Cuáles son los engranajes de los robos de vehículos en Tucumán

En Tucumán están operando una o varias bandas que tienen estructuras para cometer este tipo de ilícito. Sorpresa de los pesquisas.

MENDOZA AL 900. La última camioneta sustraída estaba estacionada en la calle de una zona céntrica que es muy transitada casi todo el día. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI MENDOZA AL 900. La última camioneta sustraída estaba estacionada en la calle de una zona céntrica que es muy transitada casi todo el día. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI

Los números sirven para demostrar que los robos de vehículos dejaron de ser un delito esporádico en Tucumán, especialmente en la capital de la provincia. En menos de 10 días, delincuentes se apoderaron de dos camionetas y de un auto de alta gama. Sólo el vehículo de menor porte pudo ser recuperado, mientras que la sospecha de que los otros dos podrían haber sido trasladados a Bolivia para cambiarla por droga crece con el correr de las horas, ya que nunca aparecieron.

El último caso fue denunciado el miércoles. Desconocidos se quedaron con una Toyota Hilux que estaba estacionada en la calle Mendoza al 900. El miércoles, un hombre y un menor se llevaron un Toyota Corolla que estaba estacionado en Barrio Sur. El lunes 12, de una concesionaria ubicada en avenida Alem al 800, dos delincuentes, después de reducir al sereno, se marcharon del lugar con una Hilux. El auto fue recuperado a los dos días abandonado en una de las calles principales de Famaillá.

En principio, según informaron fuentes tribunalicias, por semana las dos fiscalías de Robos y Hurtos se inician en promedio entre dos y tres casos. Pero esa no es la cifra real, puesto que no trascendieron cuántos son los casos abiertos en la Unidad de Decisión Temprana (que recibe las denuncias) y Delitos Complejos (que atiende los casos en de las personas que son descubiertas circulando en vehículos hurtados). La información que manejan, no siempre es compartida.

Modus operandi

Tanto el fiscal Diego López Ávila como su par Pedro Gallo, desde el año pasado, procesaron a más de una docena de personas acusadas de robar autos en los últimos tiempos. Llegaron a sospechar que se trataba de verdaderas organizaciones que estaban actuando en la provincia. Pero con el correr de los meses la cantidad de hechos no disminuyeron.

Según los investigadores, hay una o varias organizaciones que han montado toda una estructura para realizar esta actividad ilícita. Actúan de la siguiente manera:

1- Sus líderes no se encargan de sustraer los vehículos, sino que pagan dinero para que terceros los roben y ellos los compran. “Puede ser cualquiera, gente que incluso no sea de este palo, es decir que no se especialice en esta actividad”, resumió el investigador. Pagarían un valor por una camioneta, otro por un utilitario y el más bajo sería para los autos. “No se puede hablar de cuál es el modelo más buscado, pero sí que los más caros son los preferidos”, indicó un pesquisa.

2- Las organizaciones también tendrían varias personas que los ayudan a ocultar los vehículos sustraídos. A cambio de dinero, los mantienen en lugares alejados hasta que los delincuentes ven la oportunidad de venderlos.

3- Estos grupos también cuentan con contactos que les facilitarían la documentación necesaria para “blanquear” los autos y camionetas. Estarían involucrados empleados infieles de escribanías, registros y policías que aportarían títulos y autorizaciones de circulación falsas para que puedan transitar.

El fiscal López Ávila procesó al agente de la fuerza César Pacheco por este ilícito. Sin embargo, su defensor Humberto Castaldo pidió que se declare la incompetencia, puesto que se trataba de un delito que debía ser investigado por la Justicia Federal. El planteo fue aceptado por el juez Alejandro Tomas.

4- Los investigadores sostienen que los vehículos tienen dos posibles destinos. Las camionetas y los autos de alta gama son trasladados a Bolivia donde terminan siendo canjeados por drogas. La otra maniobra que realizan estos grupos es comercializarlo en esta u otras provincias de la región con documentación falsa.

En la mira

Hay una lista con los nombres de personas sospechosas de estar al frente de estas organizaciones. Pero los que aparecen destacados son los de Sergio Tripolone y el de su hijo Rodrigo. Ambos tienen pedido de paradero en Santiago del Estero, ya que formarían parte de una organización nacional que se dedicaría a robar vehículos en una provincia y comercializarlas en otras.

Esta línea cobró fuerza la semana pasada. A Thomas Hernán “Coco” Torres, yerno y cuñado de los Tripolone, se le dictó la prisión preventiva por el robo del Toyota Corolla que fue hallado en Famaillá hace una semana. “No tiene nada que ver. Desde hace bastante tiempo que mi asistido no está relacionado familiarmente con ellos”, aseguró su defensor Ernesto García Biagosch. “El operativo fue irregular y planteamos eso, pero no nos escucharon”, finalizó.

