¿Qué llevó a Sergio Massa a medir la inflación semanal?

El eterno juego entre las expectativas políticas y la realidad económica de los argentinos.

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¿Qué lleva al ministro de Economía a medir la inflación semanal? En el mercado no recibieron con buenos ojos que Sergio Massa avance con la idea de difundir un Índice de Precios al Consumidor (IPC) semanal. Independientemente de que el Gobierno considere que es necesario monitorear de cerca los precios, el contexto importa: a la gestión del difuso presidente Alberto Fernández le quedan menos de tres meses de mandato y, justo ahora, que se avecina una elección nacional, el 22 de octubre, surge esta idea.

La historia argentina está plagada de ejemplos que dan cuenta de que, cuando la política se inmiscuye en las estadísticas, los resultados generalmente no son óptimos. Un claro ejemplo de esa intervención se dio en tiempos de Cristina Fernández de Kirchner cuando su entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, “disciplinaba” a empresarios y a consultoras que se animaban a opinar de un modo contrario a los datos que por aquel tiempo (2015) difundía el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). 

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La intervención en los datos le costó un millonario juicio a la Argentina de tenedores que consideraron que se manipulaba el resultado de la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) para que el país pague de menos o no lo haga los cupones de los títulos atados al crecimiento.

Al organismo que hoy dirige el economista Marco Lavagna le costó mucho tiempo recuperar el prestigio perdido y lo hizo en base a la calidad de sus técnicos que, en los tiempos kirchneristas, no podían decir nada acerca de las mediciones. Hoy el Indec goza de buena salud y nadie se atreve a cuestionar, por ejemplo, que haya medido un 12,4% de inflación durante agosto, el mes de la devaluación brusca que se trasladó inmediatamente a todos los precios.

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De allí la inconsistencia de la iniciativa del ministro de Economía de difundir lo que el mercado ya denominó el “IPC Massa” que se calculará en base a datos del organismo estadístico y de otras fuentes. Una aclaración no menor: los datos del Indec llevan el sello del secreto estadístico, por lo que habría que preguntarse si la recolección de datos anticipada puede llegar a incidir en el resultado del informe que habitualmente difunde el organismo rector, a mediados de cada mes.

Un informe de la Secretaría de Política Económica, a cargo del economista Gabriel Rubinstein, revela que en las próximas mediciones semanales, que comenzaron a difundir ahora, debería acentuarse la desaceleración de los precios. El propio Rubinstein informó que ese reporte se difundirá todos los viernes. Los analistas consideran que esta mecánica puede llegar a condicionar el informe estadístico mensual del Indec.

Se trata del eterno juego entre las expectativas políticas y la realidad económica de los argentinos.

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