¿Por qué a San Martín de Tucumán le costó tanto superar a Alvarado?

El "santo" perdió el medio y, salvo Hernández, no hubo nadie que pueda clarificar el juego. Extrañó horrores a Juan Cuevas y a Nahuel Banegas.

DE LO MEJOR. Hernández fue el más claro de San Martín; cuando salió, el equipo terminó de desdibujarse. Foto de Juan Pablo Sánchez Noli/LA GACETA. DE LO MEJOR. Hernández fue el más claro de San Martín; cuando salió, el equipo terminó de desdibujarse. Foto de Juan Pablo Sánchez Noli/LA GACETA.

Que Darío Sand, el hombre récord de San Martín de Tucumán y de la Primera Nacional (y la gran figura de la tarde) haya tenido tres tapadas que agigantaron su historia y su leyenda, deja al descubierto lo que le costó al “santo” el partido contra Alvarado.

El penal con el que Junior Arias sentenció el tercer triunfo al hilo del equipo que dirige Diego Flores llegó gracias a prácticamente la única jugada colectiva que pudo concretar el local a lo largo de los poco más de 90 minutos.

San Martín extrañó horrores la claridad y el cambio de ritmo que aporta Juan Cuevas, y también las escaladas que entrega Nahuel Banegas por el flanco izquierdo. En esta oportunidad el equipo pareció atado, irresoluto y con pocas ideas cuando cruzó la mitad de cancha. El panorama de Pablo Hernández (y sus buenas y claras intenciones) fueron muy poco para un San Martín al que, además, le fallaron los extremos.

Gonzalo Rodríguez y Lautaro Fedele alternaron buenas y malas y así Arias quedó demasiado solo arriba. Eso sí, el uruguayo demostró que se las arregla como sea; él generó la otra oportunidad clara (en los últimos minutos del segundo tiempo) luego de un rechazo largo desde el fondo.

Flores apostó por seguir dándole rodaje al 4-2-3-1 que viene rindiéndole tras la eliminación de la Copa Argentina. Sin embargo su equipo nunca puedo encontrarle la vuelta al planteo que le hizo un Alvarado tan ordenado como limitado.

Los marplatenses pararon un 5-3-2, pero no se metieron atrás. Le trabaron el juego en la mitad de la cancha al dueño de casa. Sebastián Jaurena, Nery Leyes y Matías Mansilla coparon esa zona del campo y al “santo” se le hizo demasiado cuesta arriba un duelo que en los primeros minutos hacía prever otra cosa.

San Martín había salido con la mira en el arco rival, pero en poco tiempo pareció perderse en el terreno. Por eso lo único positivo de la primera mitad fueron el gol de Arias y el récord de Sand.

En el complemento, al ver que su equipo no mejoraba, y que el “torito” ya le había perdido el respeto y se le venía encima, Flores decidió mover el bancó. Pero las modificaciones no surtieron el efecto deseado.

Sin Hernández, el equipo perdió la única cuota de juego y visión, y se replegó demasiado. “En el segundo tiempo nos aferramos al resultado y nos quedamos con tres puntos muy valiosos”, reconoció “traductor”. “La solidez defensiva y la actitud este equipo no la negocia”, agregó.

Sin embargo, más allá de haber completado el décimo partido con la valla invicta, en esta ocasión al “santo” le llegaron mucho más de la cuenta. Por eso Sand fue el héroe.

A esta altura, y sabiendo que San Martín de San Juan había ganado, al “santo” no le quedaba otra que sumar de a tres. Lo logró, pero Flores deberá ajustar algunos detalles para que el equipo pueda seguir adelante, consolidando su sueño.

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