Detalle I: los oportunistas se están haciendo un show

“Por cómo se produjeron los últimos robos no tenemos dudas de que atrás no hay grandes bandas, sino oportunistas que dan el golpe y desaparecen por un tiempo”, explicó una fuente cercana a la investigación. “Son delincuentes multirrubros que saben que hay personas que se dedican a la compra de vehículos. Reciben una buena suma de dinero que es superior a la que puede conseguir cometiendo otro tipo de ilícito”, añadió un experimentado investigador. En los últimos tiempos, los delincuentes se aprovecharon de los errores que cometieron los propietarios de los vehículos sustraídos.

En el robo de la Hilux de Mendoza al 900, su propietario contó que él dejaba estacionada la camioneta en la calle porque cuando llegaba la guardería que tenía contratada abría más tarde. Para sortear este inconveniente,  arrojaba la llave por el portón y, al ingresar el primer empleado del garage, la guardaba en el establecimiento. El miércoles, repitió la maniobra y a los pocos minutos lo llamaron para avisarle que el vehículo no estaba en el lugar. La víctima fue hasta allí y encontró una prueba de cómo los delincuentes se podrían habérsela llevado. En la vereda, cerca del ingreso del estacionamiento, halló un caño de plástico con un hierro en la punta que fue utilizado para quedarse con la llave.

Cuáles son los engranajes de los robos de vehículos en Tucumán

En el robo del Toyota Corolla de la semana pasada, también hubo una situación particular. Su propietario lo dejó estacionado en Bolívar al 400 e ingresó al edificio donde pasó la noche. Al otro día descubrió que se lo habían sustraído. Al realizar la denuncia, les explicó a los investigadores que en el interior del auto tenía guardada la copia de la llave. El auto fue encontrado horas después en Famaillá y los peritos confirmaron que los ladrones utilizaron ese juego para llevárselo, ya que el tambor de arranque no tenía ningún tipo de señal que había sido violentado.

El hecho más insólito se registró el 8 de febrero en una de las esquinas más transitadas de Barrio Norte. Una mujer estacionó la Ford Ecosport en la esquina de Virgen de la Merced y Santa Fe para hacer unas compras en un comercio. Cuando regresó, descubrió que desconocidos se la habían llevado. Al realizar las primeras averiguaciones, la víctima confesó que por el apuro había dejado el vehículo con las llaves puesta y encendido. Hasta el momento  ni la Policía ni la Justicia confirmaron que el vehículo fue recuperado.

Detalle II: los límites que hay en las investigaciones

Los problemas con los que se encuentran las autoridades para investigar los robos de vehículos aparecen cada vez más. El principal, aunque suene paradójico, es legal. “Antes, robaban autos y camionetas, las desarmaban y las llevaban a la frontera. Era muy complicado, pero ahora una ley facilitó todo en Bolivia”, explicó un experimentado pesquisa.

Ocurre que desde hace varios años está en vigencia un blanqueo de bienes en el vecino país para, según se fundamentó, los habitantes de las zonas rurales puedan transitar sin problemas. Un ciudadano boliviano se presenta ante las autoridades y anuncia que quiere registrar el auto o la camioneta que tiene en su poder. Pagando una multa de entre U$S200 y U$S500, se puede inscribir a su nombre. En la norma, según confiaron varias fuentes, no se les exige que justifique su origen. “Los delincuentes llevan los vehículos a Orán y ahí los negocian por droga. En esa ciudad ya está montada toda una estructura para cruzar la frontera”, explicó un investigado.

Cuáles son los engranajes de los robos de vehículos en Tucumán

El mismo informante recordó que Chile y Brasil hicieron planteos diplomáticos para que se derogara esa norma que sigue vigente. “Argentina sigue sin pronunciarse y eso que tenemos casos de camionetas robadas en Buenos Aires y Córdoba que fueron recuperadas aquí”, añadió. Los pesquisas sostienen que al investigar los casos, se dan cuenta con otro pequeño detalle. Los puestos fronterizos de Tucumán con Salta no son controlados las 24 horas los 365 días del año. “Con el Operativo Lapacho se incrementó, pero no es suficiente. Los delincuentes, que están vinculados al tráfico de droga, también conocen a la perfección cuáles son los pasos clandestinos”, explicó una fuente de Tribunales.
Hay otro detalle. La única cabina de peaje que está instalada cerca del ingreso a Trancas, no cuenta con cámara de seguridad. “Es el único punto donde todos los vehículos están obligados a detenerse. Es la única alternativa que tenemos para confirmar o descartar que el auto o la camioneta pasó por ese lugar. Pero no podemos hacerlo porque no tiene cámaras, mucho menos un lector de patentes. Y no estamos hablando de un gran avance tecnológico, si hasta Banda del Río Salí tiene ese sistema. Lo mismo pasa en Yerba Buena. Urge tomar cartas en el asunto para frenar esta modalidad delictiva”, explicó una fuente del Ministerio Público.

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