Un joven agoniza tras recibir el disparo de un policía en el rostro

Los efectivos no habrían informado el procedimiento a sus superiores; cuando fueron descubiertos dijeron haberse defendido, pero algunos testigos los desmienten

EN LA ESCENA. Los peritos buscan evidencias en el lugar del hecho. EN LA ESCENA. Los peritos buscan evidencias en el lugar del hecho.

Un joven de 22 años agoniza tras haber recibido el disparo de una escopeta a corta distancia en el rostro. La víctima, Franco Ezequiel Almirón, permanece internado en terapia intensiva y las postas de goma le desfiguraron la nariz y los ojos. Por el hecho ocurrido en Martín Berho al 2.000 fueron detenidos tres efectivos del Grupo Especial de Apoyo Motorizado (GEAM).

La investigación del caso está a cargo del fiscal Carlos Sale, de la Unidad de Homicidios II. Según la teoría fiscal, el hecho se desencadenó cuando una vecina de Villa 9 de Julio llamó al 911 para pedir la intervención policial por una serie de disturbios que estaban ocurriendo en Martín Behro al 2.000, donde un grupo de jóvenes había estaba bebiendo hasta que estalló una discusión y derivó en una pelea con palos y machetes. En respuesta al llamado acudieron tres motoristas del GEAM. Una de las motos era dirigida por Tomás Gabriel Aráoz, mientras que Luis Héctor Lobo conducía el otro vehículo trasladando al cabo Nicolás Medina, quien llevaba una escopeta antitumultos.

En ese contexto, según sostuvieron algunos vecinos que habrían atestiguado el hecho, Medina se bajó de la moto y, sin mediar palabra abrió fuego contra tres jóvenes que estaban sentados en la vereda. El disparo, realizado a corta distancia, destrozó el rostro de Almirón, que estaba en el medio del grupo e hirió en un brazo a otro joven apodado “Paty”. A su vez, el tercer muchacho resultó ileso, pero por milímetros. Los testigos señalaron que tras el ataque, los policías se retiraron sin asistir a los heridos. Almirón fue trasladado de urgencia al hospital Padilla donde ahora lucha por su vida.

No informaron el caso

La familia de la víctima realizó la denuncia y cuando el fiscal tomó intervención descubrió que los acusados no habían informado nada de lo ocurrido a sus superiores y que ni en la seccional 10ª ni en la sede del GEAM había constancias del operativo en el libro de actas. “Lo que pasó en Villa 9 de Julio es un hecho horrible, estuvimos reunidos con los jefes policiales de esas dependencias porque es injustificable la conducta que tuvieron los acusados de principio a fin. No solo por lo que cometieron, sino porque tampoco informaron lo ocurrido ni se hicieron cargo hasta que la investigación los terminó acorralando”, señaló el fiscal Sale.

Tras ser identificados, los implicados en el hecho habrían sostenido que cuando llegaron al lugar hicieron dos disparos para dispersas a la gente y para defenderse, porque un grupo se les venía encima con machetes en mano. Esa versión se contradice con la de los testigos que dijeron que sólo hubo un disparo y que las víctimas estaban sentadas, pero además el hecho de que no se haya documentado el procedimiento complicaría más a los efectivos. Hoy en una audiencia, se acusará a Medina de tentativa de homicidio agravado, mientras que a Aráoz y Lobo por el encubrimiento del hecho. La calificación legal podría agravarse si se confirma el deceso de la víctima, cuyo estado hasta anoche era crítico.

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