A 10 años de la ley contra la sobrecarga laboral en Japón, el "karoshi" sigue matando trabajadores
Las muertes por exceso de trabajo están documentadas y son cada vez más comunes en el mundo. El perfil típico de las víctimas tiene entre 20 y 45 años, y sufre estrés combinado con otras dolencias de salud.
El estrés, la ansiedad y la sobrecarga del trabajo forman parte de la vida común de muchas personas. Parece que está cada vez más naturalizado, pero el riesgo de sufrir un daño irreversible como consecuencia del desgaste físico y mental se está convirtiendo en un tema preocupante en diferentes partes del mundo. El fenómeno es especialmente inquietante en Japón, donde se originó la palabra que hace referencia a este mal, y donde desde hace una década existe una ley que obliga al Estado y a las empresas a prevenirlo.
"Karoshi" significa literalmente “muerte por exceso de trabajo”. ¿Es posible que esto ocurra? Sí. Se empezó a investigar cuando el Ministerio de Salud del país nipón detectó el aumento de la incidencia de problemas de salud en los trabajadores. Entre los más frecuentes están los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares.
La cultura laboral japonesa es conocida por su dedicación extrema, con jornadas laborales que a menudo superan las 60 horas semanales. No es sólo una cuestión de tiempo, sino también de calidad. Esta doble presión para realizar un trabajo impecable sería el caldo de cultivo del "karoshi".
Se han dado casos reales que han sido documentados como el de Miwa Sado, una empleada de la radio japonesa NHK, que en 2013 fue encontrada fallecida en su cama con tan solo 30 años de edad y el teléfono móvil en su mano. ¿Motivo de la muerte? Agotamiento físico y mental por haber hecho un total de 159 horas extras el mes anterior.
Otro caso relacionado de "karoshi" es el suicidio de Matsuri Takahashi. Esta muchacha de 24 años se quitó la vida en 2015 después de haber empezado a trabajar en una empresa de publicidad. Como aún no tenía suficiente experiencia y no realizaba con destreza su trabajo, la empresa se lo recriminó delante del resto de compañeros, y colapsó. La joven había tuiteado a las 4.01 de la madrugada del día de su muerte un mensaje que decía: “trabajo unas 20 horas al día y ya no sé para qué vivo. Me da risa”. Y a las 5.39: "voy a casa ahora” junto a un emoji con lágrimas.
En Japón ya llevan muchos años observando este tipo de conducta y problemas en la sociedad, pero, con el tiempo, el "karoshi" se está extendiendo a otros países. Incluso en 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) determinaron que casi 2 millones de personas mueren cada año por causas relacionadas con la sobredosis de trabajo.
¿Quiénes son los posibles candidatos a padecerla?
El perfil típico es el de una persona que tiene entre 20 y 45 años; que sufre estrés en el trabajo, y que ya empieza a tener otros problemas de salud, como diabetes, hipertensión, colesterol elevado o afecciones cardiacas. Muchas veces, estas cuestiones de salud están relacionadas con la falta de cuidado personal o el cultivo de hábitos nocivos, como el consumo de alcohol o tabaco. Aunque también trabajadores jóvenes y saludables pueden caer en el "karoshi".
¿Qué medidas está tomando Japón?
Diez años atrás, el país nipón aprobó una ley destinada a prevenir el "karoshi". Según esta norma, el Ministerio de Trabajo debe promover medidas preventivas de la sobrecarga laboral con la intervención de un consejo de expertos y de partes interesadas.
Entre las políticas dirigidas a mitigar la sobrecarga laboral está el control contra la explotación del personal mediante la limitación del número de horas de trabajo, y la promoción del tiempo libre; de las vacaciones; de las actividades deportivas, y de la alimentación sana y equilibrada. En Japón, por ejemplo, se considera que el trabajo nunca debe extenderse más allá de las 21.
El trabajo del Ministerio incluye no sólo a representantes de los trabajadores y de la dirección de las empresas, sino también a familiares de las víctimas del "karoshi". Yukimi Takahashi, que tiene 61 años, es la madre de la joven que se suicidó en 2014 y forma parte de la junta desde diciembre de 2018. “El número de muertes por 'karoshi' aún está lejos de ser cero, y el número de casos de jóvenes que sufren daños físicos y mentales está aumentando”, dijo Takahashi en una reunión del consejo celebrada en el Ministerio el 4 de junio de este año, según distintas notas publicadas en la prensa.
El "karoshi" es un recordatorio sombrío de los peligros del estrés laboral extremo. La búsqueda de un equilibrio entre el trabajo y la recreación es clave para una vida sostenible. Japón, con su cultura de perfeccionismo laboral, está en el centro de este problema, pero las lecciones aprendidas allí son aplicables al conjunto de las sociedades y de las naciones donde el desarrollo y el bienestar van de la mano del consumo y del éxito personal.
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