Los cambios que sufre nuestro cuerpo al dejar de consumir sal: menos hinchazón y mayor flujo de sangre en el cerebro

Reducir la ingesta de este mineral puede cambiar rotundamente nuestro cuerpo, desde lo estético hasta lo funcional.

MEJOR EXTRAÑARLA. La reducción del consumo de sal puede cambiar rotundamente el aspecto y las funciones de nuestro organismo. MEJOR EXTRAÑARLA. La reducción del consumo de sal puede cambiar rotundamente el aspecto y las funciones de nuestro organismo.
16 Marzo 2024

La sal es el componente estrella de las mesas de miles de familias americanas. De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), desde el norte al sur del continente americano, las personas consumen hasta el triple de la cantidad recomendada de sal, un factor que puede ser realmente perjudicial para la salud. Reducir el consumo de este mineral puede cambiar rotundamente nuestro cuerpo, desde la deshinchazón hasta un mayor flujo de sangre en el cerebro.

Si un alimento no tiene mucho sabor, no es tan delicioso como lo esperábamos o no cumple con nuestras expectativas no es necesario el recabado de muchas soluciones. Con tan solo echar un poco de sal el plato estacionado sobre la mesa, este puede sufrir un giro de 180 grados, realzándose todos sus sabores. Pero existe un impedimento al espolvorear sal a toda comida: puede ser lo suficientemente perjudicial para la salud.

Los riesgos de un alto consumo de sal: enfermedades cardíacas e hipertensión arterial

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el consumo recomendado de sal para los adultos es menor a 5 gramos (un poco menos que una cucharadita de té) por día. Una ingesta excesiva de sal puede representar serios perjuicios para la salud, entre los que se encuentran la hipertensión arterial, responsable por sí sola de unas 9.4 millones de muertes al año, revela la OPS.

La sal es la enemiga del corazón. La presión arterial contribuye al menos el 40% de todas las enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares, que representan a su vez el 45% de las enfermedades no transmisibles (ENT). Así como entre otros de sus riesgos se encuentran el empeoramiento del asma, la osteoporosis y la propensión a generar cálculos renales.

Los cambios que sufre nuestro cuerpo al dejar de consumir sal: beneficios estéticos y funcionales

Reducir el consumo de sal puede representar un verdadero cambio tanto en el aspecto de nuestro cuerpo como en el funcionamiento de sus órganos internos. Entre uno de esos giros se encuentra la reducción de la hinchazón.  Esto se debe a que una ingesta elevada de sal conduce a la retención de agua en las células. La consecuencia de ello es la inflamación, algo que, además se refleja en el exterior, en especial en la zona facial. Por lo que dejar de consumir sal tiene hasta beneficios estéticos.

Otro de sus beneficios es que en el cerebro circulará mayor cantidad de sangre. La ingesta alta de sal se ha relacionado con una función cerebral deficiente, donde las arterias que llevan sangre al cerebro se bloquean o contraen, lo que provoca una disminución del suministro de sangre. Además, el reducir la ingesta de este mineral puede disminuir el estrés oxidativo y la presión arterial del cerebro que a la larga puede prevenir el padecimiento de anomalías cognitivas.

El reducir el consumo de sal puede mejorar nuestra salud ósea así como el bienestar de nuestros riñones. La ingesta alta de sal obliga a los riñones a realizar un esfuerzo extra para poder eliminar la sal del cuerpo. Por tanto, evitar la sal será un alivio para este importante órgano, ya que podrá realizar sus funciones con mayor facilidad. Además, relacionado con la pérdida de calcio al miccionar, lo que debilita la salud ósea; aumenta el riesgo de cálculos y otras enfermedades renales.

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