El Seven de Tafí del Valle, un clásico con mucha historia

Mañana se celebrará la edición número 24 de un evento que nació en 2000 y que año a año fue ganando en popularidad.

FÓRMULA INFALIBLE. La dinámica del seven se mezcla con el color de los stands, la música y el paisaje de los valles FÓRMULA INFALIBLE. La dinámica del seven se mezcla con el color de los stands, la música y el paisaje de los valles Foto: Archivo (LA GACETA)

Hoy en día, el Seven de rugby de Tafí del Valle ya es clásico de la temporada de verano en Tucumán, que mañana estrenará su capítulo número 24. Sin embargo, lo verdaderamente saliente no es su longevidad, sino la curva ascendente que ha logrado sostener año a año en términos de jerarquía y popularidad, sintetizado en su gran poder de convocatoria: pasada por agua y todo, a la edición del año pasado asistieron 22.000 personas, cifra que los organizadores se proponen superar en esta vigésimo cuarta edición.

Sin embargo, como todo éxito, el Seven tafinisto fue alguna vez una apuesta de futuro incierto. Curiosamente, la primera edición no se jugó en Tafí del Valle, sino en Santa María, Catamarca. En realidad, todo comenzó cuando el ex Puma Martín Pfister, salteño de nacimiento pero tucumano por adopción, jugó un torneo de seven en Rosario en 1999. "Eran 100 jugadores invitados de todo el país, que se repartían en 10 equipos, todos sponsoreados. Fue muy poca gente a verlo. En ese momento, pensé que había que hacer eso en algún lugar lindo de Tucumán, y se lo comenté a un amigo de Buenos Aires, Gastón Berardi. La idea era hacerlo en Tafí, pero no conseguíamos lugar. La cancha de polo no estaba disponible. Y justo apareció 'Titalo' (Ricardo) Ponce de León, que era de Santa María, y nos consiguió apoyo del intendente de ahí. Fueron algunos Pumas, pero no hubo mucha gente. Nos dimos cuenta de que debía ser sí o sí en Tafí, así que lo organizamos ahí al año siguiente y estuvo muy bueno", cuenta Pfister.

Organizado en conjunto con la municipalidad de la ciudad, el primer Seven que tuvo lugar en Tafí -más precisamente, en la cancha de polo de la estancia El Churqui- contó con figuras de talla nacional, como Gonzalo Longo, Patricio Fuselli y Duncan Forrester, además de figuras de los Naranjas, como José Santamarina, Leandro y Tristán Molinuevo, Diego Más y Hugo Dande, entre muchos otros. Sin embargo, ya desde entonces los salteños mostraron su poderío y se consagraron campeones bajo el nombre de Provencred, derrotando en la final a Zurich Eagle Star (Tucumán Rugby). El conjunto "verdinegro" contaba entre sus filas a Aníbal Terán. "Fue muy divertido ese primer Seven. En ese momento había un circuito nacional, se jugaban torneos en Corrientes, en Carlos Paz, en Mar del Plata, en Rafaela, en Paraná. Pensé que con el tiempo el Seven de Tafí se iba a convertir en una fecha fija de ese circuito, con la UAR más involucrada, pero no sucedió. De todos modos, el crecimiento del torneo fue espectacular. Yo jugué desde 2001 hasta 2010, y todos los años era mejor que el anterior. Y destaco también la finalidad solidaria que siempre tuvo", subrayó Aníbal.

La edición 2002 fue la primera que entregó la Copa de Oro LA GACETA al campeón, que otra vez de Salta: bajo el nombre ADT/FM, sorprendió al vencer al combinado de estrellas que jugó como Quilmes. En aquella oportunidad, la convocatoria fue de 1.000 personas.

La participación del equipo de seven de Los Pumas en la edición 2003 generó polémica. Si bien ganó con mucha comodidad gracias a la jerarquía de sus jugadores (entre los que estaban Santiago Senillosa, Juan Manuel Leguizamón y el tucumano Lucas Barrera Oro), a la UAR no le gustó nada que el seleccionado argentino participara de un torneo de seven no oficial y organizado por privados en lugar de por la Unión de Tucumán. Por ende, decidió prohibir el Seven de Tafí, ya que no quería que comenzaran a organizarse torneos que estuvieran fuera de su órbita, y menos que su seleccionado interviniera en ellos.

Sin embargo, la edición 2004 se llevó a cabo de todos modos. Salustiano Paz, de Tucumán Rugby, se sumó a Berardi en la organización, y la forma de esquivar la proscripción de la UAR fue organizar un evento multidisciplinario, que incluía competencia ecuestre, de tiro, carreras de 50 metros y un torneo de rugby eight a side (ocho jugadores por bando). La UAR avisó que no aprobaba el torneo y que los clubes que participaran eran pasibles de sanción. "No es un seven, es un encuentro social y deportivo. No habrá participación de clubes de rugby", aclararon los organizadores. Sin embargo, eso no impidió que la UAR suspendiera a Salustiano. Por eso, en 2005 se sumaron a la organización quienes tomarían la posta de manera definitiva y junto a Salustiano conformarían una exitosa sociedad que llevó al Seven al estrellato: Cayetano Fortino y Martín Terán. También se designó a Tucumán Rugby como club anfitrión.

"Lo reflotamos con Miguel Reginato, que era presidente de la URT, y Nicolás Avellaneda, por entonces presidente de Tucumán Rugby. Igual, era mucho más chico, apenas 12 empresas nos acompañaron, pero para nosotros había sido un éxito", recuerda "Tani" Fortino, quien lleva adelante el Seven de Tafí hasta el día de hoy junto a Terán y a Salustiano Paz (h), quien ocupó el lugar de su padre, fallecido en 2021.

Ya instalado en el campo de polo La Angostura desde hace varios años, el Seven de Tafí del Valle sigue creciendo año a año y captando el interés de jugadores y empresas con su infalible fórmula de rugby de alto nivel, el imponente paisaje de los cerros y el color del entorno. Y Fortino avisa que habrá más para ver en el futuro: "se vienen los 25 años y queremos tirar la casa por la ventana".


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