El título es un refrán que solía decir mi abuela. Y viene a cuento por lo que sigue. Hace pocos días ingresé a mi homebanking para saber si me habían depositado los haberes jubilatorios de agosto. Pues sí, pero con sorpresa leo que figuraba un débito por $ 495. Hice clic para ver a qué correspondía y apareció como responsable Epico SA. Ni idea de qué es “eso”. Googleé y encontré que es una firma que se encarga de hacer cobros. Entré en otros links relacionados y encontré un larguísimo rosario de quejas de gente -en su mayoría jubilados o pensionados- que sufrían el mismo problema que yo. En el acto llamé al banco y en cuanto terminé de explicar el problema, me “desdebitaron” los $ 495, aduciendo que no es responsabilidad del banco lo sucedido. La atención de la empleada bancaria y su velocidad para deshacer el entuerto, ¡muy bien 10!; pero... en la lista de quejosos, el banco figura a la cabeza de los nombrados. Lo cuento porque ya encontré a otras víctimas del hurto hormiga. Y aquí me acordé del refrán e hice unos cálculos estimativos. Pueden ser muuuuchos los jubilados/ pensionados/ etc. que están siendo “rapiñados” de a poquito, y juntar de este modo buenísimas cantidades de dinero. Así que sugiero a mis pares que estén atentos a posibles robos hormiga, y que si los detectan llamen inmediatamente al banco responsable. Agradezco a LA GACETA este espacio que nos brinda para ayudarnos entre nosotros.
Silvia Ragout
silviaragout@gmail. com




















