Por eso es importante prestar atención a los cuidados que le damos al cuerpo y, en especial, a las manos. Las personas que suelen hacerse tratamientos de manicura como uñas semipermanentes o esculpidas deben tener cuidado especial con la frecuencia con que los realizan.
Sucede que es necesario dejar que las uñas descansen de la exposición a la radiación ultravioleta. También deben tomar una pausa de los químicos, ya sea del esmaltado semipermanente como el más tradicional.
Cómo cuidar las uñas en invierno
1. Tener cuidado con los impactos y golpes fuertes después de tener las uñas en remojo por un tiempo. Después de bañarte, lavar ropa a mano o hacer limpieza, las uñas se ablandan por lo que son más frágiles hasta que vuelven a secarse.
2. Evitar el esmaltado por tiempos superiores a las tres o cuatro semanas. Una vez superado ese tiempo, es útil dejar que la uña completa vuelva a crecer, es decir, que cambie por completo.
3. Aprender a limar las uñas correctamente con los instrumentos adecuados. Limarse las uñas en exceso también puede hacer que se resquebrajen.
4. Utilizar guantes para hacer limpiezas que utilicen diferentes químicos. Cualquier producto de limpieza tiene componentes que pueden debilitar las uñas. Es habitual que, tras años de utilizar detergente para lavar los platos, las uñas empiecen a despegarse.
5. Hacer tratamientos hidratantes periódicos y, si es posible, usar cremas a diario. El aloe vera es un excelente complemento para cuidar tanto la piel como las uñas.