En busca de estrategias contra el vandalismo

21 Junio 2024

El domingo pasado, quince días después de inaugurado el “Paseo Italia” en calle 24 de Septiembre al 1.000, partes de la estatua de Rómulo y Remo fueron sustraídas, lo que causó estupor e indignación entre los vecinos y las autoridades. Más que de un robo se habría tratado de un acto vandálico especialmente, dado que sus autores probablemente no pretendían sacar provecho económico de los objetos sustraídos, sino simplemente causar daño o divertirse de modo equívoco. El hecho fue captado por las cámaras, que registraron a un grupo de jóvenes, presumiblemente menores de edad. El incidente se difundió por redes sociales, hubo repudio generalizado y el martes las partes robadas fueron entregadas en la sede de la Municipalidad capitalina en forma anónima.

El caso, que por fortuna ha resultado con la recuperación de las partes del complejo escultórico, pone en evidencia uno de los riesgos en una sociedad que tiene un gran patrimonio cultural en espacios públicos: estatuas, ornamentos, espacios culturales, museos al aire libre y construcciones simbólicas o de esparcimiento en plazas, plazoletas y parques, que contribuyen en forma significativa al bienestar comunitario. Ya hay en proyecto, además, implementar un nuevo museo en la casona de Guillermina Leston de Guzmán en el Parque Guillermina.  

Los actos de vandalismo a objetos culturales -hace unos años pasó algo similar con el robo de una estatua en el parque 9 de Julio, que luego fue encontrada- se suman a la constante depredación de cables, luminarias y objetos de metal y de otra índole -hace poco hubo robo de un banco de la Plaza Independencia-. Esto genera un ingente gasto  que implica una gran inversión de recursos materiales y humanos para la reposición, por ejemplo, del servicio de iluminación. La Municipalidad ha puesto el número de WhatsApp 381 223 0570, para que se denuncien estos robos y actos vandálicos. Un funcionario, además, exhortó hace pocas semanas a los vecinos de la Capital a colaborar con el cuidado de los espacios públicos, luego de los hechos de vandalismo ocurridos en lugares como el Barrio Policial IV, donde hubo robo de cables y lámparas -daño calculado en $ 3 millones-, además de la destrucción de veredas, faroles y cartelería en las plazas Urquiza, San Martín y Belgrano. “Les pedimos a los vecinos que se constituyan en líderes barriales y nos ayuden para el cuidado de plazas con un sistema de alertas”, dijo.

Al respecto, hoy resulta importante la participación activa de la comunidad -a través de llamados, alarmas y cámaras- como eslabón sustancial en el resguardo de los espacios públicos.  Se sabe que ya varias veces se ha constituido una mesa con diferentes estamentos municipales, policiales y de la sociedad civil para investigar qué hacer contra el vandalismo, una de las cuales, no menor, es hacer seguimiento del proceso de compraventa de los objetos robados. Otra más es implementar estrategias educativas para que la comunidad sienta que esos objetos públicos son de todos y de cada uno y resultan benéficos para todos.

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