La sociedad entró en pánico. Hubo filas de vehículos en las estaciones de servicio, pero no pudieron ganarle a la suba de precios. En los comercios, desaparecieron los precios de las góndolas y hasta se frenaron las operaciones como en el caso de los artículos de electrónica, de materiales para la construcción y hasta la venta de vehículos. Todos los actores sintieron el impacto de una devaluación del 22% del tipo de cambio oficial. Los hombres de negocio actualizaron los valores de los productos y hasta se cupificó la venta de mercaderías como el aceite o el azúcar. Lentamente, las industrias alimenticias acercaron a la cadena de distribución los nuevos valores con un reajuste promedio del 25%. Los aumentos más significativos de las nuevas listas se dieron en aceites (20%), yerbas, y arroz (25%), y bebidas (15%).
Los rubros dedicados a la gastronomía, a la indumentaria y hasta las casas de electrodomésticos empezaron la semana con una seguidilla de aumentos en sus precios. Alrededor de un 20% fueron los incrementos de principios de semana en Tucumán.
El mayor impacto cayó sobre los electrodomésticos “de línea blanca” (lavarropas, heladeras y aires acondicionado), según Eduardo Barrientos, gerente de un comercio. “Después de la devaluación, hubo una variación tremenda de precios”, agregó. Además, cuando LA GACETA le consultó, acababan de notificarle acerca de un cambio de tasa de financiación del crédito propio. Indicó que podría pasar lo mismo con las tarjetas de crédito, pero que aún no tuvo novedades. “El problema que tenemos ahora es la reposición, porque los proveedores nos clausuraron las entregas; incluso de compras ya realizadas”, advirtió.
Remarcó que la sucursal en la que trabaja es parte de una “empresa sólida con un gran stock en las espaldas” por lo que podrán hacerle frente a la incertidumbre de la situación. Además, contó que notó una importante concurrencia de gente el día lunes; todos buscaban deshacerse de su efectivo para abastecerse de aparatos para el hogar.
Barrientos comentó que tampoco tienen novedades acerca del costo de reposición que tendrán, porque cada proveedor negocia en el momento, según los precios. Más allá de eso, se espera más ventas. “Se está generando la idea de querer desprenderse de la plata. Además el “Ahora 12” en la mente del argentino está grabado a fuego”, resaltó.
En ese mismo sitio se encontraba María del Valle Núñez, averiguando el precio de las licuadoras. Aseguró que compra sólo porque le hace falta, no porque haya visto algún incremento.
Aún así, advirtió que sí notó un gran aumento de precios en los medicamentos. “Yo pagaba uno que necesito por mis enfermedades, y que me dan con descuento, a $ 2.000 la semana pasada. Hoy fui y ya costaba $ 5.000”, se quejó. “Está todo caro. En mi casa hasta dejé de comer carne, porque estaba muy cara; ahora sólo compramos pollo”, agregó.
El conflicto con los productos importados también se está sintiendo en las casas de indumentaria y calzado, donde -por ejemplo- Gustavo Heredia explicó que hubo un aumento del 10%. “De a poco van aumentando. También estamos teniendo problemas con los proveedores, el dueño nos mandó un mensaje diciendo que no le atienden el teléfono y no le pasan los precios actualizados”, dijo el encargado de un local de ropa deportiva y zapatillas.
Sin embargo, no se mostró preocupado por la situación porque advirtió que “siempre pasa”. “Esto es pasajero, para la época de elecciones siempre ocurre lo mismo. Lo que sí, es que ayer vino mucha gente a comprar, a ver precios, y eso nos pareció inusual”, remarcó el empleado.
El combustible
Otra evidencia de la incertidumbre económica se plasmó en las estaciones de servicio. Ayer por la mañana, la mayoría de ellas no estaban vendiendo nafta. “La única explicación que hay es que no tenemos. No nos llegó, ni sabemos si va a llegar”, dijo Marcos Castaña, de una estación ubicada en Ejército del Norte y Mendoza. Además, estimó que podría llegar con un incremento “de más del 24%”. “Nosotros somos los únicos que esta mañana (por ayer) estábamos vendiendo súper y había una fila impresionante”, contó el empleado.
