José Luis Espert fue uno de los tantos economistas que expresaron su muestra de dolor por el fallecimiento del profesor Víctor Jorge Elías. En su cuenta en Twitter, el diputado nacional por “Avanza Libertad” había calificado al tucumano como “un genio de una humildad inigualable, que tuvo la posibilidad de tratar personalmente con él cuando fue jurado de su tesis doctoral sobre Econometría. “Aprendí muchísimo de su mente brillante y abierta. Mi más sentido pésame a familiares y amigos”, había escrito.
Espert consideró que “lo más lindo de esta vida, es que toda la gente nos recuerden como buenas personas antes que todo lo demás. Víctor Elías, fue, es y será un abanderado de lo que llamamos esas buenas personas”, definió en su charla con LA GACETA. El economista destacó que esa fue la primera virtud que resaltó en Elías cuando lo conoció: el buen sentimiento y la humildad para tratar con los demás. “Y esto cobra más fuerza si tomamos en cuenta que Víctor ha sido un hombre de un extraordinario reconocimiento a nivel mundial”. Elías obtuvo el Título de Doctor of Philosofhy (Economics) de la Universidad de Chicago, Estados Unidos en 1969, revalidado por la Universidad Nacional de Tucumán, con el Título de Doctor en Ciencias Económicas en 1977. Fue reconocido como uno de los mayores especialistas en crecimiento económico de América Latina, miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas y de la Asociación Argentina de Economía Política, que presidió en dos oportunidades. En 1996 fue premiado con un Konex al Desarrollo Económico.
“Además de todos sus logros personales y profesionales, la mayor calidad en él como persona ha sido su generosidad , siendo tan brillante y con tanto reconocimiento internacional, algo poco frecuente en las personas”, subrayó Espert durante el diálogo telefónico que mantuvo con nuestro diario.
En ese sentido, continuó: “la fama, muchas veces, afecta negativamente a las personas. Sin embargo, en Víctor Elías nada de eso ocurrió. Siempre fue el mismo, con una humildad extraordinaria. Aprendí mucho de cuando estuve en Tucumán, hacia fines de la década de 1980”.
Espert insistió sobre las enseñanzas que le dejó cuando fue jurado de su tesis doctoral, pero también resaltó la figura de su hijo, Julio Elías, que fue director de aquella tesis en la Universidad del CEMA. “El hijo va por el mismo camino. A mi me queda como reflexión general que Víctor Elías ha dejado una huella grande de ese hombre brillante, de una generación extraordinaria de economistas que no sólo es el orgullo de su familia, de Tucumán, sino también de toda la Argentina”, finalizó.