14 Noviembre 2023
La avenida Solano Vera es, desde hace mucho tiempo, una vía de comunicación imprescindible tanto en todo el sur de Yerba Buena como entre esta ciudad y los barrios y localidades al sur de su jurisdicción, como El Manantial y San Pablo e incluso Lules. De tránsito intenso, llena de comercios y desbordada, ha sido calificada como “la más caótica” por vecinos y por urbanistas y es escenario de conflictos cotidianos y hasta de accidentes frecuentes.
Las explicaciones sobre lo que sucede, tal como se cuenta en nuestra producción periodística del domingo pasado, radican en el crecimiento exponencial que ha tenido la “Ciudad Jardín” tiene el 35,6% más de población que en 2010 y sumó el 55% más de viviendas. Se ha convertido, como dijo el ex subsecretario de Planeamiento Urbano, en “una especie de madre contenedora de otras comunas cuyos habitantes no pueden resolver cerca de sus domicilios cuestiones como comercio, educación, salud, recreación, etcétera”. Se refiere, efectivamente, a que los servicios de Yerba Buena son aprovechados por los habitantes de las comunidades que la rodean, incluso, en muchos casos, de San Miguel de Tucumán, que acuden a comercios, bancos, supermercados, cafés, colegios y otros servicios de la ciudad pedemontana.
En ese contexto, la Solano Vera registra el paso, cada día, de miles de residentes que la usan ese camino para ir y venir de sus casas.
La gran actividad comercial que tiene la avenida es también una de las explicaciones de esta situación. Hay todo tipo de negocios: quioscos, almacenes, mercerías, librerías, zapaterías, panaderías, gomerías, veterinarias, verdulerías y hasta supermercados. A cualquier hora, es común ver personas que van en su rodado y bajan a hacer las compras.
Sólo tiene cuatro complejos de semáforos y aunque se han planificado calles alternativas como la Reconquista –para salir de sur a norte- no hay arterias paralelas que sirvan de complemento para atenuar el intenso tránsito. Además, registra un problema habitual en Yerba Buena: donde hay veredas, tienen irregularidades que hacen difícil el tránsito o directamente no las hay. “Este es un lugar cada vez más agobiante”, dijo una vecina de la zona desde hace 25 años. “Hay que hacer malabares para cruzar; es un peligro. Se ven accidentes casi a diario. Ni habla del tema de las veredas; es un desastre”, añadió.
Desde la Plaza Vieja hasta el camino de sirga, la avenida es angosta y tiene el pavimento en malas condiciones. Los usuarios han pedido más controles y más semáforos. Los expertos afirman que se han hecho estudios, que habría que ensancharla en el sector sur y que a pesar de eso el crecimiento de la “ciudad jardín” y de la zona sur –tanto al oeste como al este- va a seguir planteando desafíos urbanísticos y problemas en esta arteria. Correspondería que las nuevas autoridades se aboquen a un estudio integral para definir estrategias para mejorar el uso de la Solano Vera, a fin de hacerla sustentable para el vecindario.
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