Agregó que “los clientes venían a decirnos que las otras estaciones estaban cerradas, venían desesperados por cargar. Es lo mismo que pasó con el gasoil en marzo, pero ahora es la nafta”.
“No conseguí en ningún lado, pasé por tres lugares. La verdad que tengo mucho miedo al tema de los aumentos, de que no se pueda sostener. El tema es que no es de ahora, sino que desde hace mucho que vienen subiendo los precios poco a poco”, expresó el automovilista Sebastián Brito.
En tanto, en la fila de un supermercado se encontraban Silvia Canseco y Martín Hernández, que compartieron diferentes quejas acerca de la situación económica del país. “Compro todos los días (alimentos) y los voy guardando. El tema es que la plata no alcanza porque cada día hay algo que aumenta”, dijo la mujer. Sobre esto, el hombre agregó: “vengo de otro super y me dijeron que los empleados estuvieron toda la noche remarcando los precios. Hay una variación enorme; por eso vengo a comprar lo esencial, aceite, harina, azúcar, té y esas cosas”.
Canseco reconoció que pasó por la carnicería y también notó un aumento. “La semana pasada compré peceto a $ 2.600. El viernes fui de nuevo y ya costaba $ 3.500”, subrayó. Facundo Rojano, de una carnicería del centro, contó que “por ahora los precios no subieron”. Aseguró que “el aumento tarda en impactar en el mostrador”, por lo que “hay mucha gente que está aprovechando para abastecerse porque supongo que alguna suba va a haber, como está subiendo absolutamente todo”. En el rubro de la carne, los aumentos de precio son irregulares. “Por ahí pasan tres o cuatro meses sin que suba, y después de repente aumenta un 20%. Hace dos semanas tuvimos un aumento de ese porcentaje y desde febrero que no había”, indicó Rojano. (Producción periodística Bárbara Nieva)
Cómo impactaron las variaciones de precios en los diferentes rubros y en los consumidores
- Molestia de los usuarios: los ciudadanos se mostraron tensos por a la falta de combustible en algunas estaciones
Por falta de precios, la mayoría de las estaciones de servicio dejaron de vender combustible y los consumidores expresaron su molestia a los empleados. Durante la mañana de ayer, los usuarios tucumanos recorrieron la Capital buscando dónde cargar sus vehículos.
“Los incrementos vienen surgiendo cada dos o tres fines de semana. Hoy se disparó el dólar y las estaciones de servicio están totalmente paralizadas”, dijo Gabriel Ponce, empleado de una estación ubicada en avenida Roca y 9 de Julio.
Por esto, indicó, recibió una serie de insultos: “la gente se siente molesta y nos dice que somos una manga de gatos, corruptos, de todo un poco”. “Lamentablemente tenemos que agachar la cabeza y decir que no hay combustible y que hay que esperar un par de días hasta que se regularice el dólar”, sostuvo el empleado.
“Yo también utilizo combustible y cada vez nos rinde menos. Trabajamos todos los días, ocho horas y la plata no nos alcanza. Estamos cobrando la hora y eso se gasta en combustible”, agregó.
- El pan, a la expectativa: podría haber un incremento del 20% en panaderías, dijo el presidente de la cámara
Otro sector que podría sufrir un aumento de precios es el rubro panadero. Pablo Albertus, presidente de la Cámara de Industriales Panaderos, informó que el rubro se mantiene con incertidumbre frente a los precios de sus principales materias primas, como la harina.
“Seguimos esperando que se expida la Secretaría de Comercio de la Nación; estamos con las expectativas de que todas vengan con un 20 o 30% de aumento”, comentó.
Además, sostuvo que los proveedores de estos insumos suspendieron algunos de los pedidos que ya tenían planificados para la semana. “Hay colegas que lamentablemente tuvieron que aumentar porcentajes según el stock que tienen porque no tienen costo de reposición”, aseguró el titular.
En este marco, alertó que “los impactos son problemáticos”. Y explicó: “Todo tenés que trasladarlo a los costos, y con la devaluación del 23%, será ese el margen al que se tendrán que acomodar todos los sectores. Mientras, trabajamos hasta que tengamos stock”.
- Más restricciones: corralones y proveedores de la construcción recortaron las ventas
El presidente de la Cámara de Construcción de Tucumán, Jorge Garber, indicó que si bien “no hay obras paradas en estos momentos”, están “ralentizadas por la falta de fluidez en el envío de fondos por parte de Buenos Aires en la redeterminación de precios en la obra pública”.
