Qué pasará con la economía durante 2024

Caputo ha dicho que Milei recibirá la peor herencia de la historia. ¿Cómo evolucionará la actividad económica?

LUIS CAPUTO LUIS CAPUTO

“Todos sabemos la herencia que estamos recibiendo. Como dice el Presidente, la peor de la historia. Así que estamos todos entusiasmados y vamos a dejar la vida”. Con estas palabras, Luis Caputo, nominado por el presidente electo, Javier Milei, como el nuevo ministro de Economía de la Nación, ha definido parte del futuro que le espera a la Argentina.

Gran parte de la ley Ómnibus que el nuevo gobierno presentará el lunes en el Congreso está relacionado con las herramientas para comenzar a atacar los desequilibrios macroeconómicos, aunque los próximos meses serán muy duros, anticipan las nuevas autoridades, como consecuencia de aquellas medidas.

En particular, como consecuencia de una mayor aceleración de la inflación y un deterioro del ingreso disponible y del poder adquisitivo de las familias, la corrección de precios relativos (tipo de cambio oficial, tarifas de servicios públicos, servicios regulados, entre otros), junto con el ajuste del gasto público traerán aparejados una profundización del proceso de estanflación en el que se encuentra sumergida la economía desde 2012, con un impacto más negativo en determinados sectores (principalmente vinculados a la demanda interna) y una potencial incidencia sobre la situación social, define Ecolatina.

De todas maneras, una vez transitada la fase de impactos desfavorables sobre la economía real de las correcciones iniciales, y sujeto a una estabilización relativamente exitosa, la actividad debería comenzar a encauzarse hacia un sendero de recuperación en algún momento del año entrante, acota.

La economía tendrá un desempeño sectorial heterogéneo en 2024. A grandes rasgos, habrá una evolución disímil entre “sectores vinculados a actividades primarias” y/o con una mayor orientación exportadora, como lo son el sector Agrícola; Petróleo y gas; Minería; Economía del Conocimiento; y Turismo receptivo; a contramano del resto de los sectores de la economía, que serán más vulnerables al contexto de recesión general.

Por el lado del agro, señala la consultora, tras caer cerca del 35% en 2023 -con una sequía que generó efectos más severos sobre el sector que la de 2009-, se recompondrá en 2024: se estima que la cosecha de los tres principales cultivos (trigo, maíz, soja) se recuperaría entre 75-80% en la campaña 2023/24, con la soja (+140% interanual) liderando el rebote, seguida por el maíz (+60%) y el trigo (+20%), según las últimas proyecciones de las entidades privadas especializadas.

Asimismo, el sector de Petróleo y gas seguirá pujante, con la producción no-convencional de Vaca Muerta traccionando la actividad, mientras que la Minería también podría mantener una evolución positiva. Ahora bien, excluyendo al sector primario, el resto de los sectores de bienes posiblemente muestren caídas en su actividad. Por caso, la Construcción, muy asociada a la inversión productiva y a la obra pública, mostrará una recesión, que suele ser de mayor magnitud que la caída en la actividad general -por su componente procíclico-, en un contexto de incertidumbre para la implementación de nuevas obras privadas y un fuerte recorte de los gastos de capital del Gobierno Nacional. Además, puntualiza la consultora, dentro de la Industria la mayor parte de las ramas disminuiría su producción.

Por otro lado, frente a la proyectada quita de subsidios a las tarifas de servicios públicos, estimamos que el sector Electricidad, gas y agua también muestre una contracción, derivada de una caída en la demanda de los hogares frente a los aumentos en las tarifas.

En síntesis, Ecolatina proyecta que 2024 traerá enormes desafíos en materia de actividad económica. El desempeño positivo del consumo privado (explica 70% del PBI) llegará a su fin, en línea con las correcciones en la economía (principalmente de precios relativos y en el plano fiscal) y una inversión que se mantendrá acotada en un contexto de “acomodamiento” de la economía, donde se podría observar con más fuerza el efecto wait & see: esperar a que el contexto económico se acomode para la implementación de nuevos planes de inversión. A contramano, las exportaciones compensarían parte del desempeño negativo, ayudado por un buen desempeño del sector agrícola, de Oil & gas y minería.


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