Proyecto de la UNT: cómo ayuda la tecnología a personas con discapacidad

A través de un proyecto de la UNT crean prótesis y herramientas asistivas que colaboran en la rehabilitación. Talleres para generar empleo.

EQUIPO DE TRABAJO. Los profesionales desarrollan el proyecto en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT. EQUIPO DE TRABAJO. Los profesionales desarrollan el proyecto en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT. La Gaceta / fotos de Analía Jaramillo
06 Julio 2024

Hace sólo unas décadas esto hubiera parecido ciencia ficción. Hoy es una realidad que la tecnología nos sorprenda extendiendo las capacidades humanas. Con la idea de que los distintos avances tecnológicos puedan mejorar la calidad de vida de las personas con alguna discapacidad, la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (Facet) desarrolló un proyecto que tiene una subvención parcial de la Unión Europea.

Bajo el nombre de “Tecnologías e innovación para la inclusión”, la iniciativa propone crear herramientas y recursos asistivos para quienes tienen discapacidades de tipo mecánica o neurológica.

“Buscamos que nuestros diseños ayuden a la rehabilitación y a mejorar la calidad de vida de las personas”, puntualizó Eduardo Martel, vicedecano de la facultad y director del proyecto, que también apunta a brindarles capacitación y formación a quienes tienen una discapacidad para que mejoren sus opciones de empleo. En ese sentido, Martel comentó que hay talleres en los que los participantes desarrollan y mejoran los dispositivos tecnológicos que usan. Por ejemplo, las sillas de ruedas. En otro espacio, se capacitan para crear su propio emprendimiento con impresión 3D.

El proyecto incluye el desarrollo de prótesis inteligentes que cumplen las necesidades estándares de las prótesis (dispositivo artificial que reemplaza un miembro) y ortesis (apoyo externo para mejorar la funcionalidad de un miembro). “Y eso se hace muy específicamente para la persona que lo necesita. Muchos de ellas tienen prótesis que compraron e hicieron traer de otras partes, pero que no siempre se adaptan bien a su necesidad”, resaltaron. “Pero esto va más allá; también queremos mejorarle su vida cotidiana”, precisaron.

Los investigadores que integran esta iniciativa hicieron varias visitas a la asociación ALPI, que es un centro de rehabilitación neuromotriz en el que se asiste a tucumanos con distintas patologías, como parálisis cerebral u otros problemas neuronales.

A partir de esta experiencia, se sumó al proyecto el diseño de sistemas de comunicación alternativos, de acuerdo a las posibilidades o complicaciones que presenta cada caso.

Para avanzar en esta línea ya están ensayando el uso de visión artificial y robótica, de manera que las personas con parálisis neurológica puedan utilizar un programa informático que se ejecute desde la pantalla de un teléfono o de una computadora y que sea capaz de captar e interpretar sus gestos. Entre sus miembros, el grupo de trabajo e innovación cuenta con la participación de los investigadores Fernando Farfán, Martín Juárez, Eduardo Freyre, Thavanne Valença y Thiago Valença, Ezequiel Musa. También se encuentra Viviana Rotger, coodinadora de la parte presupuestaria.

Cuestiones clave

En un futuro no muy lejano este proyecto prevé, a partir del campo de la domótica o con visión artificial, que las personas con parálisis cerebral puedan desarrollar cuestiones clave de su vida cotidiana, como prender una luz o un ventilador, por ejemplo desde su silla de ruedas o desde cualquier lugar donde se encuentren en la vivienda. “Cuando hablamos con las personas con discapacidad, lo primero que nos dicen es que quieren ser independientes. Y a eso apuntamos. La idea central de este proyecto es que la universidad no solo se queden en las investigaciones; sino que podamos solucionar con tecnología distintos problemas sociales”, resumió Martel.

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