Bolivia, la meca de las camionetas robadas

Bolivia, la meca de las camionetas robadas

Una norma permite inscribir los vehículos sin saber su origen o si fueron sustraídos. Bandas la cambian por droga que revenden en la provincia. El ejemplo chileno.

Gustavo Rodríguez
Por Gustavo Rodríguez 28 Enero 2024

¿Por qué incrementaron los robos de vehículos en Tucumán? La respuesta la dan fuentes judiciales y policiales: hay un mercado negro que los recibe rápidamente para venderlos o hay bandas narcos que los cambian por droga. La crisis social y económica y las facilidades legales que existen en Bolivia, terminaron favoreciendo a los grupos que se dedican a cometer este tipo de ilícitos.

Tucumanos son buscados en Santiago del Estero y mencionados en pesquisas iniciadas en Córdoba por dedicarse a vender autos “truchos” que fueron sustraídos en esta y otras provincias (se informa por separado). Coterráneos también establecieron contactos para “canjear” vehículos de alta gama, especialmente camionetas, por droga. Según las investigaciones, por una Toyota Hilux pueden recibir entre 10 y 15 kilos de cocaína que en la frontera tiene un valor de entre U$S 20.000 y U$S 30.000. Trasladan la droga a la provincia y al venderla, obtienen entre U$S 25.000 y U$S 35.000. En otras palabras, consiguen el dinero que les permitiría comprar una 0 kilómetro modelo 2023. Negocio redondo.

En diciembre de 2022 se conoció uno de los primeros casos de estas características en la provincia. Una mujer dejó en un lavadero del norte de la capital una Hilux. La camioneta fue sustraída y allí se inició una investigación dirigida por el fiscal Diego López Ávila que empezó en esta provincia, continuó en Salta y terminó en Bolivia. Efectivos de la ex Brigada identificaron y detuvieron a los miembros de la banda que la había robado y trasladado a la frontera del país. Un grupo de pesquisas del Equipo Científicos de Investigación Fiscal no sólo la ubicó en un depósito de Bolivia, sino que además descubrió que estaba legalmente registrada. La secuestraron y la devolvieron a su legítima propietaria.

Apoyo político

“Chutos”. Así se llama en Bolivia a los autos que ingresan ilegalmente a ese país y que no tienen documentación. En 2011, el por entonces presidente Evo Morales promulgó la Ley de Saneamiento Legal, Automotores a Gasolina, Gas Natural, Gas Vehicular y Diesel. La norma consistía en una amnistía general para que los ciudadanos inscribieran todos los vehículos que estaban en su poder y que no tenían documentación que respaldara su titularidad. Cualquier persona puede legalizar el bien presentando una constancia policial boliviana que garantice que no fue robado (en ese país no existen los registros de autos extranjeros denunciados como sustraídos), el pago de una tasa aduanera y el de multa. “Si tienen que gastar U$S 2.000 es mucho”, indicó una fuente de la investigación.

Al justificar la promulgación de esta norma, Morales señaló que estos rodados ilegales son adquiridos por la gente pobre, para mejorar su estatus, dado que son más baratos. Además, indicó que todos los individuos tienen derecho a tener un auto. Pero la realidad es otra. En Chapare, departamento conocido como “México chico” y zona roja de la producción de cocaína, no sólo circulan en Hilux, Amarok y Nissan Frontier sin ninguna documentación, sino que es una de las pocas regiones de ese país en la que puede observar el movimiento de vehículos Lamborghini, Ferrari y hasta Rolls Royce.

Ya han pasado casi 13 años de su creación y la norma se transformó en un dolor de cabeza para las autoridades de Argentina, Brasil y Chile. Pero fueron los trasandinos los únicos que presentaron un planteo diplomático por la existencia de esta ley. Claro que sus quejas no fueron escuchadas y, mucho menos, la norma derogada.

Medidas

“Sabemos lo que está pasando y esa fue una de las razones que nos llevó a crear el Operativo Lapacho. Queremos intensificar los controles en los límites”, aseguró el ministro Eugenio Agüero Gamboa. “También estamos fortaleciendo los vínculos con las fuerzas federales y las policías de otras provincias de la región para que trabajemos de manera conjunta”, añadió. En enero, en el puesto de control de 7 de Abril, al límite con Salta, los efectivos secuestraron dos Hilux que habían sido sustraídas en Buenos Aires y que tenían destino Bolivia, según los datos que surgieron de la investigación.

UN CASO TESTIGO. Personal del ECIF observa la camioneta que fue sustraída de un lavadero y encontrada en un depósito de Bolivia. UN CASO TESTIGO. Personal del ECIF observa la camioneta que fue sustraída de un lavadero y encontrada en un depósito de Bolivia.

Fuentes del Ministerio Público Fiscal reconocieron que existen estructuras bien desarrolladas para cometer estos ilícitos. “Las camionetas y los autos de alta gama los roban en la vía pública con sistemas sofisticados. Después las esconden por un tiempo y la llevan a la frontera, donde existen otras personas que tienen balsas especiales para cruzar el río. Por último, las venden allí”, indicó. “Pero uno de los grandes problemas es el nivel de corrupción de las fuerzas de ese país, por lo que hay desconfianza. A los jefes más importantes les secuestraron autos ‘chutos’, como le llaman ellos”, añadió.

En Chile, un carabinero retirado por haber sido herido en un procedimiento, creó el Grupo Búsqueda de Vehículos, una organización no gubernamental que ayuda a las personas a recuperar sus bienes que terminaron en tierra boliviana. En las redes sociales, los chilenos publican las imágenes de los autos, camionetas y camiones y la entidad realiza todas las gestiones para tratar de recuperarlos. “Creo que Bolivia es el único país en que los policías patrullan en vehículos robados, el Gobierno dona vehículos robados y las autoridades los utilizan, es el récord Guinness de Latinoamérica”, detalló Hugo Bustos, líder de la organización.

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