Lo que ocurrió en Marsella fue lo que se esperaba que ocurriese entre el anfitrión y uno de los principales favoritos al título (Francia) y uno de los más débiles y goleados del torneo (Namibia): es decir, una paliza. Fue 96-0 para los galos, que así recuperaron la cima del Grupo A, de la que habían sido despojados ayer por Italia. Suman 13 puntos contra 10 de los italianos y cinco de Nueva Zelanda. Uruguay y Namibia cierran las posiciones de la zona sin unidades.
Un partido tan desparejo no merece un análisis muy concienzudo. Después de ganarle a Uruguay con una formación alternativa, Francia puso mayoría de titulares contra los Welwitschias, así que la pregunta no era si iba a golear, sino por cuánto. ¿60?, ¿70? No, fueron casi 100, con tres tries de Damian Penaud, dos de Jonathan Danty, dos de Charles Ollivon, dos de Louis Bielle-Biarrey, uno de Thibaud Flament, Antoine Dupont, Baptiste Couilloud y Melvyn Jaminet, además de un try penal. O sea, una lluvia de tries sobre Namibia, que de todos modos ya está algo acostumbrado a estos resultados. De hecho, tiene el "honor" histórico de haber recibido la mayor goleada de la historia de los Mundiales: 142-0 a manos de Australia.
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La goleada no le salió gratis a Francia: su medio scrum Antoine Dupont, una de sus grandes figuras, debió salir de la cancha tras sufrir un cabezazo de un rival en el rostro y fue derivado a un hospital para que se le hicieran estudios. Los franceses esperan buenas noticias sobre su diagnóstico, ya que antes del Mundial habían sufrido la baja del apertura Romain Ntamack (otra de sus figuras) por rotura de ligamentos cruzados de la rodilla izquierda.
Namibia enfrentará el miércoles a Uruguay en Lyon, mientras que Francia volverá a jugar recién el 6 de octubre, contra Italia, también en Lyon.