Árbitros de fútbol y la cuestión de género

12 Julio 2024

Hace más de ocho años, la Conmebol tomó como un alto compromiso apostar al desarrollo y a la profesionalización de más mujeres árbitros. Lo hizo con la intención de impulsar “un fútbol con igualdad en los distintos torneos”, según un comunicado. No obstante, aunque hubo avances diversos en la materia, queda mucho trabajo por hacer, porque la representación femenina en el arbitraje continúa siendo muy baja con respecto a la masculina.

Según un estudio publicado en 2019 por la Federación Internacional de Fútbol Asociación, en el mundo había un poco más de 80.000 árbitras, lo que representaba un 10% del total, considerando a hombres y mujeres. En cinco años las cifras han mejorado para el sector, pero no se está notando demasiada presencia de juezas principales, sino de asistentas. Hay un hecho que no se puede soslayar: Europa, principal proveedora de referís femeninas, no las incluyó en la Euro 2024, lo que produjo malestar y una explicación de la UEFA: “no hay mucho para elegir”. Esto se da luego de que en el Mundial de Qatar 2022 sí se las había incluido.

Los claroscuros son evidentes. En el marco de la saludable tendencia se encuentra que, en la Copa América 2024, se dio un paso adelante, lo que produjo un antes y un después para el referato femenino en esta parte del mundo. Es que por primera vez en la historia, un partido oficial masculino del torneo fue arbitrado por una terna femenina.Por otro lado, desde hace dos mundiales femeninos todos los cuerpos colegiados los conforman mujeres. Otro dato a tomar en cuenta es que en los próximos Juegos Olímpicos de Pa ís, 38 de los 89 colegiados que estarán en los torneos de fútbol serán mujeres. Y el siguiente foco está puesto en el Mundial 2026.

En Argentina mucha agua corrió debajo del puente desde que en 1996 Florencia Romano desafió a la AFA. Mucho se recuerda lo que dijo aquella vez su presidente, Julio Grondona: “no es sensato que una mujer dirija un partido de fútbol entre hombres”. La tucumana finalmente pudo dirigir, no sin antes enfrentarse a un mundo machista. Ya son décadas de lucha. Lo sostuvo Leila Argañaraz, la única árbitra de AFA del norte, en conversación con LA GACETA. “Las críticas por el arbitraje siempre están. Pero en el caso de las mujeres es más por el hecho de ser mujer. De todos modos, la sociedad y el mundo van aceptándolo muy de a poco”, dijo.

Lo lógico que debería primar en esto no pasa por una cuestión de género. Mientras quien arbitra un partido se maneje con responsabilidad, cumpliendo con todo de la mejor manera, la profesión no debe distinguir entre mujeres y hombres. Entrenarse adecuadamente, estudiar, aprobar los exámenes físicos, sacrificarse en función de un objetivo es algo inherente a todos. Y ante estas acciones, todos merecen respeto y reconocimiento. En el caso de las mujeres que se vuelcan a esta profesión, ya el sóoo hecho de tener un espíritu que les permite trascender las limitaciones impuestas por la sociedad funciona como un catalizador de cambio y una inspiración para las futuras generaciones.

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