La incómoda visita de Manzur y la probable venida de Cristina a Tucumán

Antes de viajar a EEUU, el senador reapareció públicamente en la Fiesta de la Empanada. Se menciona que Cristina Fernández quiere venir a un acto el 17 de octubre. Jaldo, en tanto, sigue transitando por la senda dialoguista.

EN FAMAILLÁ. Manzur, acompañado de su esposa, sonríe junto con su par en el Senado, Sandra Mendoza, y con el legislador José Orellana. dfdfdfdfdf EN FAMAILLÁ. Manzur, acompañado de su esposa, sonríe junto con su par en el Senado, Sandra Mendoza, y con el legislador José Orellana. dfdfdfdfdf

Fue invitado como tantos otros funcionarios. Se sentó a disfrutar del espectáculo, como los ciudadanos que se llegaron para disfrutar de los artistas en la cartelera de la Fiesta Nacional de la Empanada. Pero a varios su presencia le resultó algo incómoda. Juan Manzur, el senador nacional que antecedió en la gobernación a Osvaldo Jaldo y que todavía sigue siendo el presidente del distrito Tucumán del PJ, reapareció públicamente en Famaillá. Lo hizo en compañía de su esposa, Sandra Mattar. Con su típica sonrisa permanente y el silencio en los comentarios, Manzur compartió la velada junto con su par en la Cámara Alta, Sandra Mendoza, y con el legislador José Orellana, además del intendente local, Enrique Orellana.

A la fiesta no asistió el gobernador Osvaldo Jaldo, que se encontraba a casi 17 kilómetros del lugar por la ruta 38, en Monteros, donde asistió a la inauguración de obras para la puesta en valor de la Plazoleta de la Música en esa ciudad. Tampoco la nutrida comitiva que acompañó al titular del Poder Ejecutivo y que incluyó a hombres y mujeres que exhibieron sello manzurista. Según algunas fuentes de la Casa de Gobierno, Jaldo y quienes lo acompañaron se quedaron a una cena ofrecida por el intendente Francisco Serra. En el predio Simeón Nieva de Famaillá estuvo presente la diputada nacional del bloque Independencia, Gladys Medina, y una docena de comisionados rurales, varios de los cuales se retiraron cuando divisaron al ex gobernador. “Debe haber sentido el frío tucumano”, ironizó un dirigente peronista cercano a la Casa de Gobierno. Las camionetas oficiales pasaban por la vieja ruta 38, pero no hicieron escala en la ciudad de las empanadas.

Manzur se quedó hasta pasada las 3 de ayer. En las próximas horas partirá con destino a los Estados Unidos. Tiene previsto varios encuentros con representantes de la comunidad judía y con referentes del sector privado. La semana que pasó, el ex mandatario tucumano acompañó al Gran Rabino de Israel, David Lau, con quien lo une una amistad de años. El religioso judío, una suerte de pontífice para esa comunidad, recorrió varios países de la región para firmar el “Torá de las Américas”, que propone un Sefer Torá, un rollo de pergamino que contiene los cinco primeros libros de la Biblia hebrea (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio), de manera manuscrita. De esa gira formó parte el senador, que mantuvo encuentros con el presidente de Paraguay, Santiago Peña, y con el de Uruguay, Luis Lacalle Pou. De ese “Torá de las Américas” también participa el presidente Javier Milei.

Lejos del ruido

La noche famaillense dio espacio para charlas informales. Fiel a su estilo, Manzur comentó a alguno de los presentes que hay que esperar que la situación decante para pensar en lo que puede pasar por el Partido Justicialista (PJ). Sin embargo, dejó en claro que es fundamental que el peronismo esté unido y no hacer locuras. Así aludió a las internas que se están desatando dentro del partido con postulaciones para la presidencia como la del gobernador riojano Ricardo Quintela (que hacia fines de la semana estaría presente en un encuentro en el Hotel Jardín de esta ciudad), de la mano del bonaerense Axel Kicillof y hasta de la propia ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, que ha exteriorizado su voluntad de venir a Tucumán para encarar un acto partidario. ¿La fecha tentativa? El 17 de octubre, el Día de la Lealtad. Manzur ya le habría transmitido que no estaría en el país para esa fecha. Tampoco nadie ha golpeado las puertas del despacho de Jaldo, mucho menos han discado su número de celular. Dos días después de esa fecha, cara los sentimientos del peronismo, vencerá el plazo para presentar las listas de candidatos para las elecciones del PJ programadas para el domingo 17 de noviembre. Se prevé que dentro de ocho días se exhiban las nóminas de afiliados en cada distrito.

Jaldo transita por una ancha avenida del medio. No quiere ir por los costados por miedo al derrape. Las encuestas le sonríen y el electorado independiente avala algunas acciones de su administración. En los últimos días, el mandatario recibió sondeos del consultor Mario Nahuz, que le llevaron cierta tranquilidad: en Yerba Buena goza de buena imagen y posicionamiento político, mientras que en Concepción todavía no logró quebrar la barrera radical. El diputado Roberto Sánchez y el intendente local, Alejandro Molinuevo, siguen al frente de las encuestas, aunque con menos margen que en otras oportunidades, según el sondeo de Nahuz. Jaldo necesita saber qué pasa en territorio no peronista.

El jueves 19 se prenderán otros motores del PJ tucumano. En Monte Bello, los congresales provinciales se reunirán para delinear la estrategia oficialista de cara al electoral año 2025. El anfitrión será el presidente subrogante de la Legislatura, Sergio Mansilla. “Todos los cuadros deben estar listas para afrontar el próximo campeonato”, arengó uno de los conductores del peronismo tucumano. Las juntas departamentales, a su vez, también estarán más activas. En las próximas semanas, sus miembros serán convocados por los referentes cercanos a Jaldo.

La oposición está dividida en mil pedazos. El radicalismo se mueve entre las expulsiones y los reacomodamientos. Fuerza Republicana compite con La Libertad Avanza para captar libertarios y afiliados afines al pensamiento de Milei. El massismo trata de hacer pie en la provincia, mientras también emergen otras fuerzas, como CREO, que quieren más protagonismo en la vidriera política. Hay una constante en los comentarios de los distintos referentes y tiene que ver con un interrogante: ¿cómo se pelea con una estructura aceitada como la que hoy tiene Jaldo que, además, es cercano a la Casa Rosada? Esa pregunta aún no tiene respuesta. Sin embargo, hay una semilla que está tratándose de germinar: la convocatoria de empresarios o de “outsiders” dispuestos a pelearle electoralmente al peronismo. Como dijo un viejo dirigente político, los tiempos apremian de la misma manera para todos: no hay 2027 sin 2025.

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