Por Lucía Lozano
17 Mayo 2024
LA MEDICIÓN ES FUNDAMENTAL. Saber si padecemos -o no- hipertensión es esencial para poder controlarla.
Es considerada la “enemiga silenciosa” número uno. Pero muy pocos la tenemos en cuenta. Porque generalmente no tiene síntomas de alarma. Hablamos de la hipertensión arterial, un trastorno crónico que llega a lesionar órganos vitales, como el corazón, el cerebro y los riñones, si no se la detecta y controla oportunamente.
La Argentina es el cuarto país de mayor prevalencia de hipertensión a nivel mundial. Nicolás Renna, presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), explica que uno de cada tres adultos es hipertenso en nuestro país. “Este panorama tiene, a su vez, un gran agravante, debido a que apenas el 20% de los pacientes que padecen esta enfermedad tiene la presión arterial por debajo de 140/90 mmHg, es decir, controlada”, explica el especialista.
“Las consecuencias de la hipertensión puede acarrear una serie de problemas médicos graves, como enfermedades cardiovasculares. A su vez, la presión arterial alta sostenida puede causar daño en los riñones, los ojos y el cerebro, lo que puede llevar a enfermedad renal, problemas de visión y deterioro cognitivo, y también se la asocia a problemas metabólicos como resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y niveles anormales de lípidos”, agrega.
Preocupación por la hipertensión
Los especialistas consideran que las cifras son preocupantes. Más teniendo en cuenta que, según dijeron, cada vez menos argentinos acceden al sistema de salud.
Con el objetivo de concientizar sobre la importancia de ampliar la detección y el control de la enfermedad, hoy en coincidencia con el Día Mundial de la Hipertensión, lanzan una nueva edición de la campaña “Conocé y controlá tu presión arterial”. En Tucumán, se realizará una jornada abierta a la comunidad, en el hall central del hospital Padilla.
Según contó la doctora María Esperanza Haro, presidenta de la Sociedad Tucumana de Hipertensión, explicó que las actividades serán desde las 9 y hasta las 11. La idea es involucrar no solo a los pacientes que estén en ese momento en el hospital, sino también a los acompañantes y a toda persona presente en el lugar.
“La iniciativa tiene por finalidad crear conciencia sobre los riesgos asociados a la hipertensión, una enfermedad que afecta las arterias y órganos vitales, principalmente los órganos blancos, que son cerebro, riñones y corazón”, explica la doctora.
La actividad
La profesional cuenta que armarán en el hospital tres postas por las cuales las personas podrán pasar. Primero se hará una pequeña entrevista al paciente, luego evaluarán la presión arterial y finalmente le harán un control de medidas antropométricas. Durante la jornada participarán alumnos del rotatorio de Clínica Médica y profesionales del Servicio de Nutrición.
La hipertensión es considerada la “enemiga silenciosa”.
Si el paciente es detectado como hipertenso, se le pedirá que realice una consulta médica con un especialista. También se evaluará a aquellas personas que, si bien saben que padecen la enfermedad y están medicadas, no tienen un control permanente. “Tomar la medicación no significa estar controlados; sin control, la patología avanza y es un riesgo”, aclara.
No es un número más
La presión arterial no es un número más en nuestro organismo. Conocerla representa un aporte valioso que nos puede alertar de un problema mayor, advierte Florencia Waisman, presidenta del distrito Noa de la SAHA.
“Lamentablemente el número de pacientes diagnosticados y tratados es bajísimo”, remarca. En general, el 30% de la población es hipertensa y no lo sabe, apunta. Haro agrega que la prevalencia de la enfermedad va en aumento, en especial entre las personas jóvenes.
Hay dos errores frecuentes en esta población. Uno es creer que la presión arterial alta es un problema de la vejez. El otro es pensar que no es necesario controlar la presión si la persona se siente bien, cuando en realidad la hipertensión no da síntomas.
De acuerdo al Registro Nacional de Hipertensión Arterial, en nuestro país, ocho de cada 10 varones y casi seis de cada 10 mujeres menores de 35 años con hipertensión desconocen su diagnóstico. Entre los 35 y los 44 años, casi tres de cada cuatro hombres lo ignora (el 72,8%, contra el 44,3% de las mujeres).
Lo ideal
Lo ideal, según los profesionales, sería que cada vez que una persona va al médico (no importa la especialidad) le tomen la presión en esa consulta. El problema es que no todos lo hacen. Y también es cierto que la población joven no concurre con frecuencia al sistema de salud.
“El aumento de la incidencia de la hipertensión está asociado a muchos factores. Si bien en muchos pacientes hay una cuestión genética, vemos que la enfermedad crece de la mano de las formas de vida actuales; la mala alimentación, el estrés y el sendentarismo influyen mucho. El consumo excesivo de sal y el sobrepeso u obesidad desde edades tempranas también son determinantes”, señala Haro.
Los cambios en los estilos de vida son esenciales para afrontar la enfermedad, destacan Haro y Waisman. ¿Qué se puede hacer? Esto es lo que los expertos recomiendan:
• Mantener una alimentación saludable, que incluya una variedad de frutas, verduras y granos enteros, así como fuentes magras de proteínas como pescado y pollo sin piel. Es importante no consumir alimentos enlatados.
• Reducir o evitar el consumo de sal. Se aconseja buscar alimentos y bebidas que tengan bajo contenido de sodio para evitar aumentar la presión. De hecho, cuanto menor sea la cantidad de alimentos procesados, mejor. También es muy conveniente evitar agregar sal a las comidas. En su reemplazo, se pueden utilizar hierbas o especias para saborizar los alimentos.
• Hay que evitar el consumo de cigarrillos y el exceso de alcohol, ya que estos hábitos pueden aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares y empeorar el control de la presión arterial.
• Realizar actividad física por lo menos 60 minutos, cuatro días a la semana. Esto mejora la circulación sanguínea y ayuda a controlar, lo que puede contribuir a mantener la presión arterial dentro de los niveles recomendados.
• Mantener un peso saludable. La presión arterial suele subir cuando se aumenta de peso. Disminuir la cantidad de grasa del cuerpo es uno de los cambios en el estilo de vida más eficaces para controlar la presión arterial y otras enfermedades.
• Las personas que ya tienen diagnóstico de hipertensión deben seguir el tratamiento prescrito programar controles periódicos. Estos permiten detectar cambios en la presión arterial y prevenir complicaciones graves asociadas con esta condición.
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