riesgo de enfermedad cardiovascular (que en 2019 causó casi 100 mil muertes en Argentina) es también una de las más importantes causas de discapacidad: incrementa el riesgo de accidentes cerebrovasculares (ACV), de demencia, de insuficiencia renal y de retinopatías (causantes de ceguera). Y no son algo con lo que uno sueñe vivir de viejo, ¿verdad?
La soledad no deseada causa deterioro cognitivo“Los buenos hábitos empiezan temprano. Cuanto antes se pongan en práctica, más probabilidad habrá de mantenerlos, y eso será un beneficio en los años venideros. Si se mantienen en buenas condiciones los vasos sanguíneos del cerebro y del corazón durante la juventud y la mediana edad, habrá más probabilidad de gozar de buena salud a medida que se envejece”, destaca Gregory Day, neurólogo de la de Mayo Clinic, EE.UU., especializado en diagnóstico y manejo de Alzheimer y otras demencias. “Si la salud de los vasos sanguíneos se deteriora en la juventud, es difícil remediarlo más adelante; y el daño a los vasos sanguíneos del cerebro es un factor de riesgo para la demencia”, agrega.
Y no es complicado hacerlo con la HTA: “pocas enfermedades crónicas son tan fáciles de diagnosticar, y la primera medida es generar el hábito de monitorearla en el hogar, utilizando dispositivos automáticos, digitales y validados”, señala Marcos Marín, presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA). En cambio, resalta, para tratarla, en la mayoría de los casos, no son suficientes una dieta saludable, bajar de peso, hacer actividad física, dejar de fumar o consumir poca sal. “Todo eso es muy importante, por supuesto; pero es fundamental el seguimiento médico periódico, y -si el profesional lo considera necesario, la ayuda farmacológica”, advierte.
Cómo afectó la pandemia la salud mentalY, hay que destacar, esa ayuda no sirve aplicada de cualquier manera: “la terapéutica farmacológica debe estar basada en la administración periódica y sostenida de uno, dos y -muchas veces- hasta tres medicamentos combinados”, señala por su parte Nicolás Renna, vicepresidente de la SAHA. “El problema -agrega- es que, como la enfermedad no da síntomas, cuando las personas se sienten bien abandonan los tratamientos”.
La población femenina, Hacemos hincapié en las mujeres porque, como señala Gascón, vivimos un proceso “feminización del envejecimiento”. “Se observa un predominio femenino entre las personas mayores, y las proyecciones muestran que esta tendencia continuará”, advierte.
Mitos de salud en las redes socialesY hay una cuestión fisiológica que la mayoría de las mujeres ignora: desde que nacemos hasta llegar a la menopausia, estamos, -en comparación con los varones de la misma edad- más protegidas de eventos cardiovasculares, pero después no... “Las mujeres solemos estar muy conscientes de cómo prevenir el cáncer ginecológico. Y creemos que las enfermedades del corazón, y sus factores de riesgo, son ‘cosas de hombres’”, advierte Waisman.
“Pero lo cierto es que las mujeres sufrimos infartos o ACV, con más frecuencia de lo que creemos, y al enfermarnos, nos enfermamos más gravemente que los hombres”, resalta y enfatiza: “al llegar a la menopausia la frecuencia con que se tiene HTA aumenta; en Argentina, el 50% de las mujeres de más de 60 años sufre presión alta”.
Los datos erróneos sobre la pandemia“Por eso es importante que no sólo ‘acompañen’ al consultorio a su parejas a sus padres; es clave que empiecen ellas a controlarse. Y para eso es muy importante crear conciencia”, añade, y resume: “todos, la población en general, pero también el personal y los sistemas de salud, todavía tenemos mucho trabajo por hacer para lograr el control de la HTA”.
Saber para envejecer bien
la sociedad argentina de hipertensión arterial ofrece Un sitio donde podés sacarte las dudas La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial ofrece en su página web un espacio especialmente dirigido a la comunidad: el “Rincón del Hipertenso”. Allí incluye información específica en diferentes “pestañas”: ‘Personas con hipertensión’, ‘Niñez y adolescencia’, ‘Personas mayores’, ‘La presión en mi embarazo’, ‘La hipertensión no está sola’. Además en ‘El canal del hipertenso’, hallarás videos didácticos a cargo de profesionales especializados. También se desarrollan temáticas más generales como por ejemplo ‘Mitos de la hipertensión’, ‘Vida saludable’, ‘Cómo tomar la presión’ y ‘Actualidad’, entre otros. Se puede ingresar a través de la página de la SAHA (www.saha.org.ar) o en forma directa en www.rincondelhipertenso.com.ar.