“El FMI exigirá acomodar los desequilibrios”, afirmó el economista Federico Vacalebre

En diálogo vía zoom, opinó que la situación macro requiere una corrección de fondo y un plan de estabilización.

El economista Federico Vacalebre evaluó anoche la marcha de la economía nacional, las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las últimas medidas fiscales y cambiarias, y trazó una perspectiva de corto plazo para la macro economía pre y post electoral.

Consideró que el Gobierno y el Fondo “tiran la pelota hacia adelante”, ya que la situación en términos macro “es algo comprometido” y se necesita para acomodar el rumbo “una política de shock”, de manera que el próximo Gobierno, sea del color político que gane, “tendrá que hacer un reordenamiento de las cuentas del Estado más contundente”. Y estimó: “si no se repite la sequía, se puede recuperar el ingreso que se perdió este año (se estimó en U$S 20.000 millones).

El diálogo se realizó vía zoom. En qué situación estamos, se le consultó. ¿Hay que preocuparse?

-El punto de partida es el ajuste del tipo de cambio, y se replicó con la suba y baja del dólar “blue” y con los dólares alternativos que se ajustaron. Todo en respuesta a las medidas que se tomaron el lunes, luego de las negociaciones con el FMI. Para simplificarlo: tienen que ver con cuatro puntos esenciales. Esas modificaciones tuvieron que ver con la simplificación del tipo de cambio; se equiparó el dólar solidario con el dólar tarjeta. Fue una devaluación de un tipo de cambio que ya venía retrasado. Después se unificó el Impuesto PAÍS tanto para bienes (7,5%) como para servicios (25%), y respecto de las economías regionales, se estableció de nuevo un dólar diferencial a unos $ 340 hasta el 31 de agosto. O sea, regirá para todas las exportaciones. Todo esto es una respuesta al FMI, una manera de salvaguardar este tema hasta pasadas las elecciones. ¿Y esto por qué? Hay un vencimiento importante de U$S 3.000 millones hasta el 1 de agosto. Esto se abonará con un desembolso del Fondo ahora y hay otro en noviembre.

¿Es decir que le pido plata al Fondo para pagarle a ellos?

-Así es. Son compromisos que hay que cumplir. Pero falta saber cuál es el acuerdo que se firmó, y lo preocupante, en términos macro, es las principales metas que se había fijado el Gobierno no las cumplió. Son tres: el déficit fiscal, se incumplió por unos U$S 7.000 millones; las reservas a junio tendrían que estar en U$S 9.000 millones y hoy son negativas cercanas a poco más de U$S 7.000 millones; y finalmente la emisión monetaria concreta y directa para asistir al tesoro nacional. En síntesis, ninguna de las tres se cumplió, a pesar de que en los primeros 6 meses se hizo una reducción considerable por prestaciones sociales. Pero evidentemente no alcanzó -porque se cayeron los ingresos por derecho de exportación, más la sequía-.

¿Cómo se entienden los discursos políticos de campaña. El FMI es el bueno o malo de la película?

-Ni lo uno ni lo otro. Es un organismo con el que te obligas a contraer una deuda, porque entonces el mundo no te prestaba. La deuda siempre es más barata. Y nadie te obligó a ir a pedirle un préstamo.

¿Está bien que el FMI me plantee esas exigencias?

-Por supuesto. Es para asegurarse el pago y cumplir con lo que se pactó. Ahora veo un corrimiento por la situación post pandemia y la sequía. Se contempla “correr la pelota” hasta noviembre, cuando harán el segundo desembolso para pagar lo que lo que vos le debes a ellos mismos.

Ahora, a la larga, y a la no tan larga, los desequilibrios macroeconómicos en materia fiscal, financiamiento y reservas, son cuestiones que se van a exigir. Entiendo que se tomaron estas medidas como “un guiño al FMI”, porque exigían algún tipo de cambio; es una devaluación fáctica con un dólar que venía retrasado. Vamos a ver ahora que nos espera para julio, donde, con este corrimiento, la inflación este más cerca al 7% que al 6%.

¿O sea una inflación mayor?

-Por supuesto. Además, cuando estas con un tipo de cambio diferencial para las economías regionales, entre otras, eso impactó en el tema de las importancia y lo hará en el corto plazo en la actividad.

¿Es imposible unificar el dólar?

-Es lo que el Fondo exige. Son correcciones de fondo y un programa de estabilización que en algún momento se tendrá que dar, con ciertos costos que no son agradables. ¿De qué depende? Es bastante complejo. Cualquiera sea el color político que gane, tendrá que ser a mayor. Para eso será necesario un acuerdo político para no complicar más la economía y a la sociedad cada vez ajustada por la inflación. Cuando más se tarde en hacer esas correcciones, más duras serán. Sobre todo cuando hay que aplicar una política de shock. A partir de agosto las carteras se dolarizan por las elecciones, y no sería raro que haya una presión más fuerte en el mercado cambiario. ¿Si habrá mas pobreza? Si, porque hay sinceramiento de variables y es muy difícil articular la macroeconomía. Al que le toque gobernar, deberá asegurar la gobernabilidad con generosidad y madurez.

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