El Protocolo Antipiquetes, que presentó la semana pasada la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, volverá a estar a prueba en la jornada de hoy ante la movilización que llevarán adelante organizaciones piqueteras y la Confederación General del Trabajo (CGT) en contra del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y el resto de las medidas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei.
Por un lado, la CGT organizó por su cuenta y sin la participación de las agrupaciones piqueteras, la marcha ante Tribunales para protestar contra la reforma laboral. Los líderes cegetistas aceptarán la presencia de distintos movimientos sociales en la protesta callejera para impugnar el DNU del Poder Ejecutivo. A pesar de esto, un ala más dialoguista de la CGT, representada por el líder de UPCN, Andrés Rodríguez, mantuvo tratativas con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, para amortiguar el efecto del plan de ajuste entre los empleados estatales.
En contraposición, el sector de Camioneros aparece como el más combativo. En ese sentido, Pablo Moyano fue uno de los más duros a la hora de declarar respecto del accionar de Bullrich y su protocolo, y planteó que la ministra busca “hacerse la guapa, aunque ya no asusta a nadie”. En diversas declaraciones radiales, también ironizó sobre el protocolo antipiquetes al señalar que “la ministra pretenderá el miércoles que miles y miles de trabajadores circulen por la vereda o las ridículas bicisendas”.
“Espero y deseo que la movilización y las presentaciones judiciales terminen temprano, porque si se retrasan y esta señora ministra almuerza, seguro nos mandará los tanques de guerra”, enfatizó.
El principal objetivo de la marcha a los Tribunales es el de protestar contra la reforma laboral. Y para esto, los máximos líderes de la CGT apuntan a que la marcha de mañana, en realidad, sea sólo un acto sin movilización callejera y limitado en la cantidad de asistentes: apuntan a concentrar ante el Palacio de Tribunales a unos 10.000 manifestantes que acompañarán la presentación ante la Justicia de un escrito para que se declare la inconstitucionalidad del DNU gubernamental.
Consultado por la presentación que encabezará la entidad sindical, el secretario general de la CGT, Héctor Daer, aseguró que el recurso de inconstitucionalidad “representa a la totalidad de los trabajadores” porque el objetivo es que el DNU “no siga su curso”. En esta misma dirección, el dirigente no descartó que en las próximas horas se anuncien medidas de fuerza más fuertes y detalló que la posibilidad de un paro general se analiza dentro del plan de lucha.
Para neutralizar la movilización, el Ministerio de Seguridad buscará saturar los ingresos a la Ciudad de Buenos Aires con controles a personas en el transporte público o deteniendo autos y combis particulares, y coordina el operativo dentro de CABA.
Otros focos
A la movilización de la CGT, se sumará una columna de la Unidad Piquetera. En Plaza Lavalle confluirán representantes de la Unión Trabajadores de a Economía Popular (UTEP), el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Frente Popular Darío Santillán, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento Misioneros de Francisco.
Entre la mayoría de las organizaciones sociales la idea fuerza es enviar delegaciones de cada movimiento, pero sin marchar por la Ciudad de Buenos Aires para evitar que se aplique el protocolo dispuesto por el Gobierno nacional.
Para el líder piquetero del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, “el paro general debe ser el inicio de un plan de lucha y de la clase obrera” y adelantó que hoy también exigirán aumentos de salarios al costo de la canasta familiar. Los manifestantes también se pronunciarán en contra de los despidos anunciados.