El día que el tenis se detuvo: el atentado a Mónica Seles y el gesto de Gabriela Sabatini

Un 30 de abril de 1993, con 19 años, la número uno del mundo fue agredida por un fanático que le arruinó la carrera.

El día que el tenis se detuvo: el ataque a Mónica Seles y el gesto de Gabriela Sabatini El día que el tenis se detuvo: el ataque a Mónica Seles y el gesto de Gabriela Sabatini
16 Mayo 2024

Era el 30 de abril de 1993, un día que comenzó como cualquier otro en el mundo del tenis. En el torneo de Hamburgo, la joven prodigio de 19 años, Mónica Seles, se encontraba en la cima de su carrera, dominando el circuito desde lo más alto del ranking WTA. En ese momento, enfrentaba a la búlgara Magdalena Maleeva, llevando la delantera con un marcador de 6-4 y 4-3 a su favor.

Sin embargo, en un instante, el mundo del tenis se paralizó. Durante un cambio de lado, Seles sufrió un inesperado ataque: una puñalada en el omoplato derecho por parte de Günter Parche, un fanático de la alemana Steffi Graf, quien había perdido su posición número uno en manos de la talentosa yugoslava. Este trágico evento dejó a Seles al borde de la muerte, pero su rápida reacción al inclinarse hacia adelante evitó una lesión más grave. Parche, el agresor, fallecería casi tres décadas después en una residencia de ancianos en Turingia.

La joven tenista, cuya carrera había sido meteórica desde sus primeros pasos en el deporte, se levantó tras el ataque, pero su mundo y el del tenis nunca volverían a ser los mismos. Desde los 5 años, Seles había compartido la pasión por el tenis con su hermano Zoltan, entrenada por su padre, y había acumulado logros impresionantes, desde ganar el Orange Bowl a los 11 años hasta convertirse en la campeona más joven de Roland Garros a los 16.

Una historia de traición y amistad

Sin embargo, el ataque en Hamburgo marcó un punto de inflexión en su vida y en la historia del tenis. En su autobiografía "Monica, From Fear to Victory", publicada en 1996, Seles reveló la traición que enfrentó después del incidente. En una reunión en el torneo de Roma, el presidente de la WTA, Gerard Smith, solicitó a las jugadoras que votaran sobre si el ranking de Seles debería congelarse durante su rehabilitación. El resultado, salvo por la excepción de Gabriela Sabatini, fue una negativa abrumadora, incluso por parte de Steffi Graf, quien había compartido lágrimas con Seles en el hospital de Hamburgo.

El día que el tenis se detuvo: el atentado a Mónica Seles y el gesto de Gabriela Sabatini

“Fue la única jugadora que me apoyó después del ataque, por eso le tengo mucho respeto y aprecio. Ella pensó como persona, no con el ranking. No pensó en los sponsors ni los negocios. Ella es una persona diferente al resto de las jugadoras que estaban en el tour. Es muy humana, tiene valores”, le contó Monica a un periodista del sitio de tenis Fue buena antes de la exhibición las enfrentó en Nueva York en 2015.

El vínculo con Gabriela Sabatini

La extenista también rememoró su encuentro con Gaby en un partido disputado en Key Biscayne, cuando ella contaba con 14 años y la argentina, cuatro años mayor. "Ella ya era una estrella y desde el primer momento me trató muy bien. Era una gran competidora. Podía ganar o perder, pero siempre mostraba mucho respeto. Recuerdo que tenía un top-spin muy pesado, creo que en esa época era la única que podía pegarle así. Me complicaba mucho su estilo de juego", añadió.

Por su parte, Gaby también destacó su apoyo a la serbia: "Siempre pensé en el ser humano. Para mí, terminaba el partido y éramos compañeras. No puedo juzgar a nadie, pero sentí que me podría haber pasado a mí, porque la apuñaló un fanático de Steffi".

La serbia y Gabriela Sabatini se enfrentaron en 14 ocasiones, con once victorias para la primera y tres para la argentina, incluyendo las finales de Roma en 1991 y 1992. Los triunfos más significativos de Seles fueron en la final del Masters 1990 y en las semifinales de Roland Garros 1992.

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