WASHINGTON, Estados Unidos.- Donald Trump y Joe Biden ya no tenían rivales de peso antes del “supermartes”, pero tras arrasar en esta jornada de primarias en 15 estados acarician más que nunca la nominación de sus partidos para las presidenciales de noviembre, con lo que se enfilan a un nuevo enfrentamiento en la presidencial de noviembre.
Fue un “supermartes” sin misterio para Trump, de 77 años, y Biden, de 81, que se encaminan a una revancha de la elección de 2020.
Ahora, el principal objetivo de Trump es ganarse a los republicanos moderados, partidarios de Nikki Haley, la única rival de Trump, que se retiró sin pedir el voto por su ex jefe.
El republicano se mostró encantado con la “paliza” que dio a Haley, y ayer invitó a sus seguidores a “unirse al mayor movimiento en la historia de la nación”.
Biden no se queda atrás. Hoy intentará ganar impulso durante su discurso sobre el estado de la Unión, ante el Congreso y millones de telespectadores.
“No es necesario estar de acuerdo conmigo en todo para saber que el extremismo MAGA es una amenaza para este país”, dijo Biden en la red social X, citando el acrónimo en inglés del lema trumpista “Make America Great Again” (”Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo”). Un mensaje dirigido a los seguidores de la ex gobernadora de Carolina del Su.
Ante la aplastante victoria de Trump, su única rival aún en carrera, la ex embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley suspendió ayer su campaña, aunque sin respaldar al ex presidente.
“Ahora es responsabilidad de Donald Trump ganarse los votos de aquellos en nuestro partido y fuera de él que no le respaldan, y espero que lo haga”, afirmó Haley, en un discurso televisado en Charleston, Carolina del Sur.
Trump fue declarado vencedor en 14 estados de los 15 en disputa el martes. Se trata de Alabama, Alaska, Arkansas, Colorado, California, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Virginia, según proyecciones de medios de comunicación estadounidenses. Solo Vermont privó al ex presidente republicano de una victoria absoluta y se decantó por Haley.
“¡Gracias - MAGA!”
El gran ganador de la noche del martes fue Trump, que estaba exultante. “Ha sido una noche y un día increíbles, increíbles. Ha sido un período increíble en la historia de nuestro país”, afirmó ante sus seguidores, congregados en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida. “¡Gracias - MAGA!”, escribió antes en su plataforma Truth Social, utilizando el acrónimo de su lema “Make America Great Again”.
La Cámara de Representantes, cuando tenía mayoría demócrata, lo acusó de haber incitado a una insurrección. Fue absuelto por el Senado, pero se enfrenta a 91 cargos por delitos graves. Esto no impide que sea apreciado por los votantes de clase trabajadora, blancos y de las zonas rurales.
Desde el 15 de enero y, a pesar de sus problemas legales, Trump ha ganado casi todas las primarias.
Mientras tanto, los demócratas toman nota y dan la voz de alarma.
Trump “está decidido a destruir nuestra democracia” y “hará o dirá cualquier cosa para alcanzar el poder”, afirmó Biden en un comunicado. “Seremos nosotros contra la derecha trumpista en estas elecciones (...). Necesito tu ayuda”, sostuvo el demócrata.
El millonario, en tanto, quiere centrarse en una revancha con Biden antes de tener que enfocarse en sus problemas legales. Su primer juicio penal comienza el 25 de marzo en Nueva York.
Del lado demócrata, Biden puede estar tranquilo. No tiene rivales de peso.
Las candidaturas de dos demócratas, el congresista Deán Phillips y la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson, nunca han suscitado entusiasmo a pesar de las críticas recurrentes de los votantes a la edad del presidente o a su apoyo a Israel.
Como se esperaba, el martes ganó en todos los estados, menos en un territorio: la Samoa estadounidense, un archipiélago del Pacífico donde fue derrotado por un empresario prácticamente desconocido.