El caso Sauma y la eterna polémica de la legítima defensa

Con fuertes fundamentaciones, comenzó el juicio oral contra el comerciante que mató de un balazo al acusado de robo.

MÁXIMA ATENCIÓN. El comerciante Andrés Sauma declara en la primera jornada del juicio en el que fue acusado de homicidio. MÁXIMA ATENCIÓN. El comerciante Andrés Sauma declara en la primera jornada del juicio en el que fue acusado de homicidio.

El juicio del llamado caso Sauma está claro. En las audiencias no se discutirá el crimen de un joven que ingresó a robar a la vivienda donde no residía nadie. La polémica gira en torno a qué conducta se le terminará reprochando. ¿Actuó según su derecho de defenderse? ¿Se excedió en su defensa? ¿O simplemente cometió un homicidio? Esos son los tres interrogantes que se plantearon en la primera jornada del debate.

El 14 de abril de 2023, el carnicero Andrés Sauma dormía en su domicilio de barrio Independencia cuando un vecino de otra de sus propiedades le avisó que había gente en el interior. El comerciante se levantó y junto a su pareja recorrió más de 20 cuadras para averiguar qué estaba ocurriendo. Al llegar, golpeó la puerta para tratar de espantar a los intrusos y luego realizó cuatro disparos con el arma que había llevado y que tenía de manera ilegal, ya que no la tenía registrada. Uno de los proyectiles impactó en el abdomen de Maximiliano Fernández (21) que murió a los pocos minutos. No hubo ninguna controversia sobre cómo se registró el hecho.

La polémica surgió a partir de las apreciaciones de las distintas partes. El auxiliar Miguel Fernández, que sigue las instrucciones del fiscal Carlos Sale, señaló que se trató de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego y solicitó que le dicte una pena de 11 años. “Desde ya que vamos a aclarar que no es la intención criminalizar a una persona que supuestamente se defendió. Vamos a demostrar que, sin necesidad de defenderse, se bajó de su auto y resolvió arbitrariamente una situación que debería haber sido solucionada por las autoridades”, destacó.

El representante de la querella, Patricio Char, que es asistido por Agustina Recalde, dijo que, por un principio de congruencia, respaldaría la acusación del Ministerio Público, pero que no descarta que con lo que surja en el debate pueda cambiar de postura. “Este caso se debería haber resuelto a través de un juicio abreviado, pero no se pudo hacer. Acá las dos partes llegaron a un principio de acuerdo que no pudo avanzar porque el Estado, ese que debería haber intervenido, no se lo permitió”, razonó. “La realidad es que vamos a estar atentos de lo que surja en el debate y si consideramos que el señor Sauma actuó correctamente no dudaremos en cambiar de postura”, adelantó.

Los defensores del acusado, Javier Lobo Aragón y Aníbal Paz, con la asistencia de Javier Lobo Aragón (h), cuestionaron la acusación de la fiscalía. “Esperamos con mucha ansiedad la realización de este debate, ya que consideramos que será clave para derrumbar la teoría de la fiscalía. Él no actuó con sed de venganza; simplemente fue a tratar de defender sus bienes. No tiene nada que ver que él no haya vivido ahí. Él fue a evitar que le robaran el dinero que tenía guardado allí”, señalaron al solicitar que sea absuelto.

La polémica

Los alegatos de las tres partes, además de lo jurídico, estuvieron cargados de contenido polémicos sobre un tema que genera ebullición social, que fue atentamente escuchado por el juez Gonzalo Ortega, que tendrá a su cargo la resolución del expediente.

“El Ministerio Público Fiscal pretende que quede bien en claro que lo que vamos a discutir acá no tiene que ver con el libre derecho en la defensa y con cuestiones vinculadas a un hecho imprudente; lo que vamos a analizar en este juicio es lisa y llanamente un caso de justicia por mano propia”, afirmó el auxiliar Fernández.

