Jaldo: "No vamos a ser sujetos de aprietes"

El gobernador contestó a la CGT, que pidió a los tres diputados jaldistas que retornen a la bancada de Unión por la Patria.

Jaldo: No vamos a ser sujetos de aprietes

Los primeros 90 días de gestión no ha sido lo proyectado por Osvaldo Jaldo cuando el 11 de junio del año pasado se convirtió en gobernador de Tucumán por el voto popular. El tranqueño ha tenido que lidiar con un escenario adverso en lo político, pero también en lo financiero y en lo económico. Las primeras medidas para diferenciarse de su antecesor, Juan Manzur, han sido menos traumáticas que las que actualmente se debaten. Jaldo arrancó con un fuerte reducción del gasto político, eliminando 50 áreas del Poder Ejecutivo, dando de baja a asesores de gabinete y hasta cerrando la Unidad de Reconversión Laboral, con la que se sostenía a unos 7.500 beneficiarios, en gran medida apadrinados por la dirigencia política.

La llegada de Javier Milei a la Presidencia de la Nación cambió radicalmente el escenario político, aunque Jaldo confiaba –y lo sigue haciendo- en que la institucionalidad primará por sobre las diferencias ideológicas. Hoy el gobernador tucumano le ha dado al Gobierno nacional uno de los votos para que el dictamen de mayoría de la polémica “Ley Bases” llegue al recinto de sesiones de la Cámara de Diputados. Pagó un alto costo político dentro de las filas de Unión por la Patria, bajo el argumento de que lo hizo en función de los altos intereses de la Provincia. En otras palabras, fue una reciprocidad al sostenimiento del arancel cero para el limón y sus derivados y para que no se importe azúcar de países que también lo producen. En el camino, sigue negociando por el bioetanol y por la restitución de la coparticipación que no llega porque aún no se revirtió la situación de Ganancias.

La Confederación General del Trabajo (CGT) reclamó que a los tres diputados que responden al gobernador Jaldo, que vuelvan al bloque de Unión por la Patria tras su anuncio de ruptura con Unión por la Patria y división debido a su apoyo a la Ley Ómnibus impulsada por Milei.

A través de una solicitada, la central obrera exigió a Agustín Fernández, a Gladys Medina y Elia Fernández de Mansilla -a los que acusaron de “responder al gobernador Osvaldo Jaldo, cuando tienen que responder al pueblo tucumano"- a cumplir “el contrato electoral” con la sociedad que los eligió. “Es preciso que honren ese compromiso de cara a su responsabilidad institucional y a su pueblo y no que queden abrazados a aquellos tucumanos fieles herederos de la peor dictadura”, afirmaron.

La conducción cegetista es muy cercana al actual senador nacional por Tucumán, Juan Manzur, que antes, durante y después del primer paro contra Milei se mantuvo al margen de la discusión política. Muchos dirigentes peronistas conjeturaron si es que la CGT quería hablar con Jaldo, el ex gobernador podría haber sido el mediador ideal para zanjar diferencias y hasta coordinar un acercamiento antes de que el agua llegara al río. En definitiva, el agua los tapó.
El bloque de diputados de Unión por la Patria tiene tres de los cinco representantes de la provincia en esa Cámara en otra bancada (Pablo Yedlin y Carlos Cisneros se mantienen en UxP), con la probabilidad de que los jaldistas sean un interbloque que actúe junto con Hacemos Coalición Federal, el grupo que lidera el rionegrino Miguel Ángel Pichetto. Éste repartió loas hacia el tranqueño, tras su decisión de mantenerse entre los gobernadores denominados dialoguistas

La postura de la CGT incomodó a Jaldo, que no pudo mantener la estructura sindical que había montado en la Secretaría de Trabajo de la provincia. Desplazó al cegetista y líder de los Camioneros en la provincia, César Torres. El decreto fue firmado por el vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo Miguel Acevedo y por el ministro de Gobierno, Regino Amado. El documento es frío hasta en su redacción. En el “Visto” del decreto 251/14 se expresa que “se hace necesario dar por terminadas las funciones de Torres”. Así también reza el artículo 1, pero ni en los considerandos ni en el resto del cuerpo del decreto se le da las gracias por los servicios prestados, una frase de estilo, pero también que hace a los modismos administrativos. No es obligación, pero denota la frialdad de la decisión.

La misma suerte corrieron el subsecretario del área, Luis Barrionuevo, y el director provincial de Trabajo, Hugo Veneziano.

Con una velocidad administrativa poco usual, el Poder Ejecutivo dicta el decreto 252, mediante el cual se designa al dirigente azucarero de Fotia Luis González, como secretario de Trabajo, que tomará posición inmediata del cargo.

La solicitada de la CGT irritó al gobernador. “Los diputados del bloque Independencia han tomado una decisión sin retroceso, con total responsabilidad”, afirmó Jaldo a LA GACETA. Esa declaración conservó las formas institucionales. La siguiente fue una contestación política: “No vamos a ser sujetos de aprietes, vengan de donde vengan”.

El mandatario continuó con sus apreciaciones y aseguró que esa nueva bancada, con tonada tucumana, “defenderá nuestras economías regionales, a diferencia de otros que las negocian”. E insistió: “Nuestros tres diputados van a seguir defendiendo las principales industrias regionales, mientras los otros las quieren negociar”.

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