09 Diciembre 2023

No deja de alarmar las bajas calificaciones que ha merecido el nivel de nuestra educación según la evaluación PISA, la cual muestra que estamos por debajo de las notas de países limítrofes. Analizando las causas que han concurrido para deteriorar la educación durante los últimos 20 años, podemos observar que todo empezó con la politización demagógica promovida en todos los niveles de enseñanza. La intención siempre fue cambiar la historia del país, denostando a próceres como Sarmiento y Roca para instalar un relato a medida de oscuros intereses políticos. Otra de las causas del deterioro que considero muy importante, fue instalar el sistema de evaluación importado llamado “múltiple choice”, el cual minimiza las exigencias en exámenes y hace que la calificación se parezca más a un juego de azar. Es obvio que esta forma de calificar es demasiado permeable a la posibilidad de que un chimpancé bien entrenado pueda acertar haciendo una cruz sobre las casillas, con lo cual el primate pasaría de grado o de curso. No tengo dudas que este sistema fue deliberadamente creado para bajar los niveles de cultura general y nuestro sentido crítico. A todo esto, irrumpe la cibernética en todas sus formas y fomenta los entretenimientos que se convierten en una peligrosa adicción. Lo vemos con la proliferación de celulares, que absorben totalmente la atención mental de niños y adolescentes, anulando el interés altamente necesario para dedicar más tiempo a estudiar y resolver problemas de aritmética, matemáticas y literatura. Al respecto, es útil destacar que en internet hay muchos sitios gratuitos que enseñan aritmética y matemáticas desde cero y hasta física cuántica. Algunos cursos completos, de alto nivel, tienen un costo relativamente insignificante para inscribirse si se lo compara con lo que cuesta comprar y mantener un moderno celular como los que juegan niños de 2 años. De modo que no hay pretexto admisible para resignarse y perseverar en promocionar la ignorancia y el aturdimiento. Un tobogán que nos lleva irremediablemente a convertirnos en verdaderos zombis al servicio de quienes tratan de manejar la mente de todo el mundo para que seamos serviles a sus propósitos.

Humberto Hugo D’Andrea                      

hdandrea95@gmail.com

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