León XIV en Líbano: un llamado a transformar la paz en vocación y compromiso

Ante representantes de la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático, el Papa llamó a ser constructores de reconciliación y de convivencia, tomando ejemplo de las mujeres.

El Papa firma el Libro de Honor del Palacio Presidencial junto al presidente y su consorte   (@Vatican Media) El Papa firma el Libro de Honor del Palacio Presidencial junto al presidente y su consorte (@Vatican Media)
30 Noviembre 2025

En el marco de la gira por Turquí y Líbano, León XIV pidió convertir la paz en un proyecto cotidiano y compartido, al dirigirse a las autoridades, representantes de la sociedad civil y al Cuerpo Diplomático reunidos en el Palacio Presidencial de Beirut. 

El Pontífice apeló a la responsabilidad común de construir reconciliación y convivencia, y destacó de manera especial el papel de las mujeres, a quienes definió como trabajadoras imprescindibles por la vida y la paz. También instó a los líderes del país a frenar la “hemorragia de jóvenes y familias” que emigran en busca de futuro.

Tras la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto Beirut-Hariri y los encuentros privados con el presidente libanés Joseph Khalil Aoun, el titular de la Asamblea Nacional Nabih Berri, y el primer ministro Nawaf Salam, el Papa centró su discurso en el desafío de ser artífices de paz en un contexto marcado por incertidumbre y tensión. “Bienaventurados los que trabajan por la paz”, comenzó, reconociendo la complejidad del momento que vive el Líbano y tantos otros países.

Un recibimiento bajo la lluvia y el “Cedro de la amistad”

A pesar de la intensa lluvia, el pueblo libanés salió a las calles para saludar al Pontífice durante su recorrido en Papamóvil. En el Palacio Presidencial, fue recibido por el mandatario y su consorte, con quienes intercambió regalos, firmó el Libro de Honor y participó en la plantación simbólica del “Cedro de la amistad”. Luego, ante cientos de invitados reunidos en el “Salón 25 de Mayo”, el presidente dio la bienvenida al Papa y subrayó la fe y la resistencia del pueblo libanés, consignó el sitio Vaticannews.va.

“No moriremos, ni nos iremos, ni nos desesperaremos, ni nos rendiremos”, expresó el mandatario, destacando la convivencia entre cristianos y musulmanes bajo una Constitución que garantiza igualdad de derechos.

León XIV destacó la capacidad del pueblo libanés para sobreponerse a cada crisis y volver a levantarse con valentía. “La obra de la paz es un continuo recomenzar”, afirmó, señalando que construirla exige tenacidad, perseverancia y la voluntad de abrazar la esperanza incluso frente a aparentes derrotas. El Papa remarcó que la resiliencia del Líbano es un recurso esencial en tiempos en que, según dijo, prevalecen el pesimismo, el estancamiento y decisiones contrarias al bien común.

A las autoridades les pidió mantener un vínculo estrecho con la ciudadanía y hablar “una sola lengua: la lengua de la esperanza”, capaz de promover nuevos comienzos y una visión compartida del país.

El largo camino de la reconciliación

Como segundo pilar para forjar la paz, el Papa habló de la necesidad de la reconciliación, especialmente cuando las heridas históricas requieren generaciones para sanar. Señaló que la reconciliación debe crecer a la par de la verdad y que solo puede ser duradera si se sostiene en un objetivo común y en la voluntad de que el bien prevalezca por sobre los agravios del pasado. Subrayó que la cultura de la reconciliación necesita tanto del coraje ciudadano como de autoridades e instituciones que prioricen el bien común.

“La paz -dijo- es mucho más que equilibrio; es aprender a convivir como personas reconciliadas, trabajar juntos y construir un futuro compartido”.

Permanecer en la patria: un acto de esperanza

El Pontífice reconoció el sacrificio de quienes eligen permanecer en su tierra o regresar a ella. Describió como “hemorragia” la salida de jóvenes y familias que buscan oportunidades fuera del país, un fenómeno que afecta no solo al Líbano sino a todo el Levante. Aunque valoró los aportes de la diáspora, advirtió que quedarse y contribuir al desarrollo de la paz y la “civilización del amor” es un acto profundamente valioso.

Las mujeres, eje de la paz social

En un pasaje destacado de su discurso, León XIV resaltó el papel insustituible de las mujeres en la construcción de paz. Aseguró que poseen una capacidad única para custodiar y fortalecer los vínculos esenciales con la vida, las comunidades y el territorio. Su participación en la vida social, política y religiosa -indicó- es un motor de renovación en el Líbano y en el mundo.

Al cerrar su intervención, el Papa evocó la música y la danza libanesas como símbolos de alegría, identidad y convivencia. Afirmó que la paz es también un don que brota del corazón y se expande como una melodía que invita a avanzar juntos, “armonizando los pasos con los demás”. Con ese mensaje de comunión, agradeció al presidente y expresó su deseo de que crezca en el pueblo libanés un profundo anhelo de paz nacido de Dios.

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