Un largo viaje por el mundo andino con forma de poesía

En “Amauta”, su tercer libro, el monterizo Dardo Solórzano cuenta la realidad sudamericana con su particular estilo. Una cuidada edición.

AUTOR. Dardo Solórzano. AUTOR. Dardo Solórzano.

“La pulsión principal para escribir este libro fue el indagarme sobre la identidad profunda del ser latinoamericano, con el uso del poema como un elemento revelador de los planos que componen la realidad. Lo observable no es el todo; se puede acceder a otras dimensiones del mundo mediante el ver y el sentir a través del prisma de la poesía”. Así habla Dardo Solórzano de las motivaciones temáticas y de la búsqueda estética que lo condujeron a “Amauta”, su tercer poemario, publicado por la editorial La Monteriza.

El libro atrapa desde el arte de tapa, que se despliega hacia la contraportada y está hecho sobre una pintura del artista plástico cuzqueño Wilfredo Ccala Bustamante. El prólogo es del poeta salteño Leopoldo “Teuco” Castilla y el texto de solapa es el aporte de otro poeta, el tucumano Gabriel Gómez Saavedra. En esas líneas equipara a Solórzano con un guía metafísico, que conduce espíritus por oscilaciones tenues y precipicios conque se lee el aire desde lo más hondo y desconocido.

Cuenta Solórzano (Monteros, 1983) que “Amauta” nació de un período de creación desarrollado entre 2017 y 2020, durante viajes que realizó como mochilero por Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Paraguay, el norte de Chile y nuestro NOA. “El predominio geográfico donde se desarrolla el libro está atravesado por el territorio andino y su herencia sociocultural -destaca-. De tal modo, la obra se divide en tres capítulos denominados Hanan Pacha, Kay Pacha y Uku Pacha, en alusión a los planos del mundo andino y su cosmovisión”.

En ese viaje los poemas recorren distintas temáticas, que tienden a sondear el universo metafísico de espacios naturales como el salar de Uyuni, el mar de Barú o el del Callao, el desierto de Antofagasta o la selva amazónica del Pastaza. También las fiestas populares como el carnaval de Barranquilla, el entierro del carnaval en Humahuaca o un encuentro de copleras en Purmamarca.

“Hay trabajos de poetización sobre centros arqueológicos como Moray o sobre personajes urbanos, como el vendedor de agua de Guayaquil o los niños pobres que trabajan en los semáforos -apunta Solórzano-. A la vez, los poemas están atravesados por dos ejes, que son de visiones oníricas y de espiritualidad, conformando textos con trazos de surrealismo en el desarrollo metafórico”.

La edición de “Amauta” (término que remite a los sabios y filósofos desde los tiempos del Imperio Incaico) es de lo más cuidada. Las pinturas de Wilfredo Bustamante se trasladan al interior y toman forma de ilustraciones, trabajadas por Natalia Trouvé. Como quedó consignado, se trata del tercer poemario de Solórzano, sucesor de “Pueblada” (2013, Llanto de mudo) y “Ella sucede” (2017, El Mono Armado). Además, formó parte de diversas antologías, entre ellas “Poetas de Tucumán 1960-1990”, editado por la UNT.

OBRA. La bella portada de “Amauta”. OBRA. La bella portada de “Amauta”.

Al final del libro, y a modo de epílogo, Solórzano habla de “Amauta” como de un primer paso hacia futuras obras. “Ojalá que pueda seguir indagando y buceando en la esencia del ser de nuestros pueblos, de su naturaleza, de sus culturas y diversidades, de su historia e idiosincrasia -escribe-. Y también en las luchas que emprenden para sobrevivir en una geopolítica que nos tiene como un neto territorio de saqueo de recursos y materias primas, condenando al subdesarrollo y a la pobreza a nuestra gente”.

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