Al hablar de condenas por abuso sexual, uno de los ejemplos más inmediatos que se mencionan -por lo reciente del hecho- es el de Juan Darthés, en Brasil. Pero lo cierto es que, según el registro de las organizaciones feministas, existen tantos otros que no alcanzaron una verdadera difusión, y mucho menos una condena. Es por eso que la sentencia contra el ex gobernador, José Alperovich, marca fuertemente al colectivo feminista, sobre todo en lo que se refiere al futuro de la lucha contra la violencia de género. “No nos callamos más”, es el mensaje que se escucha en cada manifestación y que hoy, con tono victorioso, ruge con más fuerza.
“Con esto aprendemos que no es en vano ir a la calle, que nuestras voces se escuchan, que las mujeres que pasan por este tipo de atrocidades no están solas y, sobre todo, que el poder político tiene el mismo castigo que el ciudadano común”, reflexionó Verónica Risso, gerente provincial de Marea, grupo activista. Analizó que la lucha aún no ha terminado, y que ni siquiera se encuentra a mitad de camino. “Queremos ir a un lugar donde haya hombres sin tener miedo de que algo nos pase. El problema es que la sociedad nos sigue juzgando; somos las culpables de salir y que el taxista nos moleste, de ir a una fiesta y que nos emborrachen. Hay un montón de cosas que todavía nos faltan, pero estas condenas son vistas como logros”, dijo.
Así, Risso entendió que “nuestras voces no tienen que parar nunca”, porque es la herramienta más fuerte que existe contra los delitos de género. “Esta condena nos ayuda a que los demás sepan -porque hay muchos políticos que tienen las mismas acusaciones- que también vamos a por ellos; que no van a poder dormir porque nosotras vamos a tomar las calles”, defendió la mujer.
“Yo te creo, siempre”
La líder feminista puso énfasis en lo que significa el acompañamiento a la víctima en casos de violencia de género. “A veces, escuchar un ‘yo te creo, siempre’ vale mucho más que una condena. Todas tienen que saber que nunca van a estar solas, acá siempre van a encontrar una hermana de lucha. No las vamos a abandonar nunca;las vamos a abrazar, contener y acompañar a todas, siempre”, prometió Risso.
En esa misma línea habló Alejandra del Castillo, de Ni Una Menos. “Es el desafío que tenemos: poder organizarnos y hacer frente a violentos, abusadores y femicidas. Toda esta situación muestra que es posible hacer justicia a través de la lucha, y también anima a otras víctimas a denunciar y a saber que van a tener el apoyo de nuestras organizaciones”, resaltó. La referente feminista aseguró que es muy positivo que la causa haya avanzado. “Sabemos el poder que reúne Alperovich; que pese a eso, efectivamente esté sentado en el banco de acusados es algo importantísimo”, reconoció Del Castillo, que aplaudió “la valentía y la tenacidad de la denunciante, que sostuvo frente a todas las presiones la pelea para que la causa avance”.
La declaración de Victoria Disatnik, directora de la Casa de las Mujeres “Norma Nassif” fue contundente: “Culmina, desde lo jurídico, el largo y doloroso camino que la víctima tuvo que enfrentar. El caso muestra con claridad la relación asimétrica y el manejo del poder que posibilitaron al abusador a perpetuar sus actos más nefastos”. La psicóloga social se refirió al avance del feminismo a lo largo del tiempo y recordó algunos detalles. “Cuando yo era joven, ni siquiera podía ir a trabajar de pantalones. Los avances han sido muchos, pero no son todos los que hacen falta. En cuanto a Alperovich, es increíble verlo ahí, en las imágenes de la tele. Me acuerdo de las veces que íbamos a donde estaba y nos escapábamos para que no nos besara -porque se hacía el popular y besaba a todo el mundo-. Era un tipo con tanto poder e impunidad... Me parece algo histórico que se hayan empezado a tomar los juicios contra los abusadores del poder político”, desarrolló. Además, pidió a las mujeres que no bajen los brazos, que continúen con la lucha feminista y que, si el avance no es posible, “hay que luchar y fracasar hasta triunfar”.