El tiempo es algo que usamos cotidianamente pero resulta muy difícil definir. El hombre siempre tuvo fascinación por él.
El tiempo no siempre se comprendió ni se pudo medir. Hace varios miles de años el hombre comenzó a observar el cielo buscando una forma de medirlo y de establecer un calendario. Los griegos tenían a Cronos, el dios del tiempo, lo que muestra la importancia que tenía para ellos.
Es un tema que es muy estudiado por físicos y filósofos. Los filósofos como Platón y Aristóteles hablaban del tiempo como algo relacionado con el movimiento. Para los filósofos el tiempo es una línea continua que va del pasado, al presente y al futuro.
Para la Física Clásica el tiempo es absoluto, un reloj mide lo mismo si está quieto que si se mueve. Según la Física Relativista (Teoría de la Relatividad de Einstein) el tiempo no es absoluto. Si el reloj está en movimiento mide un tiempo menor que si está quieto. Para que esta diferencia sea apreciable, la velocidad de movimiento debe ser cercana a la de la luz, 300.000 kilómetros por segundo. Incluso, según Einstein, el tiempo es la cuarta dimensión y que puede ser curvado, cosa que no es posible según la física clásica.
La paradoja de los gemelos trata de explicar cómo afectaría al hombre que el tiempo no sea absoluto. Esta paradoja dice que si uno de los gemelos viaja en una nave a una velocidad cercana a la de la luz, el tiempo transcurrido para él será más corto que el de su hermano que quedó en Tierra. Cuando se reencuentren el que viajó será más joven que su hermano. Esto es teórico, y por el momento, no se puede comprobar porque no se puede hacer viajar a una persona a una velocidad tan alta.
En ciencia ficción se plantean viajes en el tiempo, como ir al pasado o al futuro y volver al presente, idea que entusiasma a muchas personas. Esto no es posible, el tiempo siempre va en un sentido, del pasado, al presente y al futuro. La Teoría de Protección Cronológica de Stephen Hawking enuncia que las leyes físicas impiden que se pueda alterar el pasado. Esto es debido a la causalidad que dice que toda causa tiene un efecto, no se puede alterar una causa porque el efecto sería diferente.
Se puede explicar con un ejemplo, que es la paradoja del abuelo. Si alguien pudiese viajar al pasado podría matar a su abuelo. Si hace esto, el padre no podría nacer y tampoco la persona que viajó al pasado. Si esa persona no existe, no puede viajar al pasado y alterarlo. Lo mismo ocurriría si se viaja al futuro. Si no gusta lo que se ve en el futuro, al volver al presente se podrían modificar cosas para que el futuro sea diferente.
La Teoría de la Relatividad de Einstein y las diversas teorías de Hawking no han sido totalmente probadas experimentalmente. Las observaciones astronómicas de agujeros negros y ondas gravitacionales aportaron algunas pruebas, aunque todavía falta mucho por hacer.
Resumiendo, si se pudiese viajar al pasado y volver al presente, se podría modificar el pasado y el presente sería diferente. Lo mismo si se viaja al futuro y se vuelve al presente, se podría modificar cosas para que el futuro sea diferente. Esto podría ser muy útil o peligroso, según como se use. Incluso pequeñas modificaciones del pasado podrían ser catastróficas en el presente. Por el momento el viaje en el tiempo no es posible según las leyes de la física.