Julio Cultural: una noche de clásicos tangos con músicos de varias edades

En el concierto participan la Orquesta Sinfónica y la escuela Corazón Tanguero, de Salto (Buenos Aires).

ENSAYO. Tradicionales temas de la música ciudadana se escucharán esta noche en el Teatro Alberdi, a cargo de músicos nóveles y experimentados. ENSAYO. Tradicionales temas de la música ciudadana se escucharán esta noche en el Teatro Alberdi, a cargo de músicos nóveles y experimentados.

Una noche del 2x4 se vivirá en el Teatro Alberdi (Jujuy y Crisóstomo Álvarez) desde las 21.30 con el concierto de la Orquesta Sinfónica de la UNT, “El tango y su legado”, que contara con la participación de la Orquesta Escuela Corazón Tanguero, de la localidad de Salto, en la provincia de Buenos Aires. Con la dirección general de Roberto Buffo actuarán como solistas Darío Jozami, Jesús Canaviri, Anaclara Vergne y Renata Maciel, en un concierto dentro de la agenda de la edición 25 del Julio Cultural Universitario.

“Vamos a tocar 20 tangos en total con distintas formaciones, primero será la Sinfónica, luego la de Salto y después, ambas formaciones se juntarán para el cierre”, le contó Buffo a LA GACETA.

El director de Corazón Tanguero es Darío Jozami, quien le explicó a este diario que es una formación infanto-juvenil integrada por 20 chicos y chicas, de edades que oscilan entre los 10 y 17 años. De esa totalidad, 10 son bandoneonistas y el resto tienen a su cargo las cuerdas. “Para nosotros es muy importante venir aquí”, agregó el músico. Consultado sobre el abanico etario de quienes integran su formación, sostuvo: “creo que el tango es una música eterna, no hay distinción de edades”.

El concierto tendrá en su repertorio tangos tradicionales como “La cumparsita, “Cambalache”, “Volver, “Quejas de bandoneón”, “El día que me quieras” y “Se dice de mí”. “Con Jozami, que es un bandoneonista tucumano radicado en Buenos Aires, ya hicimos tango anteriormente. Esto es una actividad de extensión muy significativa. Un hito para nosotros y para ellos que están muy bien preparados”, aportó Buffo.

Experiencia

La Orquesta Corazón Tanguero son alumnos de una escuela de música como muchas otras formaciones orquestales, de distintas agrupaciones y distintas edades que educa a 900 chicos, articulando con otros programas educativos, explicó Jozami. “Toda la comunidad de Salto (ubicada a 180 kilómetros de la Capital Federal) hizo un esfuerzo para que podamos viajar, junto a las familias que vienen acompañando a los integrantes. Es muy buena esta articulación con la universidad y nos pudimos alojar en la residencia universitaria de Horco Molle, que es donde estamos. Hay un gran nivel de profesionalismo”, añadió para LA GACETA.

- Desde un punto de vista educativo, ¿por qué elegir tango, una música muy distinta a la que se supone que escuchan hoy los chicos de esa edad (trap, reguetón y algo de rock)?

- La escuela articula con otras que no son de música. Me tocó a mí lleva un bandoneón a una escuela primaria y secundaria. En la secundaria no funcionó mucho, pero en los chicos desde los siete años sí, y vimos que había mucha convocatoria, y se sumaban. Ellos aprendían en 15 minutos semanales qué era el bandoneón, de qué se trataba, y comencé a notar que pedían más y seguían estando, pegaron buena onda con el tango. Creo que lo traen un poco la sangre, que de acuerdo a la latitud donde uno nace, hay cierto lenguaje incorporado sin saberlo quizá. Porque el tango les gustó mucho y se armó una orquesta en la que hay 10 bandoneones, y se mantienen, no hay recambio. Se siguen sumando y agregando.

- ¿Cómo definirías al género?

- El tango es una música eterna, no hay distinción de edades; hay adolescentes y niños, y lo tocan de manera profesional. Cuando lo escuchan en distintos lugares, no pueden creer que sean chicos los que están tocando.

- Para esa franja de edad, ¿qué instrumento parece más difícil aprender o cuál es el más sencillo?

- Cualquier instrumento bien ejecutado es difícil, aunque algunos requieran de un adiestramiento motriz más fino como en el caso del piano. Pero con los de viento, la trompeta por caso, se tiene que dosificar el aire y encontrar las distintas llaves, usando las mismas válvulas. El bandoneón es complejo, es grande para ellos y bastante pesado (unos siete kilos), y también es difícil desde el punto de vista del orden teclado, pero los chicos se van enamorando a veces por el sonido que le sacan. Es notable el amor por la música. Hay una puesta de la comunidad al respecto.

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