En cuanto a las obras previstas, manifestó que se están ejecutando de manera normal pero “con una determinada especulación” acerca de los materiales que se requieren. “Porque se compra lo necesario para hoy porque mañana puede subir; ahora la situación cambió radicalmente del viernes al lunes”, dijo Garber.
Y contó que también hubo problemas con los proveedores con respecto a los valores de referencia de los materiales. “Si se cierra una orden de compra de 100 bolsas de cemento en $270.000 el viernes y querés ir a retirar el lunes, te dicen que no saben qué precio tiene porque ya perdió el valor de referencia”, explicó.
En este sentido, advirtió que “el problema es que hasta hoy sigue esa pausa, está faltando ese valor y por eso estamos preocupados”.
Sin precios de referencia: hay negocios que tuvieron que subir el valor de sus productos frente a la incertidumbre
“Hoy es un día distinto”, dijo Cecilia, acerca de la situación que vivió el comercio ayer -y el día anterior a ese- por las imprecisiones acerca de los precios que ha alcanzado a diferentes sectores.
La mujer trabaja en un local de descartables, ubicado en Monteagudo y San Juan. Contó que los proveedores no les están vendiendo los insumos y que por eso deben subir los precios. “Los clientes vienen y nos dicen que antes vieron un precio y ahora hay otro. Es una cadena; el emprendedor, el proveedor y los vendedores tenemos que retocar los valores”, explicó la empleada.
Además, comentó que “la venta está un poco estancada” y que por la incertidumbre respecto a los valores de referencia -que todavía no fueron comunicados por sus proveedores- se vio en la necesidad de aumentar los precios en un 20%.
“Somos cinco mujeres las que trabajamos y todas dependemos de este local. Siento incertidumbre por mí, por el cliente y por el proveedor también, que tiene que actuar, como todos”, agregó Cecilia.
- Un 20% más en bebidas: las bebidas alcohólicas aumentaron su valor. el testimonio de un vendedor
Ariel trabaja en un local de venta de bebidas alcohólicas ubicado en Rondeau y 9 de Julio. Alertó que sus proveedores aumentaron un 20% los valores de dicho producto, como así también tuvo que hacerlo él en su negocio.
“Nos afecta en algunas bebidas, como las importadas, por ejemplo. Algunos whiskys; los Black Level, los Johnie Walker, que están entre $13.000 y $16.000”, detalló el vendedor.
Advirtió que no están aumentando el valor de todas las bebidas porque “algunos proveedores todavía no pasaron la lista nueva”. “Tenemos que ver con ellos qué precios nos pasan y tratar de que el cliente siga comprando. La idea es tratar de mantener un precio que nos sirva a todos”, aseguró Ariel.
En tanto, mencionó los valores de algunos vinos. “Este Fabre Montmayou estaba en $1.800, ahora está a $2.600. A los más económicos tratamos de no tocarlos mucho, como el Cordero, que estaba a $1.200 y ahora está a $1.500”, remarcó.
- Góndolas sin precios: los valores de los productos no fueron exhibidos en un super con largas filas
En uno de los supermercados de Tucumán se detectaron largas filas de personas que buscaban abastecerse de mercadería. Alertaron que se encuentran expectantes al aumento de precios en el rubro alimenticio y decidieron acercarse a comprar lo más pronto posible.
Los ciudadanos se encontraron con que la sucursal ubicada en avenida Brígido Terán al 700 había quitado los precios de sus productos en las góndolas. “Ningún producto tenía precios. Tuve que traer nada más, porque necesito”, dijo una mujer, a modo de queja.
En tanto, una pareja contó que fueron al supermercado porque esperaban un posible aumento de precios para los días siguientes. “Aunque vengas a buscar precios, lo mismo está todo elevado. Vamos a llegar a un límite donde el trabajador pobre la puede pasar peor”, lamentó la señora.
Siguió el reclamo otra mujer, que dijo: “Ahora están remarcando los precios de nuevo. Usted se va, vuelve en un rato y ya es otro precio. Es algo de terror. A los jubilados ¿para qué nos va a alcanzar?”.