La increíble historia del plantel de Racing de Córdoba que ganó el prode, pero se llevó una desagradable sorpresa

El equipo que disputó el Metropolitano de 1984 fue protagonista de una historia que quedó para el recuerdo.

La increíble historia del plantel de Racing de Córdoba que ganó el prode, pero se llevó una desagradable sorpresa Foto: Benjamín Papaterra / La Gaceta

La increíble historia tiene 40 años y no tanto por el logro deportivo. Fue un partido más de aquel torneo Metropolitano de 1984, pero que tuvo condimentos especiales. La mezcla entre fútbol y azar fueron los factores que aquel equipo de Racing de Córdoba experimentó en carne propia. La “academia” no sólo debía vencer al Ferro de Carlos Timoteo Griguol para sumar los tres puntos, sino que había un incentivo extra: el triunfo los convertía en ganadores del Prode (pronósticos deportivos) que había acumulado un pozo de 1,7 millones de dólares.

El juego perteneció a la sexta fecha del torneo. Racing había arrancado aquella temporada con tres victorias –una en el clásico frente a Instituto- y dos derrotas; mientras que Ferro llegaba invicto.

Si bien había quedado libre en la primera jornada, el “verde” había logrado dos victorias y dos empates. Además contaba con la figura de Griguol, que ya había conseguido el torneo Nacional de 1982. Todo esto hacía prever que sería un duelo de alto vuelo. “Teníamos la virtud de qué cada uno sabía cuál era su rol y las tareas que tenía. Lo que hizo (Pedro) Marchetta fue convencernos de jugar bien al fútbol y de mantener la pelota”, dijo Roberto Gasparini, ídolo de Racing y capitán de aquel equipo, en diálogo con LA GACETA.

“Pato”  enfatizó que el mix entre juventud y buen juego fue fundamental para completar la mejor campaña de la historia del club en los Metropolitanos (la primera participación había sido en 1982): compartió el cuarto lugar con River con 43 unidades –a siete de Argentinos Juniors, que se consagró campeón-. “La motivación de todos era emigrar de Racing. No porque estuviésemos mal, si no porque lo más importante era hacer una diferencia económica. Era algo que nos pasaba a todos los jugadores del interior”, confesó el “10”, que tuvo su paso por Nueva Italia entre 1978 y 1984.

Gasparini también confesó que había varios jugadores que debían tener otras profesiones. “No era mi caso, pero sí tuve que dejar de estudiar para dedicarme a esto. Dejé la universidad cuando empecé a jugar en Primera”, dijo.

La llegada de Marchetta provocó que se aplicara un sistema de multas a quienes no cumplían con las reglas del grupo, como las llegadas tarde a los entrenamientos. Cada transgresión implicaba que los jugadores depositaran un dinero en un fondo común. “En un momento hubo un monto importante de dinero y había varias opciones: ir al casino, jugar a la Quiniela o el Prode. Ganó lo último. Hicimos una tarjeta entre todos y nos pusimos como ganadores. Esa fue la única vez que jugamos entre todos”, expresó.

El Prode había tenido su estreno el 1 de febrero de 1972 y desapareció el 2 de febrero de 2018. Era una boleta con 13 partidos en los que había que arriesgar por quiénes serían los ganador del partido (local o visitante), o si habría empate. Así, el plantel de la “academia” realizó un arduo debate para definir a quiénes pondrían sus fichas. “En el vestuario elegimos los resultados entre los 40 jugadores. Ahí votamos a mano alzada quién quería tal resultado y así decidimos. Había debates en los partidos que eran más complicados”, resaltó Gasparini.

La boleta de resultados fue la siguiente: empate en tres partidos (River-Atlanta, Temperley-Rosario Central y Unión-Independiente), Nueve victorias de los locales (Argentinos-Huracán, Chacarita-Instituto, Talleres-Boca, San Lorenzo-Platense, Lanús-Banfield, Racing Club-Defensores de Belgrano, Gimnasia de La Plata- Deportivo Italiano, Tigre-Quilmes y, por último, Racing de Córdoba-Ferro). El único visitante que vaticinaron como triunfador fue Estudiantes de La Plata sobre Newell’s.

La increíble historia del plantel de Racing de Córdoba que ganó el prode, pero se llevó una desagradable sorpresa Foto: Benjamín Papaterra / La Gaceta

Según el libro “El Racing Cordobés” de Sebastián Albornoz, los futbolistas acertaron los primeros cuatro resultados de la Primera B Metropolitana el sábado; mientras que el domingo estuvieron atentos a los ocho resultados de la fecha. Claro, la “academia” fue quien cerró esa fecha.

“Se dio la casualidad de que acertamos los 12 partidos previos al nuestro. Así, nosotros estábamos obligados a ganar. Fue difícil manejar la ansiedad frente a un premio que nos podía dar una ayuda económica importante. No hubo charla técnica. ‘Vamos muchachos, tenemos 12 puntos; hay que ganar’, fue lo que nos dijo Marchetta antes del partido”, relató “Pato”.

A los 14 minutos, Gasparini desató la locura entre los jugadores. Con una jugada espectacular, lanzó un disparo que no pudo ser controlado por el arquero Ricardo Ferrero. “El primero fue de los mejores goles de mi carrera”, dijo. Pero 16 minutos más tarde, el “verdolaga” complicó los planes de Racing, con un cabezazo de Héctor Cúper.

Sin embargo, Gasparini volvió a ser el héroe sobre el final del juego. “El gol de tiro libre fue con un poco con suerte porque pegó en la línea del área chica y se metió por encima del arquero. La alegría era indescriptible pero no sabíamos qué hacer para que terminara el partido rápido. Faltaba muy poco y estábamos consiguiendo el objetivo que habíamos trazado”, comentó. “Los tiros libres eran mi especialidad. Pero, a veces, uno apunta a un lado y sale para el otro. Fue más suerte porque iba bien el tiro, pero picó en la línea. No había decidido pegarle abajo para que haga ese efecto”, añadió.

La victoria desató un festejo eufórico en el vestuario. Muchos de los presentes no entendían el motivo. “Nadie sabía que habíamos ganado el Prode; más tarde se enteraron los periodistas y demás personas. Todo fue muy alocado. Después del partido nos fuimos a cenar y nos quedamos hasta tarde. No sabíamos cuánto habíamos ganado”, recordó el volante.

La historia tuvo un giro inesperado cuando se conoció que en dicha edición hubo 94 ganadores. A esto se le sumó que la tarjeta ganadora pertenecía a 40 personas. Este fue el motivo por el que muchos no recibieron el dinero que pensaron. “Fue una cifra entre 300 y 400 dólares. No recuerdo que hice con esa plata, ja. Seguramente la use para gustos personales con mi familia”, indicó. Esta experiencia provocó que el Ministerio de Bienestar Social –organizadores del juego- realice modificaciones para que los equipos no pudieran apostar.

En relación a aquel equipo, Gasparini contó que todavía mantienen un contacto frecuente. “Siempre nos comunicamos con toda esa camada de jugadores que comenzó en la década del 80. A veces nos juntamos; a los que están fuera de Córdoba se les hace más difícil, pero casi siempre intentamos vernos”, dijo. “Racing tiene de especial lo que hicimos en el Nacional de 1980 que terminamos como subcampeones y la gente se acuerda de eso. Incluso, muchos se saben el ‘11’ de memoria. Éramos un equipo humilde que jugaba bien; así nos metimos en el corazón de la gente”, cerró “Pato”, sobre aquella anécdota que quedó grabada en la mente de los seguidores de la “academia”.

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