La selección argentina, cada vez menos "popular": asistir al duelo contra Chile es casi un lujo

Los exorbitantes precios de las entradas hacen que no cualquiera pueda asistir al estadio. A los fanáticos del interior, además, se les suma el viaje y la estadía.

TRANQUILA. En el último día de canje de entradas, las boleterías del Más Monumental no estuvieron abarrotadas. TRANQUILA. En el último día de canje de entradas, las boleterías del Más Monumental no estuvieron abarrotadas.

Los títulos en las dos Copas América, en la Finalissima y en Qatar 2022 dispararon hacia arriba el amor popular por la Scaloneta. Hoy todos quieren verla en acción. Todos anhelan ver en vivo y en directo las atajadas de "Dibu" Martínez, los cruces salvadores de Cristian Romero, la presión constante de Rodrigo De Paul y los goles de Lautaro Martínez.

Sin embargo, en medio del fervor de los fanáticos hay algo que aleja al equipo del pueblo: lo económico. En medio de una crisis financiera, en donde llegar a fin de mes es una tarea titánica para millones de familias, los exorbitantes precios de las entradas congelaron los corazones de aquellos que tenían pensando asegurar su lugar en el estadio de River para el partido contra Chile.

Los tickets oscilaban entre los $ 75.000 y los $ 215.000. Pero sarna con gusto no pica, dicen, y muchos fanáticos se las ingeniaron para poder comprar una entrada.

"Tengo un nene de seis años que está muy metido con el fútbol y desde el Mundial quedó manija con Argentina. Quería venir a ver este partido y bueno... Nos dimos un gustito", dice Matías Morales, oriundo de Castelar. A su lado, su Florencia, su esposa, sonríe de manera cómplice. "Salieron algunas entradas más a la venta y las sacamos a última hora", dice la mujer. "Duele porque no es barato, porque no es para cualquiera. Pero bueno, pagamos con tarjeta y vamos a ver cómo pagamos", ríe Matías.

CONTENTOS. Matías Morales y su esposa Florencia, oriundos de Castelar, hicieron un esfuerzo para comprar las entradas. CONTENTOS. Matías Morales y su esposa Florencia, oriundos de Castelar, hicieron un esfuerzo para comprar las entradas.

Felipe González Aguilera vive en San Miguel y acaba de canjear su ticket para el duelo contra la "Roja". "Estoy feliz porque voy a ver los campeones", asegura. Sin embargo, comprar el boleto no fue una decisión tan sencilla. "El tema de la página es un bajón, es muy difícil acceder. Probé la primera vez y nada. Esta semana salieron más a la venta y pude sacarla. Compré la más barata, la popular. Hice el esfuerzo porque ver a la Selección no se da siempre; es una oportunidad única para mí. Pero la verdad es que no es nada barato ir a ver a la Selección", sentencia.

En la puerta del Más Monumental, a punto de cruzar la avenida Figueroa Alcorta están Juan Córdoba y su mujer Maby. Charlan en voz alta y la inconfundible tonada cordobesa los delata. "Estamos acá porque mañana es mi cumpleaños. Vinimos en tren, llegamos ayer y ya tenemos las entradas. Además, aprovechamos la ocasión para visitar a mi hija que vive en Banfield. Nos vamos a quedar hasta el lunes", dice Juan, buscando la manera de justificar su presencia en el duelo contra Chile. "Es mi cumpleaños, compramos la entrada más barata...", explica. "Además, somos hinchas de River y vamos a estar en la cancha. Es el combo perfecto", agrega Maby.

Para los que llegan desde el interior del país, el precio de las entradas parece ser lo de menos. El viaje, la estadía (de por lo menos dos días porque el canje de entradas se hace hasta uno antes del partido) y las comidas, inflan un presupuesto que no está al alcance de todos.

Los pasajes de ómnibus (ida y vuelta) rondan los $ 160.000, mientras que a los tickets de avión (también ambos tramos) se los puede conseguir por entre $ 180.000 y $ 200.000, si es que se los compra con semanas de anticipación. A eso hay que sumarle el hospedaje. Ahí el costo varía de acuerdo a la calidad y a los servicios que ofrecen. Pero un hotel para dos personas no cuesta menos de $ 40.000 por noche. Claro, ese monto puede dispararse hasta cinco o seis veces más si es que se pretende más categoría.

La selección argentina, cada vez menos popular: asistir al duelo contra Chile es casi un lujo

Pablo Soria es un tucumano que intenta estar presente cada vez que juega la Selección. "Soy gastronómico, tengo mi negocio y puedo darme el lujo de ausentarme. Con Julio y Cristian, dos amigos que tienen sus respectivos emprendimientos, tratamos de acomodarnos para ir a ver los partidos del seleccionado", explica el fanático de San Martín. "Obvio que hay que resignar algunas cosas para poder estar. Tengo la suerte de que paramos en el departamento de mi tía. Ahí nos ahorramos la estadía. Además, sacamos unos vuelos bastante económicos", asegura.

Cuando Ángel Di María salte al campo junto al resto de los campeones para ser homenajeado por todo lo que consiguió en la Selección, el Más Monumental estará colmado. Eso sí, la Scaloneta dejó de ser "popular" por culpa de la economía y los exorbitantes precios.

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