“El Ministerio Público no viene a legitimar que una persona ingrese a un domicilio ajeno; no venimos a transmitirle a la sociedad que estamos perdonando a las personas que están violando la Ley. Lo que sí queremos marcar enfáticamente es que, en un Estado de derecho como rige en la Argentina, los conflictos entre las personas no se resuelven a punta de pistola. Se resuelven con la presencia de las autoridades; en este caso autoridades que ya habían sido alertadas y que estaban llegando al lugar”, agregó.

Char, por su parte, sostuvo: “me gustaría aportar una crítica a la política criminal que evidencia tener el Ministerio Público en este tipo de casos. A los uniformados que acaban con la vida de pibes y pibas de los barrios nunca se les formula cargo. Y lo digo porque hace ya dos años que vengo luchando para que se acuse a un policía”, aseguró el profesional. “No es así en el caso de los civiles. Hoy estamos analizando un caso como muchos de lo que ocurren en la provincia y siempre sucede lo mismo: sólo los civiles se sientan en los banquillos de los acusados, más allá de lo que surja en este debate, lo está sufriendo el señor Sauma”, añadió.

“Mi defendido no es un delincuente. Es un trabajador que se levanta todos los días a las seis de la mañana para trabajar en su carnicería. Nunca quiso cometer ningún acto de venganza; simplemente defender lo poco que tenía”, argumentaron los profesionales.

“Estoy asqueado de mirar todos los días a través de los medios cómo personas son asesinadas por delincuentes que son atacados cuando intentaban ingresar a su domicilio. Insisto, Sauma no quiso ni tuvo intenciones de matar. Simplemente, intentó defender sus cosas y desde ese día su vida cambió considerablemente. Está viviendo una pesadilla”, finalizó Lobo Aragón.

El descargo del imputado: “Jamás tuve la intención de matar a nadie; mi vida cambió para siempre”, dijo Sauma

Andrés Sauma y su pareja se sentaron a desayunar en un bar de Santa Fe y 25 de Mayo, cerca de las siete. Al hombre, de casi dos metros de altura, se lo notaba preocupado. Ese rostro lo mantuvo antes, durante y después de la audiencia. “Esto me cambió la vida. Jamás pensé vivir una situación así. Desde ese día nada fue igual para mí, para la familia, para la gente que trabaja en la carnicería y para mis clientes”, aseguró cuando declaró ante el juez Gonzalo Ortega y en el único momento en el que el acusado cambió los gestos de preocupación por el de desesperación.

El caso Sauma y la eterna polémica de la legítima defensa

“Nunca tuve ninguna causa en mi contra en toda mi vida. Fui porque me avisaron que había gente y por detrás de un acrílico observé las figuras de varias personas. Hice tres o cuatro disparos, no recuerdo”, reconoció. “Pero jamás tuve la intención de matar a nadie, simplemente quería proteger el dinero que tenía guardado ahí porque pensé que era más seguro”, añadió.

En su declaración, por las preguntas realizadas por el auxiliar fiscal Miguel Fernández, reconoció que había comprado el arma de manera irregular en San Cayetano. “La había comprado para proteger a los animales que tengo en mi casa de Leales. Siempre se dice que haciendo un disparo se espanta a los zorros o a los perros de los vecinos que atacan a los pollos y a los pavos”, explicó. “Nunca antes la había usado”, agregó. “No sé mucho de armas y tampoco realicé entrenamiento especial. La adquirí para cuidar a mis animales. Todavía no entiendo por qué decidí llevarla esa noche”, destacó cuando respondió al interrogante realizado por el querellante Patricio Char. Sauma, sobre el final de su exposición, dijo sque se siente víctima. “Tuve que dejar mi casa del barrio Independencia porque sufría amenazas y como tenía que seguir trabajando, no estaba tranquilo si ellos se quedaban con mi madre en esa vivienda. Tenía mucho temor a que les pasara algo. Tampoco pude ir a vivir a la casa donde ocurrió el hecho porque la atacaron en varias oportunidades. Nada es igual desde ese día. Me arrepiento por todo lo que sucedió”, finalizó.

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