“Las delicias”, emblemática mercería de Concepción, cierra luego de 70 años

“Los tiempos cambian y todo tiene un fin”. La hija del fundador cuenta los motivos y el futuro del local.

FACHADA TRADICIONAL. El frente del negocio, que tiene una característica forma de L. Dentro de unos días el negocio cerrará y se alquilará el local. FACHADA TRADICIONAL. El frente del negocio, que tiene una característica forma de L. Dentro de unos días el negocio cerrará y se alquilará el local. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL
12 Marzo 2024

El local comercial ubicado en calle San Martín 1.377 en el corazón de la ciudad de Concepción bajó sus persianas de manera definitiva.

“Las delicias” fue una mercería con largos años de trayectoria que generó un vínculo mucho más que comercial con los vecinos de la zona. Cynthia Azubell, hija del fundador, contó los motivos y explicó cuál es el fin de la gran liquidación que anunciaron, que no tan solo pone a disposición sus últimos productos, sino que también colocó a la venta sus muebles.

Cynthia tomó las riendas del negocio luego de la ausencia de sus padres; sin embargo, consideró oportuno ponerle fin al local al considerar que se trata de un ciclo terminado. La mujer es abogada, y aclaró que sus tres hermanos también son profesionales. No obstante, le dedicó gran parte de su vida a la empresa familiar que en el corriente mes de marzo llegó a su fin.

“Agradecemos sinceramente a todos nuestros leales clientes y amigos que nos acompañaron durante 70 años. Su apoyo incondicional ha sido invaluable y ha construido un vínculo que se ha transmitido de generación en generación. La decisión de cerrar nuestras puertas ha sido difícil, pero queremos expresar nuestro agradecimiento por la confianza y lealtad que nos han brindado a lo largo de los años. ¡Hasta siempre y muchas gracias!”, dice el comunicado que anunció el cierre del local vía Facebook para luego promocionar la liquidación.

“Es una forma de agradecerles a todos los clientes que nos acompañaron durante tantísimos años”, explicó Azubell sobre las ventas a precios accesibles.

Los inicios

En mayo de 1954 David Azubell y Catalina Algranatti, una pareja emprendedora con grandes sueños por delante, abrían las puertas de un pequeño local ubicado en el centro de la “Perla del Sur”.

Con el paso del tiempo, y gracias al éxito que tuvo el negocio y la gran concurrencia que había dentro de él, el comercio fue ampliando su extensión hasta que su estructura tomó una característica forma de L. “Era un terreno grande con un local chiquito; se fue agrandando y modernizando”, detalló la hija del dueño.

EN LA CALLE. Clientes hacen largas colas para realizar su última compra. EN LA CALLE. Clientes hacen largas colas para realizar su última compra.

El correr de los años no tan solo agudizó el crecimiento del edificio, también se requería una mayor cantidad de mano de obra por lo que, en su auge, el comercio caracterizado por su calidad en telas, botones, uniformes y demás productos del rubro, llegó a tener 20 empleados y se expandió con la apertura de una sucursal en Aguilares.

A medida que sumaba años de vida, “Las delicias” también acumulaba una fiel clientela y generaba un sentido de pertenencia concepcionense.

A los 53 años de haber colocado la piedra angular, David Azubell falleció y el negocio quedó bajo el mando de su esposa y sus hijos. Cynthia no ejerció su profesión con el fin de mantener en pie la empresa; más aún luego de la partida de su madre en 2023. “Es mucho más que un negocio, es toda una historia”, dijo conmovida la mujer.

AGRADECIMIENTO. La firma lanzó ofertas para beneficiar a su clientela. AGRADECIMIENTO. La firma lanzó ofertas para beneficiar a su clientela.

Esa emotividad con la que habla la última dueña que tuvo la mercería no se reduce solo a la familia Azubell, afirmó Cynthia. “Hay gente de 80 años que hasta lloró al enterarse del cierre. Siempre hubo un buen trato y dentro de la tienda hay muchos recuerdos. El lema de mi viejo siempre fue ese (tratar bien a los clientes) y eso nos caracterizó; hoy, después de 70 años, vemos lo que significó “Las delicias” para los vecinos. No fue una decisión nada fácil, nos pegó mucho”, precisó.

Nostalgia

La hija del fundador fue específica al contar los motivos por los que creyó conveniente apartarse de la vida comercial, a pesar de que ello arrastre mucha nostalgia y emoción. “Ya no veo que alguien se ponga al frente del negocio, no es para nada un problema financiero o algo que tenga que ver con la actualidad económica; simplemente llegó a su fin”, manifestó. Agregó que el local será alquilado, pero consideró prudente no dar más detalles sobre qué funcionará en aquella ubicación central.

Patricia Auad, vecina de la zona, dijo que “Las delicias” era un ícono de la ciudad y que el cese de su actividad conmueve a más de uno. “Era uno de esos negocios donde se encontraba lo que necesitabas; en épocas de clases todos compraban sus uniformes, cualquier cosa que se buscaba la podías conseguir ahí”, aseguró.

En cuanto al vacío comercial que dejó el hecho, Auad dijo que ya no hay un local similar por la zona y eso hará sentir aún más su ausencia.

“Si bien tuvo sus mejores épocas en años anteriores, seguía siendo una mercería que contaba con una gran variedad de productos y de precios; es una pena para la gente, para nuestra cuadra, para todos”, señaló.

Por último, expresó su asombro por las largas filas de clientes que se juntaron en las afueras del comercio para hacerse de los últimos productos: “Hay mucha gente que va a aprovechar los precios, pero también están aquellos que quieren tener su última compra allí, quedarse con algún recuerdo; es algo muy identitario”.

(Producción periodística: Enzo Ferreira)

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