Pensé que nunca iba a decir esto de un árbitro. Pero, realmente no puedo decir otra cosa.
Antonio Mateu Lahoz, el valenciano de 45 años, es el peor árbitro del Mundial; acompaño cada una de las palabras que dijo Emiliano “Dibu” Martínez, luego del triunfo argentino.
El juez español comenzó el partido tal cual es su estilo de conducción; dialogando con los jugadores. Hubo un par de infracciones fuertes (una de cada lado) y en ambas advirtió a Nicolás Otamendi y a Steven Bergwijn, los autores de las infracciones.
Pero después comenzó con la inoperancia de conducción. Cometió un error tras otro y el partido se le fue rápidamente de las manos.
Es impresionante la cantidad de tarjetas que sacó. Amonestó a ocho jugadores de Argentina (además de amonestar a Walter Samuel y a Lionel Scaloni) y le sacó tarjeta amarilla a siete futbolistas de Países Bajos. Para colmo no lo amonestó a Virgil Van Dick, quien metió el topetazo que originó ese tumulto sobre el final del partido, en el que debió amonestar a varios futbolistas.
Tuvo una impericia conductiva que llama la atención para un árbitro que dirige una Copa del Mundo.
Pero claro, hubo arbitrajes muy pobres durante este Mundial; y una muestra de ello es que la FIFA ya mandó de vuelta a casa a tres jueces; entre ellos a Daniel Siebert, el alemán que perjudicó de manera ostensiblemente a Uruguay contra Ghana, en lo que fue su último partido en este certamen.
El arbitraje de este juez valenciano fue sencillamente horrible. En ningún momento tuvo el control del partido, en ningún momento mostró autoridad y eso se vio en que varios jugadores le reclamaron de manera permanentemente, incluso luego de haber sido amonestados.
Fue lamentable su inoperancia de conducción.