Las Leonas cuentan con todas las armas para jugar el partido perfecto y conseguir una medalla en los Juegos Olímpicos

El seleccionado femenino de hockey femenino se enfrentará a Países Bajos por un lugar en la gran final de París 2024.

Las Leonas cuentan con todas las armas para jugar el partido perfecto y conseguir una medalla en los Juegos Olímpicos

Hay una amplia desventaja en el historial entre Las Leonas y Países Bajos que jugarán mañana desde las 9, por una de las semifinales de los Juegos Olímpicos París 2024 (desde las 14, lo harán Bélgica y China). Las neerlandesas ganaron siempre que se enfrentaron en un Juego Olímpico, menos en Sydney 2000. El antecedente no es nada alentador, claramente, pero hay que pararse ante el partido con historia en mano: lo que se verá hoy es lo mejor de lo mejor en este deporte y, por supuesto, es una final anticipada. Argentina y Países Bajos son el modelo a seguir en el campo de juego. En cuanto a estructura deportiva serán pocas las naciones que seguirían el sufrido camino de la política deportiva argentina; eso será objeto de análisis para después.

La era con el marcado protagonismo naranja-albiceleste comenzó cuando Países Bajos todavía era Holanda y Las Leonas eran Argentina a secas. En ese punto de partida moderno, marcado en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, comenzaron las dos décadas dominantes de las protagonistas de hoy.

En Australia, el triunfo ante las europeas creó a Las Leonas. Historia sabida: el equipo ya estaba clasificado a la siguiente ronda, pero hubo una mala interpretación del formato de competencia que las obligaba a funcionar en “modo matar o morir” si querían luchar por una medalla.

Las neerlandesas fueron el primer escollo en ese camino. Como ahora, eran el mejor equipo del mundo. Argentina era la sorpresa. Debían sacar una jerarquía y un nivel que no tenían, pero lo tuvieron. Países Bajos terminó jugando por el tercer puesto y Las Leonas fueron subcampeonas olímpicas.

Ellas siguen siendo las mejores y Argentina es mucho mejor de lo que era hace 24 años atrás. Tanto que solo Países Bajos supera al equipo nacional en el ranking. En París 2024, a diferencia de antes, la realidad apunta que hay herramientas en un equipo que en aquel entonces tenía que recurrir a armas que no poseía. Con los años las adquirió, segundo paso dado; saberlas usar fue un tercer paso dado. Uno culminante que mantiene al equipo en un ritmo inferior, pero muy poquito, al que dirige Paul Van Ass.

Mañana, Las Leonas pueden -y deben- recurrir a la amplísima variedad de estrategias que, sea cual sea el resultado, van a perdurar porque quedó demostrado que, no sólo andan las garras cuando la situación apremia, también funciona el laboratorio “leonino”. Ahí se elaboran estrategias específicas que cambiaron el orden de los recursos: antes que mostrar garra, Las Leonas imponen su propio juego. El trabajo tomó otro rumbo, mucho más agresivo, después de las dos derrotas que las neerlandesas le propinaron a Las Leonas, en diciembre pasado en Santiago del Estero.

El 1-4 y 1-7 transformaron la vida de Las Leonas, dicen, en un envión constante que se terminaría en la final de París 2024 con oro colgado. Desde esa goleada inédita, Argentina perdió apenas dos partidos hasta hoy. Suficiente para que Países Bajos sienta lo mismo que Las Leonas; no las querían enfrentar hasta el  viernes, día en que se jugará la final. Las europeas saben que lo que se haya elaborado en ese laboratorio cuyo científico en jefe es Fernando Ferrara, es lo único que puede generar una invasión al universo que dominan. Pero... “Habrá que jugar el partido perfecto, con bajísimo o cero por ciento de errores no forzados”, vaticinó Mariano Becerra.

Él fue testigo in-situ de dos victorias que Las Leonas consiguieron ante las campeonas olímpicas vigentes, ambas en finales mundialistas. En Perth 2002, como presidente de la delegación nacional y en Rosario 2010, formando parte de la organización.

“Con una defensa feroz desde las 25 yardas para no conceder córners cortos”, así sería el planteo ideal de Becerra. “Porque en eso Yibbi Jansen es letal, buscando prevalecer en la posesión, en el control y circulación de la bocha, sin apresurarse”, agregó. Efectividad en el círculo contrario es lo que se necesita. “En este Juego Olímpico, demostraron que sí pueden hacerlo y les vimos un hockey muy fluido”, analizó el ex DT de Tucumán Rugby, club en el se formó La Leona tucumana Victoria Sauze Valdez. “Las Leonas, con excelentes individuales, están progresando hacia un juego más de asociaciones y no tan individualista”, reflexionó Becerra.

Entre triunfo y triunfo argentino del que fue testigo pasaron ocho años. “¿Se le puede ganar? Obviamente hay que tener la convicción y esas jugadoras estoy seguro que lo tienen. Su determinación, actitud y carácter serán fundamentales”, aseguró complementando su análisis técnico con el factor emocional característico de una de las selecciones más exitosas del deporte argentino que busca otro hito.

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