El municipio de Concepción le ha imprimido mayor ritmo a las obras públicas en la ciudad. Sin embargo, algunas de las más importantes, acusaron contratiempos inesperados en los últimos días. Uno de los casos que indignó a las autoridades comunales fue el robo de columnas que se dio en los trabajos de iluminación de las dos subidas y dos bajadas de la traza nueva de la ruta 38 y del distribuidor de tránsito próximo a esa carretera.

El otro imprevisto que desvela al intendente, Alejandro Molinuevo, es la rotura de cañerías, con anegamiento en varias calles del municipio, que desencadenó la habilitación de un pozo de agua en el sector noroeste. Al parecer los conductos, al ser antiguos, no soportaron la presión que le imprimió el incremento del flujo del líquido.

Repudio vecinal

El episodio que generó el repudio de la comunidad se produjo en la madrugada del viernes. Desconocidos se alzaron con tres columnas de hierro de 8.20 metros que se colocaron en su base de cemento, pero que aún no habían sido selladas.

El daño patrimonial supera los $ 600.000 según se estimó. Los postes fueron colocados ese mismo viernes en la salida (dos) y bajada ( uno) sur de la ruta. Al amanecer ya no estaban. “Estas acciones delictivas fueron hechas por más de una persona y con una logística importante de movilización. No se utilizó un vehículo común”, advirtió Lauro Sánchez, director de Luminotécnica de la municipalidad.

Explicó que los trabajos de instalación de los postes comenzaron a ser ejecutados hace tres días en ese sector que involucra el distribuidor de tránsito que orienta el movimiento vehicular hacia las rutas nacional 38, la provincial 329 y la Avenida del Bicentenario, la que desemboca en la rotonda sur de la ciudad.

Comprende, en una primera etapa, la colocación de 200 columnas para iluminar y dar seguridad a esa zona. La segunda etapa del proyecto comprende la iluminación de los tres kilómetros de la Avenida del Bicentenario. Se trata de una obra que viene postergada desde hace más de 10 años.

POSTES DE ILUMINACIÓN. No terminaron de ponerlos, y los robaron. la gaeceta / fotoS de rodolfo casen

Tras los compromisos de ejecución incumplidos por las distintas gestiones de gobiernos de la Nación, el intendente Molinuevo resolvió encararlo con recursos propios. “La iluminación de la Avenida del Bicentenario y del acceso a la traza nueva de la 38 es un proyecto sobremanera anhelado no solo por los vecinos de nuestro municipio, sino también de otras comunidades aledañas que con frecuencia están obligados a transitar por esta zona. De noche, en razón de la oscuridad que reina, están expuestos a accidentes y robos”, observó el jefe comunal.

“La inseguridad quedó demostrada con el robo de las columnas. Indigna por el daño patrimonial y la demora que ocasiona, pero hay que seguir adelante”, sostuvo.

El secretario de Gobierno, Francisco Herrera, dijo que ese hecho delictivo se produjo pese a que la municipalidad paga a personal de seguridad a fin de que realicen controles en el sector en que se está trabajando. “Es un descuido que obliga ahora a los uniformados a redoblar los recorridos”, apuntó. El funcionario expresó que no cree que lo sucedido tenga un móvil político. “Es difícil pensar que haya alguien que no quiera que la obra se concluya, No es coherente concebir que haya intencionalidad política”, insistió.

Anegamiento

En el sector noroeste de la ciudad de la carencia de agua, padecida con angustia por los vecinos en los últimos meses, se pasó a la abundancia excesiva.

Numerosas calles de esa zona y próximas al microcentro permanecen anegadas luego de las roturas que acusaron las cañerías del servicio. Fue luego de que el municipio procediera a la habilitación de un pozo instalado en el barrio Zavalía, uno de los castigados por la escasez de agua.

“El pozo que fue reparado le imprimió una presión a los conductos que no la soportó. Es que son antiguos y hay que renovarlos”, expuso Herrera.

La SAT, ante el reclamo de los pobladores y de la municipalidad, desplegó un plan de trabajo de emergencia en los distintos sectores afectados por el colapso de las cañerías. “Frente a esta urgencia la SAT pone las maquinarias y mano de obra y el municipio los caños a fin de que lo más antes posible se solucione este inconveniente”, sostuvo el secretario de Gobierno. Según Carlos Tarulli, secretario de Obras Públicas en los últimos años la intendencia de “La Perla del Sur” aportó a la comunidad más de 30.000 metros de conductos cloacales y otros 10.000 de agua potable. “Son obras que tendría que haber ejecutado la SAT”, concluyó.