Un hombre de 86 años se negó a pagarle a una trabajadora sexual y fue asesinado en Mar del Plata

Sufrió una hemorragia cerebral y murió en el hospital. La agresora quedó detenida.

Un hombre de 86 años se negó a pagarle a una trabajadora sexual y fue asesinado en Mar del Plata IMAGEN TOMADA DE INFOBAE
10 Enero 2024

Un hombre de 86 años se negó a pagarle a una trabajadora sexual que había ido a su casa y terminó muerto. Juan Carlos Méndez fue asesinado de un golpe en la cabeza y la mujer quedó detenida por el homicidio, en la ciudad de Mar del Plata.

El hombre murió esta mañana tras sufrir una hemorragia cerebral en el Hospital Interzonal de Mar del Plata, donde había sido internado con lesiones en la cabeza, precisaron fuentes policiales.

Según publicó La Capital, tras un llamado al 911, el jubilado fue asistido por efectivos de la comisaría 4ta de la ciudad Balnearia, que llegaron a su casa. Allí los uniformados advirtieron que presentaba un corte en el cuero cabelludo.

Cuando le consultaron sobre lo que había pasado, Méndez contó que momentos antes una pareja había tocado el timbre para pedirle pan. Según su relato, hizo pasar a los jóvenes a la propiedad y, una vez adentro, lo golpearon con un palo en la cabeza. Luego, dijo que le robaron herramientas. Incluso, precisó que eran picos y palas.

Mientras escuchaban esta versión, los policías convocaron una ambulancia de SAME. Los médicos que lo auxiliaron determinaron que, debido a la gravedad de la herida, debía ser derivado a un centro de salud.

Al mismo tiempo, los investigadores realizaron un relevamiento en la zona y entrevistaron a un vecino, cuyo testimonio dio un giro al caso que resultó clave para descubrir a la responsable del crimen. El hombre dijo que solo vio a salir a una mujer de la casa de la víctima en esas últimas horas.

Además, contó que notó que había pasado toda la noche en la propiedad de su vecino, hasta que la vio salir sin compañía. El testigo aportó sus características físicas y aclaró que no llevaba ninguna herramienta consigo, tirando por tierra la versión que había dado la víctima sobre el ataque.

A raíz de esa descripción y otras averiguaciones, los efectivos interceptaron a la joven, de 22 años, a pocas cuadras de la escena del hecho. Esta explicó que era trabajadora sexual y confesó -de forma espontánea- que había golpeado a su cliente porque no le había pagado por sus servicios.

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